Destino A Todo Color

Nada estaba ocurriendo como Jacob lo planeo, pero eso él no lo sabía.

Confiado conducía alejándose de la casa.

A donde vamos Jacob no debemos alejarnos demasiado le dijo Johan con recelo.

A un lugar nuevo donde venden ricas malteadas, no está muy lejos tranquilo cuñado.

Elvira miraba por la ventana del auto, algo le decía cuidado mantente alerta y es precisamente lo que haría.

El ex policía encargado de vigilar a Jacob leyó un mensaje salido del teléfono de este.

El mensaje decía: Vamos en camino mantén listas dos malteadas una de durazno y la otra de fresa no olvides colocarle el sirope especial a esta.

Le aviso a Pablo y este a su vez a Sophi quien rastreo el auto, se dirigían a una calle céntrica bastante concurrida, investigo y vio que abrieron un local de malteadas recientemente y dio aviso.

El ex policía se dirigió hasta el lugar, llego minutos antes y pidió dos malteadas una de capuchino helado y la otra de fresa y galleta, se sentó en una mesa.

Quien lo atendió le miraba coqueta, incluso le pregunto si estaba solo.

Espero a mi novia, por eso pedí dos malteadas está atorada en el tráfico, dijo y le dio un sorbo a su malteada.

Espero mirando fijamente a la puerta.

Vio a Elvira entrar en compañía de Jacob y su hermano.

Jacob se acerco a la barra para hacer el pedido y en el momento en que los hermanos estaban solos, la capitana de los porristas hizo su aparición.

Hola Johan dijo coqueta mientras enroscaba una de sus trenzas en su dedo.

Hola Linda como estas respondió sorprendido.

Hola Elvira le dijo sonriente y esta le regreso el saludo.

Respondiendo a tu pregunta, muy triste mis amigas me dejaron plantada hizo un puchero, te gustaría acompañarme le dijo sonriente.

Cla... Claro Johan hasta tartamudo de la impresión.

Jacob no pidas para mí yo lo hago.

Claro cuñado, dijo sonriendo, mi plan está dando resultado celebraba en su interior.

Jacob se acercó con las malteadas.

Elvira notó que se las entregaron relativamente rápido, en comparación con otros que estaban antes y aún esperaban.

Se la paso diciendo, tu malteada de fresa mi princesa.

Gracias respondió fingiendo felicidad, miro a su alrededor y diviso a quien lo vigilaba.

Cuando sus miradas se conectaron le hizo señas de que no tomara la malteada.

Jacob se me antoja una rica rosquilla de limón para acompañar la malteada, le hizo ojitos y este idiotizado dijo, ya te la traigo preciosa.

El ex policía se levantó y avanzo hasta la mesa de Elvira en un rápido movimiento cambio las malteadas, le dejo la de fresa y galleta y se llevó la adulterada.

Fue hasta la barra.

Mi novia no podrá llegar, me la puedes dar para llevar, le alcanzo la malteada y la empleada se la envaso para llevar.

Gracias nena eres muy amable.

Elvira sorbía la malteada cuando Jacob llego con la rosquilla.

Miraba a Linda y a Johan que parecía absorto contemplando los redondos y firmes pechos, que sobresalían de la sexy blusa.

Complacido esperaba el momento en que el efecto de la droga se hiciera presente, aprovecharía la distracción creada por Linda y la sacaría del lugar.

Ya tenía reservada una habitación de hotel decorada con velas y pétalos de rosas.

Elvira terminó su malteada y le hablaba normalmente, minutos después no había ningún cambio.

Así que le escribió a su prima la empleada del lugar.

Le colocaste lo que te di.

Por supuesto que sí.

O me estafaron o algo paso, no hay cambio alguno dijo molesto.

En un lugar cercano, cuatro personas sonreían de lograr dañar los perversos planes de Jacob.

Me llevaré la malteada para que la examinen dijo Pablo y se retiró.

Elvira cansada se acercó a la mesa de Linda y Johan.

Hermano debemos volver a casa, papá se enojará hablo con tranquilidad, Jacob la miraba molesto todo su esfuerzo se fue al caño.

Linda fue un gusto, nos vemos el lunes, Johan se despido dándole un beso en la mejilla.

Los tres abordaron el auto y durante el camino le pregunto varias veces princesa estás bien.

Si me siento divinamente, esa rosquilla estaba deliciosa y ni hablar de la malteada, simplemente un sueño.

Al llegar a casa se despido de él y subió a su habitación, encontró el celular con más de 20 llamadas perdidas de pablo, Sophi y Mía.

Hizo una llamada grupal y todos le peguntaron si se encontraba bien.

Luego de comunicarle los planes de Jacob y como descubrieron todo gracias a Linda, Elvira decidió que el momento había llegado.

Jacob había ido muy lejos si no fuera por la astucia de sus amigos en ese preciso momento estaría en las garras de ese ser despreciable.

Todas las dudas quedaron disipadas, aun cuando lo desenmascare, Jacob era un peligro andante y seguro buscaría la manera de lograr su cometido.

El plan de huida debe salir perfecto cuento con ustedes envió a su pequeño grupo en un mensaje que solo podía verse una vez.

Todos enviaron un pulgar arriba.

Con ese apoyo fue al comedor a ayudar a sus hermanos con los deberes escolares.

Más tarde Mía llego con la escusa de que Elvira le prestara unos apuntes y se encerraron en su habitación.

Minutos después Kayla le llevo un jugo y panecillos, las encontró estudiando, dejo la bandeja y se retiró a seguir con sus que haceres.

Después de constatar que Kayla bajara las escaleras, Elvira le entrego, sus documentos, el dinero en efectivo que tenia y dos mudas de ropa.

Volvieron a las tareas y una vez terminaron Mía se fue a su casa.

Esa noche Elvira durmió profundamente como hacía mucho no hacía.

El domingo llego y con este la típica reunión familiar, todos se reunieron en casa de la tía Louis para hacer una parrillada.

Elvira disfrutó de jugar con sus hermanos y primos de una guerra de agua, las risas y gritos de alegría inundaban el patio familiar.

Un dejo de tristeza le embargaba, pero también un destello de esperanza.

Hermosos destellos de colores veía en toda su familia y no sabía cuanto tiempo estaría lejos o si algún día se reencontrarían, pero de algo estaba segura sería libre.