El Presidente Enamorado... Una Historia De Amor, Secuestro Y Venganza.

—Annie, he hecho cosas muy malas en mi vida, sin embargo, jamás asesine a alguien, no puedo hacerlo, pero no nos dejaran en paz hasta que no hayamos acabado con él.

—Michel, por eso dejame hablar con John, si llegamos a un acuerdo podemos liberarlo y obtener protección—le explica intentando hacerlo entrar en razón.

—Annie, ¿Es que no entiendes que esas personas son demasiado poderosas?

—¿Mas poderosas que el presidente de nuestro país? No lo creo...

—Has hablado con él ¿Verdad? —pregunta Michel, Es que es obvio que Annie siente algo por ese hombre y hará todo lo posible para salvarlo.

—Si, lo he hecho y es una buena persona, estoy segura que nos ayudará.

—¿De verdad aun crees en los reyes magos, Annie? —pregunta cínicamente, no puede entender como es tan tonta, debería haber aprendido mucho de la vida ya—estoy seguro que esta tratando de manipularte para que lo saques de aquí.

—No seas así, Michel... Dejame hablar con él—insiste.

—Esta bien, has lo que quieras, si quieres morir, adelante, liberalo, lo peor es que no irán por ti. Irán por Marcus y tu madre y todo lo que has hecho para salvar su vida habrá sido inútil.

—Michel...

—Tu serás la responsable de lo que le pase a tu familia... No lo olvides, el presidente solo te está usando, abre los ojos, maldita sea.

—Por favor, desayuna, iré a ver a John —comenta tomando la bandeja en sus manos.

—Piensa muy bien lo que vas a hacer, Annie. Nuestra vida y la de tu familia esta en tus manos.

—Lo haré, lo prometo.

John no puede creer lo que esta haciendo, realmente compartir momentos con esa chica delincuente lo asquea... Es verdad que es demasiado bonita, pero nunca podría enamorarse de una persona así... Lo mejor es seguir actuando de esa manera caballerosa, logrando que ella gane más confianza en él, una vez que salga de aquí, su amigo Michel y ella terminarán en la cárcel un largo tiempo, él se encargará de eso. Sin embargo, en este momento necesita de esa delincuente, es la única manera de conseguir información sobre esa gente. John esta ensimismado en sus pensamientos, por lo que no escucha que la puerta se abre y se sorprende al ver que Annie se acerca a su cama con una bandeja repleta de comida, sin dudas esta muerto de hambre.

—Hola, Annie ¿Cómo estas? —pregunta amablemente, debe seguir actuando frente a ella, no puede descubrirlo.

—Hola John. Aquí dejaré la bandeja, espero que disfrutes el desayuno—Annie esta despidiéndose de él, cuando escucha su voz que la detiene.

—¿Estas bien? —pregunta preocupado, el semblante de ella está tan triste, apagado, pálido ¿Por que tiene que sentir preocupación por ella? Si al fin y al cabo sabe muy bien lo que esta haciendo. Sin embargo hay algo dentro de él que le hace sentir compasión por ella.

—No te preocupes, John. Estoy bien —Annie le dedica una tierna sonrisa, pero se da cuenta que es fingida, algo ha pasado y tiene que averiguarlo.

—Algo ha pasado... ¿Michel ha regresado? —pregunta, quizás él trajo nueva información.

—Si, esta desayunando en la cocina.

—¿Te ha dicho algo, Annie? Sabes que puedes confiar en mi, que no dejaré que te pase nada —es nauseabundo tener que estar fingiendo así, pero no tiene otra opción. Jamás haría un trato con ella, ni intentaría defenderla, sabe que esta cometiendo un delito, quizás si lo hubiese liberado antes, podría haberla protegido, ahora es demasiado tarde.

—Ha pasado algo, John. Solo dejame procesar la información y luego hablaré contigo —el semblante de Annie es tan triste que John no puede evitar acercarse a ella y con una de sus manos acariciar dulcemente su rostro. Caricias qué hacen latir apresuradamente el corazón de Annie y para John no pasa desapercibido.

—Debes confiar en mi, Annie. Te protegeré a ti y a tu familia, no dudes de eso—sabe que ella no es inmune a sus caricias y debe usar esos sentimientos a su favor.

—Gracias... John —no puede evitar que las lágrimas empiecen a caer, se siente tan triste, tan desprotegida, tan sola en la vida, si tan solo su padre no la hubiese abandonado nada de esto estaría pasando. John, preso de un impulso la toma en sus brazos y la consuela con dulces palabras.

—Tranquila, todo estará bien—comenta mientras le acaricia el cabello. Sabe que solo está actuando compasión hacia ella, pero odia ver a las mujeres llorar y realmente parece estar muy triste.

Annie se siente en las nubes, después de llorar por varios minutos se siente mejor; sin embargo, no quiere que John la aleje, es tan cómodo estar en sus brazos, esos brazos tan fuertes y cálidos ¿Cómo sería tener un hombre así en su vida? Ya no estaría sola, no tendría que comer de la basura, podría pasar las noches en esos brazos, podría sentirse protegida una vez en la vida y no sentir que todo el mundo depende de ella, pero sabe que solo está pensando tonterías, posiblemente Michel tiene razón y el solo la esta usando y manipulando para salir de aquí, y la verdad es que no podría culparlo.

—¿Te sientes mejor, Annie? —el parece tan sincero, piensa ella, no puede creer que solo esté actuando.

—Si, gracias, lo necesitaba.

—Sabes que si confías en mí no tendrás que pasar más por esto sola—le promete.

—Lo se, es que estoy tan desesperada que no se que hacer, tengo mucho miedo. ¿Y si solo estás manipulándome para que te libere? Si confío en ti y tú me dejas sola... mataran a mi familia y no podría soportarlo—John abre los ojos sorprendido ¿Será tan evidente lo que esta haciendo? Si no fuera así ella no se daría cuenta, no es una chica muy inteligente, debe convencerla de lo contrario.

—Annie ¿cómo puedes creer algo así? —pregunta haciéndose el ofendido.

—¿Por qué no lo haría? Usted quiere salir de aquí y la verdad que no lo culpo.

—Annie... —John le toma las manos y las aprieta amistosamente —tienes qué confiar en mi, protegeré a tu familia y a ti también.

—Sé que no es verdad... Pero aun así, le prometo que haré lo imposible para sacarlo de aquí, con vida.

—¿A que te refieres con vida? —pregunta confundido y sorprendido.

—Olvídelo, solo fue un decir.

—No me mientas, Annie. Estoy seguro de que sabes algo más.

—Debes confiar en mi, no puedo decirte más, por el momento.

—¿Cómo pretendes qué confíe en ti, Annie? Hicimos un acuerdo y estás faltando a tu palabra—manifiesta John, algo furioso ¿Qué sucedió? ¿Por que ese cambio tan repentino en ella? Hasta la noche anterior confiaba en él, había llegado a pensar que ella tenía sentimientos hacia su persona y ahora... Este cambio tan drástico, sin embargo, por más que este furioso con ella, debe guardar la compostura, tiene que seguir actuando, de lo contrario ella comenzará a alejarse.

—John... Te prometo que sabrás todo a su debido tiempo—Aun así no puede quedarse tranquilo, algo ha empezado a dar vueltas en su cabeza... ¿Que habrá querido decir cuando dijo que haría lo imposible por sacarlo de aquí con vida? Sin dudas algo esta pasando y debe descubrir que es