Dos vidas unidas por un matrimonio arreglado, buscando llegar a un acuerdo para convivir y llevar una vida de tranquilidad en esa sociedad que se hace pasar por nobleza.
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13
Llegaron hasta donde estaba el abuelo Renzo, lo saludaron y el decidió hacer el anuncio inmediatamente, no quería perder el tiempo. Se levantó, todo el mundo guardo silencio, entonces el hablo.
- Amigos y familia, cómo cabeza de familia me complace tenerlos a todos aquí presentes para que sean testigos de la unión de dos grandes familias. Mi preciado nieto Ren y la hermosa primogénita de los Uchida, Saori. Que este compromiso sea el presagio de un gran matrimonio.-
Todos aplaudieron, bueno al menos la mayoría. El abuelo tomo las manos de ambos y les dió su bendición. Fue cuando muchas personas se acercaron a ellos para felicitarlos o hacerles preguntas. Saori estaba tensa, el estar rodeada de personas estaba abrumada, quería salir de ahí rápido, ella realmente quería huir pero no se le notó en absoluto ella seguía hablando con algunas personas, a algunas las recordaba y otras no sabía quiénes eran. Estaba sonriendo muy cálidamente por fuera pero sus ojos eran muy fríos, ella detestaba está hipocresía, ya no pertenecía a este lugar, este tipo de eventos, este trato.
Después de unos minutos se acercó su padre con su esposa. Yuko miro a Saori, le hervia la sangre, ella estaba espectacular, pero lo que más le calo fue el anillo que llevaba, eso parecía muy exclusivo, eso la molesto, se pregunto si realmente el joven Ootani estaba tomando en serio a su hijastra. Decidió hablar pero era mejor andarse con cuidado.
- Hija, cariño felicidades por tu compromiso, me alegro que hayas encontrado un buen hombre.-
Saori la volteo a ver, la mirada de Saori se volvió más gélida, no podía aceptar la hipocresía de esa mujer. La pondría en su lugar.
- Hija!?. Jajaja Hazme el favor de retirarte de mi presencia.-
Eso le dió escalofríos pues la mirada penetrante que le dió fue aterradora. Iba a decir algo pero le dió miedo así que decidió callar. Entonces fue Casio quien intervino.
- Felicidades a ambos, espero que la hagas feliz Ren.-
- Gracias suegro, disfruten la fiesta.-
No sé dijo nada más, Casio tomo a su esposa y se alejo, la estaba tomando del brazo pero su agarre era muy fuerte ella quería quejarse pero podía ver el semblante de su esposo, estaba molesto.
- Lo siento cariño, quería tener un ambiente agradable pero me equivoqué.-
- Si te equivocaste y espero que arregles eso. Necesito a Saori cerca.-
- Si, entiendo.-
Cuando dijo eso el la soltó y se dirigió a hablar con Renzo, ahí se encontraba su padre también.
Mientras Saori estaba ahí parada esperando la siguiente molestia que llegaría pero no la vio, algunas de sus amigas se acercaron, le preguntaron cómo estaba que dónde había estado, que si se encuentra bien y todo tipo de preguntas pues perdieron contacto con ella cuando se fue. Ella solo las consoló diciéndole que ahora estaba muy bien y que no tenían que preocuparse. Así transcurrió un tiempo hasta que Ren se acercó a ella.
- Quieres ir a descansar?.-
- Eh!, Porqué? Aún no llega la parte más divertida.-
Dijo eso ladeando su cabeza con una sonrisa muy inocente, eso le dijo todo a Ren, ella estaba esperando el plato fuerte. Entonces decidió esperar con ella. La tomo de la mano y la llevo a la mesa de bocadillos, Saori lo miro extrañada, el solo se dedicó a tomar algunos bocadillos y comerlos, al notar su mirada sonrió.
- Cariño come un poco, debes tener hambre, llevas mucho tiempo ocupada.-
El tomo algo de fruta y se lo dió en la boca, Saori simplemente lo comió, pensó que el era raro, se pregunto si realmente iba a actuar como el novio preocupado y atento. Pero muchas personas los observaban, incluso tomaron algunas fotos, por supuesto eran el centro de atención.
