En su nueva vida tras transmigrar a la novela, esta mujer, hija de un general y fallecida en batalla, se encuentra con una segunda oportunidad para perseguir sus sueños postergados.
Con determinación y valentía, decide usar su experiencia militar y su perspectiva única para no solo sobrevivir en este nuevo entorno, sino también para hacer un destino que refleje sus verdaderos anhelos y ambiciones.
Desafiando las expectativas impuestas por el guion original, y navegando por relaciones complejas con los personajes principales y secundarios, ella se embarca en un viaje de autodescubrimiento y redención, decidida a dejar una marca imborrable en la trama y en su propia vida.
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Capítulo 13
Pasaron unos minutos en calma y serenidad. De repente, Grace sintió un calor intenso recorrer su cuerpo. Al mirarse, se sorprendió al ver que lucía como una joven de quince años, como en una vida pasada. Respiró aliviada, contenta de no ser tan pequeña. Dejaría para después el descubrir por qué podía cambiar de tamaño; ahora debía concentrarse en lo que tenía por delante.
Grace se lanzó en un salto preciso justo cuando la criatura pasó velozmente frente a ella. El animal fue ágil, apenas esquivando por poco su ataque.
Se enfrascaron en una lucha sin tregua, donde cada movimiento era una danza mortal entre Grace y la imponente criatura. Con destreza, Grace lanzó su espada hacia una de las patas del animal, pero este esquivó el golpe con una rapidez que hizo temblar la tierra bajo sus pies. En un contragolpe salvaje, la bestia intentó morderla ferozmente, pero Grace, con una agilidad sorprendente para su tamaño, logró esquivar sus colmillos afilados.
En un acto desesperado, la criatura desató una bola de hielo hacia Grace, quien levantó su espada instintivamente para protegerse. El impacto parecía inevitable, pero en el último momento, la espada emitió una intensa luz naranja que envolvió a Grace, protegiéndola del frío congelante del hielo.
El oponente, enfurecido por la resistencia de Grace, redobló su furia.
Ella se deslizó ágilmente debajo del cuerpo de la criatura, buscando un punto débil. En un movimiento calculado, encontró un punto sensible en la cola de la criatura y, con un golpe certero, hizo que su cuerpo se paralizara instantáneamente.
El silencio llenó el aire, interrumpido solo por el aliento agitado de Grace mientras miraba con determinación a su formidable adversario, ahora inmóvil frente a ella.
Ambos quedaron frente a frente, y ella lo observó detenidamente. La criatura resultó ser una bestia de cuatro patas, pero su tamaño era asombroso, casi cinco veces mayor que el de un lobo. Su pelaje blanco era espeso y esponjoso, las orejas altas y puntiagudas capturaban el aire con cada movimiento. Sus ojos morados brillaban intensamente, destacando aún más por el diamante morado incrustado en su frente, que parecía un tercer ojo centelleante.
La criatura también observaba a la pequeña humana que casi lo había derrotado. No podía evitar sentirse impresionado por la fuerza contenida en ese diminuto cuerpo humano. "Eres muy fuerte, pequeña", murmuró con respeto, aunque al intentar moverse, su masa imponente apenas se movió, como si estuviera petrificado.
Grace quedó atónita al escuchar al animal hablar. La idea de una criatura hablando desafiaba todas sus concepciones previas. Lo señaló con incredulidad y preguntó, "¿Hablaste?"
"Por supuesto," respondió con orgullo, "hablar es natural en mi especie." Al notar que Grace palidecía, recordó que en este mundo, tales criaturas simplemente no existían. Con un toque de tristeza en su voz, añadió, "En mi mundo."
Entonces, Grace recordó que ella también era de otro mundo. Con curiosidad palpable en su voz, preguntó: "¿Cómo llegaste aquí?"
El animal respondió con una mezcla de nostalgia y tristeza: "Un hombre extraño abrió un portal en mi mundo. Me dio curiosidad y terminé en este lugar. Pero eso fue hace mucho tiempo." Un destello de emoción genuina cruzó su mirada al decir, "Eres la primera persona de este lugar que me agrada."
"Gracias..." murmuró con dudas, "mi nombre es Grace. Es un gusto conocerte."
"Ya que somos similares, ¿vivías en otro mundo, verdad?" preguntó, sintiendo la conexión desde el momento en que pelearon. Nadie, especialmente a esa edad, poseía una fuerza tan formidable como la suya.
"Creo que sí, pero nací, no exactamente como tú." Añadió tras unos segundos de reflexión, "¿Y tú cómo te llamas?" Con un movimiento seguro, desbloqueó el punto en su cola, sintiéndose más segura.
