Volvi de la muerte, solo para vengarme de los que me lastimaron, tuve que cambiar y volverme fuerte para no sucumbir ante el amor, ese amor que nunca fue y nunca será, mi único objetivo es recuperar lo que un día fue mío.
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Capitulo XIII Confesiones
Con las palabras de su padre en mente, Emir decidió llamar a Diana, algo la había molestado para que ella actuará de esa forma tan déspota frente a Ernesto.
El teléfono de Diana empezó a sonar, ella lo tomo para saber quién le hablaba, al ver el identificador de llamadas ella suspiró profundamente, lo más seguro era que Emir estaba llamando para pedir una explicación de su actuar de esa noche.
Después de pensarlo un rato decidió contestar, ella había llegado a casa desde hace rato, ya era tarde y Abi tenía que descansar.
— Hola!. — contesto Diana algo distante.
— Hola, estás ocupada?. — pregunto Emir fríamente.
— No, pasó algo?. — pregunto Diana.
— Estoy afuera de tu casa, podrías salir un momento, tengo algo que decirte. — dijo Emir dejando a Diana sin opciones.
— Ya voy. — fue todo lo que dijo Diana antes de colgar la llamada.
Minutos después Diana se encontraba hablando con Emir.
— Qué haces aquí?, pasó algo? — pregunto Diana confundida.
— Solo quería verte, te comportaste muy extraño esta noche. — dijo Emir con mucha seriedad.
— Estuve igual que todos los días. — respondió Diana restándole importancia a las palabras de Emir.
— Súbete al auto, vayamos a otro lugar para hablar. — pidió Emir abriendo la puerta de su auto.
— Mejor hablamos mañana, estoy muy cansada. — alego Diana para no ir con Emir a ningún lado.
— Vamos, me gustaría pasar un rato contigo a solas. — explico Emir.
Diana terminó aceptando ir con Emir, aunque ella sabía lo que Emir quería, pero la curiosidad por saber hasta donde esté hombre llegaría era mayor.
Emir llevó a Diana hasta su casa, era el lugar donde podían hablar sin ser interrumpidos, Emir solo quería aclarar la relación entre ellos, pues Diana nunca le había dicho si quería estar con él o si pretendía tener algo serio.
— Bienvenida a tu casa. — dijo Emir una vez entraron al lugar.
— Gracias. — contesto Diana recordando viejos tiempos.
— Ponte cómoda mientras te traigo algo de tomar. — comento Emir llevando a Diana a la sala.
— No quiero nada de tomar, solo quiero saber de qué quieres hablar. — respondió Diana fríamente.
— Está bien, entonces siéntate para que hablemos. — indico Emir señalando uno de los sillones.
Diana se sentó esperando a que Emir se decidiera a hablar, ella no se caracterizaba por tener mucha paciencia y la situación la estaba molestando, Emir no decía nada él simplemente se sentó ahí a observarla y eso la tenía incómoda.
— Solo te quedaras ahí mirándome?. — pregunto Diana confundida.
— Te invité a venir, por qué quiero saber qué piensas tú de esta relación?. — pregunto Emir seriamente.
— No te entiendo, a que se debe esa pregunta?. — contesto Diana haciéndose la desentendida.
— Te lo voy a dejar en claro, yo no estoy para perder el tiempo, si es verdad me gustas mucho y creo que me estoy enamorando de ti, pero si de tu parte no sientes lo mismo, entonces mejor lo dejamos hasta aquí. — Emir sintió algo romperse dentro de él al decir aquellas palabras.
— Si es lo que tú quieres, entonces así se hará. — respondió Diana levantándose para salir de la casa.
— Así no más, es decir, está relación no significa nada para ti?. — pregunto Emir indignado.
— Yo no soy la que está rompiendo contigo, ahora sí lo que quieres es que te ruegue, déjame decirte que estás muy equivocado, yo no le ruego a nadie. — respondió Diana con desdén.
— Por qué siempre debes comportarte de esa manera, siempre ocultando lo que de verdad sientes. — dijo Emir algo molesto.
— Nunca he ocultado lo que soy, entonces no entiendo cuál es tú reclamó, o es que acaso piensas que contigo me iba a portar diferente. — aclaro Diana molesta.
— No te estoy pidiendo que cambies, porque esa forma de ser tuya es lo que me atrajo de ti, pero si me gustaría que al menos me trataras como a tu pareja. — alego Emir bajando un poco la guardia.
— Lo siento, pero no lo voy a hacer y si tanto te gusto así entonces aceptame tal cual soy. — dijo Diana ya exasperada con esa discusión.
Diana pasó, por un lado, de Emir, ella estaba dispuesta a irse y no seguir discutiendo con él, pero Emir fue mucho más rápido y la tomo del brazo atrayéndola hasta él y presionando el cuerpo de mujer contra el suyo.
— Qué crees que estás haciendo?. — pregunto Diana sorprendida.
— Si te acepto tal cual eres, solo quiero que cuando estés conmigo muestres a esa mujer apasionada que sé ,tratas de ocultar. — susurro Emir al oído de Diana.
Sentir el aroma de Emir tan de cerca y su respiración chocando contra su oído, hizo sentir a Diana algo aturdida, en ese momento la mujer que amaba con locura a este hombre tomo el control y se dejó llevar por sus sentimientos.
Por otro lado, Emir se sintió tan familiarizado con aquel momento, era como si el tiempo se devolviera y él estuviera con su amada Ana, aunque era consciente que la mujer frente a él no era su viejo amor, él sentía que con Diana podría construir uno nuevo, así que sin esperar más, él se apoderó de los labios de Diana, dándole un suave beso, era tan delicado, era como si estuviera al más preciado tesoro entre sus brazos.
Diana se dejó llevar y correspondió a aquel beso que poco a poco fue subiendo de intensidad, los dos se entregaron al momento olvidando todo lo que los rodeaba.
— No quiero que nos separemos. — dijo Emir alejandose un poco de Diana.
— Entonces solo confía en mí, no soy lo que piensas, tengo mis razones para actuar de la manera que lo hago, solo ten paciencia, solo espero que cuando sepas la verdad no me odies. — confesó Diana cabizbaja.
— Nunca te voy a odiar, no sé en que momento, pero te has metido en mi corazón y de ahí nadie te va a sacar. — respondió Emir volviendo a besar a Diana.
Después de aquella conversación, Diana y Emir se sentaron en el sofá, ellos solo hablaron por horas, hasta que el sueño los venció y se quedaron dormidos abrazados en aquel cómodo sofá.