Construyendo Un Imperio

La llamada no fue respondida por mi hermana, pero me comuniqué con Antonio y él me dijo que la señorita había salido con mi sobrina Mara al centro comercial para encontrarse con Bella.

Unos veinte minutos después, terminamos de desayunar y el timbre sonó, por lo que fui a abrir, sabiendo quién podría ser.

— ¿Puedes ser más descarado? — Reclamó Bella, entrando a mi departamento como un torbellino.

— No puede, pero agarra a tu sobrina, ya verá esa mujer — Mar entra también enojada, me entrega a mi sobrina y avanza dentro de mi hogar.

—¿De qué hablan? ¿Descarado, por qué?— Pregunté sin entender

— Porque te revuelcas con una chica y me pides ropa — Reclamó nuevamente mi hermana mayor

— Si fuera Lady, seríamos felices, pero no. Tú no puedes conservar tu amigo en sus pantalones — Agregó Mar — Que se muestre, ya verás que no se mete contigo otra vez. — Mostró sus puños como si fuera a golpear a alguien

— Las invito a pasar y ver que harán— Dije tranquilo, a pesar de que me ofendieron.— A la cocina

Ellas voltearon la cara y caminaron allí conmigo detrás, queriendo ver sus reacciones cuando descubran a mi Princesa en poca ropa.

Mara es una pequeña muy linda, pero con dos años ya quiere caminar y no le gusta que la carguen demasiado.

Ya desde lejos podían ver a Lady con solo mi camisa, por lo que mis hermanas se calmaron en extremo.

—Buenos días — Saludaron en unísono, mientras mi hermosa mujer estaba de espaldas, lavando lo que habíamos ensuciado.

Volteó sorprendida y sonrojada.

— Buenos días — Dijo sonriendo

— Al fin se cumplió mi deseo — aplaudió Bella.

— ¿Ya están juntos o estamos malinterpretando? — quiso asegurarse Mar

— Estamos juntos — Afirmé acercándome a ella y besé sus labios.

—¡Qué lindos!— Halagó Bella. — ¡Ups! Dejé la ropa en el auto — Sonrió y la miré serio

— ¿Ibas a mandar, a mi acompañante, desnuda a la calle?

— Sí, yo di la idea —Aseguró Mar

— Ustedes son un caso serio — Se burló Lady

— Solo te queremos a ti como cuñada, sacaríamos a la competencia. — Señaló su punto Mi hermana mayor.

— ¿Debo agradecer por eso?— Preguntó mi mujer

— Obvio, no cualquiera haría eso — Confirmó Mar.

— Es cierto — Asentí y la miré — ¿Por qué me llamaste tantas veces?

— Porque necesito un favor, aunque no estarás solo. — Empezó

—¿Qué es?— Alcé una ceja, ya preocupado, pero curioso porque ella no es de pedir nada.

— Empezaré a arreglar las cosas para mi boda, pero necesito a las mujeres desocupadas y mi mente libre, por lo que te quería pedir si cuidabas a Mara, claro, con otros hombres.

— Eso es una locura, ella jamás se quedó conmigo — Negué — ¿Qué haré cuando llore?

— No llorará, te dejaré todo para entretenerla, además, estarás con papá, Pascal, Bastian, Isaías, Federico, incluso Antonio estará para cuidarla. Es su hija, ya entiende el idioma y sus berrinches.

— Siendo así, no tengo problemas. — Acepté — ¿Ya tienen fecha para la celebración?

— Sí, se nota que no lees el grupo familiar que tenemos en WhatsApp — Volteó los ojos — Será en tres meses.

—¿Qué tienen ustedes en la cabeza? — Señalé a mis hermanas — Ambas piden dos o tres meses para casarse, ¿Cómo pueden con ese límite?

—¿Cuánto tiempo crees ideal?— Preguntó la mayor

— Un año — Dije tranquilo

— Jajajajaja tú no esperarías ese tiempo para casarte con Lady — Se burló Mar.

— Sí — Afirmé, aunque no seguro.

— Me quiero casar en un mes — Lanzó Lady

— Ok, amor, estoy de acuerdo — Aseguré

—¿Y lo de un año dónde quedó? — Rió Mar

— ¿Ves? No podrías esperar, así como tus hermanas — contestó mi mujer

— Es cierto — Suspiré

— Para aclararlo, no me casaré en un mes — Avisó Lady

— Entonces, ¿Cuándo?

— No sé, veremos en el futuro. Según como te comportes — Me dio un casto beso y sonreí como idiota.

— Demasiado amor por aquí, iré por la ropa— Bella se alejó casi de inmediato.

— TE QUEJAS PORQUE NO ESTÁ PASQUI — le Gritó Lady, riendo.

— Es muy cierto — Nos susurró Mar— Aunque estaría igual.

— ¡Tonta! — me burlé — Por cierto, ¿Cuándo debo cuidar a la pequeña?

— Hoy —Respondió

— ¿Qué? Pero, es Domingo y quiero estar con Lady

— La ves todos los días en el trabajo y ya duermen juntos. Que se traiga ropa y descansan el tiempo que les quede libre.

— No es lo mismo — Negué

— Lo sé, pero necesito de este favor— Rogó ella.

— Está bien, vuelvo a dormir esta noche— consensuó Lady

—¿Lo prometes? — Pregunté ilusionado

— Sí, hermoso — Dijo sonrojada.

Bella volvió con varias bolsas de ropa y las dejó en la isla de la cocina.

—Nunca dijiste que talle era la chica, por eso me tocó comprar diferentes.

— Gracias, te lo pagaré — Dije y me miró.

— Obviamente — Respondió ella.

— ¡Cuñadita! — Mencionó Mar — ¡Ay que lindo llamarte así!— Sonrió a Lady — Ve a vestirte, debemos hacer muchas cosas.

— Claro, ya vengo — Lady agarró todo que trajo Bella y se desapareció en mi habitación.

— ¡Más vale que sea amor real o te cortaré las pelotas!— Amenazó Bella, señalándome con su dedo.

— Y yo regaré un rumor de que eres Gay Pasivo — Agregó Mar.

A ambas las miré sorprendido, jamás esperé una reacción así de ellas.

— ¡Soy su hermano!— les recordé

— Ella es mi mejor amiga — Mencionó Mar

— Lo mismo y mi cuñada por parte de Pascal, es nuestra princesa. ¿Quedó claro?— Preguntó ella

— Más te vale que sí, porque sino le diré a Antonio que te rebane para los tiburones — siguió Mar.

—¿Te has drogado, Mar? — La miré seriamente y traté de tocarla, pero me pegó en la mano.

—¿Me dices loca? — Preguntó con lágrimas en los ojos — ¿Enserió?

— No, no es eso, sino que tus amenazas...

— No digas nada — Interrumpió — Lady merece a otro chico.

— No dije nada, tú estás bien, y yo seré un buen niñero— Dije con miedo de sus palabras.

No sé que le sucede a Mar, pero por las dudas tampoco quiero averiguar, ni arriesgar mi relación, ya que recién empieza y ellas tienen gran poder de convicción cuando quieren. Sino miren a los chefs que cayeron rendidos a sus pies. Pascal se casó y Antonio fue padre, antes del año. Ahora queda el casamiento de Antonio y los futuros hijos de Pascal.

Con las señoritas Belmonte no se juega; en sí, con ningún integrante de nuestra familia es fácil, pero sí, interesante.

Claramente, y tal como dijeron; Lady se fue con Marina y Bella, mientras quedé solo con Mara. Aunque tres horas después, llegaron los hombres.

Gracias al cielo esta niña es tranquila, sino me volvería loco.