"Mi nombre es Shadow," dijo con orgullo, "tengo la habilidad de rastreo y, como viste, también el poder de hielo, pero prefiero el primero. Con un solo rastro, puedo encontrar lo que estoy buscando." Intentó ponerse de pie, pero al hacerlo, los árboles cercanos se quebraron aún más bajo su peso.
"Increíble," exclamó Grace admirada, mientras acariciaba el pelaje de Shadow, "lástima que no puedo llevarte a casa."
"¿Y por qué no?" preguntó Shadow, desconcertado. Finalmente, parecía que iba a salir de ese oscuro bosque y de esa pequeña cabaña.
Grace miró a Shadow de arriba a abajo con admiración mezclada con incredulidad. "Eres realmente grande."
Al escuchar su respuesta, Shadow redujo su tamaño considerablemente hasta quedar del tamaño de un cachorro pequeño. "¿Ahora puedo ir contigo?" preguntó con entusiasmo.
Ella asintió, todavía sorprendida. Lo tomó entre sus brazos, se ajustó la ropa y regresó por el mismo camino que habían tomado anteriormente. Sentía la urgencia de apresurarse; sus primos podrían despertarse y no la encontrarían. Se giró hacia Shadow y le preguntó, "¿Tienes alguna idea de cómo ir más rápido?"
Shadow se liberó de los brazos de Grace y aterrizó suavemente en el suelo. En un instante, creció hasta alcanzar un tamaño adecuado para que ella pudiera montarlo, y con una voz amable, le dijo: "Sube".
Con cautela, Grace ascendió a su lomo, aferrándose con firmeza a su suave pelaje mientras el aire frío acariciaba sus mejillas.
Rápidamente, llegaron a la cabaña, lo cual desconcertó a Grace, ya que no le había dado ninguna indicación sobre dónde ir.
"¿Cómo...?" comenzó a preguntar.
Shadow, anticipando su pregunta, respondió tranquilamente: "Por tu olor, y además, vivo aquí."
Grace entró apresuradamente, con Shadow siguiéndola, ahora del tamaño de un cachorro. Al llegar, se dejó caer en un sillón, pensando intensamente en cómo volver a su tamaño normal. De repente, sintió de nuevo ese calor familiar y su cuerpo se redujo a la figura de una niña de dos años. Con alivio, una gran sonrisa iluminó su rostro.
Shadow observó con sorpresa cómo Grace se reducía ante sus ojos. En su mundo, los humanos no poseían esa habilidad, ni en este mundo tampoco, según había comprobado antes. La miró fijamente, sintiendo que la reconocía de algún lugar, aunque no podía recordar de dónde. Se sentó junto a Grace, esperando expectante cuál sería su próximo movimiento.
Grace se volvió hacia él y preguntó con un tono de desconcierto, "¿Sabes qué está pasando conmigo? Y ¿por qué mi espada estába brillando?"
Shadow respondió vacilante, "No lo sé, pero estoy seguro de que mis padres lo saben." Unos segundos después dijo "Algún día te llevaré a conocerlos", mientras reflexionaba sobre cómo regresar a casa.
Ella asintió resignada ante las preguntas sin respuestas y su creciente curiosidad por el mundo de Shadow. Le preguntó: "¿Cómo es tu mundo?"
"Es un lugar lleno de montañas, ríos y enormes cataratas que parecen caer directamente del cielo a la tierra. Es una belleza impresionante..."
Y ambos continuaron charlando sin parar.
Mientras tanto, en la casa de Ericka, específicamente en la sala de juegos, una pareja revisaba meticulosamente cada rincón de la habitación. La mujer notó rápidamente que uno de los sillones, que estaba pegado a la pared, parecía estar fuera de lugar. Pasó su mano sobre el respaldo y sintió una corriente de aire frío. Actuando con decisión, retiró el sillón de un tirón, revelando ante ella un pasaje secreto.
La escena estaba cubierta por densas telarañas, tan estrecho que apenas permitía el paso de adultos.
"Por aquí, deben haber salido," señaló la mujer frente a ella.
Víctor y Ericka estaban boquiabiertos; nunca habían visto esa abertura.
Antes de que su hermana y su cuñado pudieran reaccionar, August se metió audazmente en el pasaje.
Fernando, sin querer quedarse atrás, lo siguió de inmediato.
¿Acaso los quiere por su poder, o se los sustraerá o quizás los utilize como soldados?.🧐🤨😒🤷♀️🤔