Ella no se iba a quedar atrás, tomo algo que parecía insípido y se lo dió.
- Cariño~ di Aaaaahh!!.-
Ren se quedó mudo, no sabía si aceptar eso, el sabía que ella lo hacía para molestarlo, el podía ver claramente sus intenciones, lo dudo tres segundos y abrió la boca, pero cuando lo hizo incluso metió hasta sus dedos de Saori a su boca, esto la dejo en shock, ella había aprendido una valiosa lección. Se sonrojo demasiado que todo mundo lo noto y empezaron a cuchichear.
Los muchos ojos que miraban los juzgan por la acción de ambos, pero a ambos no les importo, cada uno estaba pensando en cuál sería su siguiente movimiento en contra del otro. Empezó a sonar la música lenta y Ren se decidió en su próximo ataque.
- Cariño~ [Dijo en un susurro] Me permites esta pieza?.-
Le tendió la mano, Saori estaba reacia a aceptar, pues el baile no era su fuerte, al menos ese tipo de baile. Pero como era su fiesta tenían que hacerlo. Tomo la mano de Ren y se dirigieron a la pista, todos los miraban estaban atentos a cada movimiento de ellos.
- Te advierto que no se bailar.-
- Vaya, eso es inesperado. Está bien no te preocupes cariño, yo te guiare hasta el final.-
Al decir esas palabras el gesto que hizo, fue suficiente para que Saori supiera que el hablaba en doble sentido. El era muy difícil, decidió cerrar la boca y solo dejarse llevar, ya llegaría su momento.
Bailaron un rato, fue fácil para ella, pues en todo momento Ren se encargó de guiarla, el era bueno en eso. Al terminar se dirigieron a un lugar más tranquilo, este lugar realmente era como un castillo, tenía algunos balcones. Saori se acercó al balcón y se asomo, pensaba en la buenas escenas cliché que podrían suceder en ese lugar, también paso por su cabeza el saltar del balcón, porque no estaba tan alto.
- Qué es lo que está tramando mi prometida?.-
Se colocó detrás de ella, sin darle oportunidad de volverse. Saori se tenso pues de inmediato se dio cuenta que estaba en ese tipo de escena cliché. No sabía si seguir con la escena volviéndose hacia él para quedar de frente o seguir en la misma posición. Era una difícil decisión, pero decidió ser honesta.
- Yo... Quería saber que se siente saltar desde este lugar.-
Una risa baja soltó cerca de su oído lo que le dió escalofríos, ese tipo era muy peligroso. Saori solo apretó sus manos, se sentía angustiada por qué el le provocaba reacciones muy intensas.
- (Creo que el me atrae demasiado) Cuál es el chiste?.-
Pregunto volteando y quedando frente a frente, muy cerca uno del otro. Ren iba a responder cuando los interrumpieron.
- Hermana! me alegra poder verte. Te extrañe mucho.-
Ambos voltearon a ver a quien los había interrumpido, sus miradas la atravesaron, pero ella siguió ahí de pie con una sonrisa como si nada.
- Ginebra.-
Era lo único que salío de su boca. Quería decir tanto y al mismo tiempo nada. Se encontraba perdida, muchas emociones florecieron, creía que lo tendría bajo control pero se equivocó. Y para empeorar otra persona se acercó detrás de Ginebra.
- Hola Saori.-
Era Hiro con su semblante triste quizá de arrepentimiento.
- Buenas noches señor Ren , felicitaciones por su compromiso y muchas gracias por la invitación.-
Ren esperaba que Saori actuará pero ella solo se quedó callada viéndolos, no esperaba eso, creía que los torturaria ahí mismo.
- Agradezco sus buenos deseos, pero no tiene nada que agradecer ahora somos familia.-
Respondió con una sonrisa ladina, eso molesto a Hiro pero simplemente lo acepto y asíntio. En cambio Ginebra estaba furiosa, ella no podía aceptar eso, ella quería a Ren y se decidió a lograrlo.
- Cierto, tienes toda la razón cuñado, deberíamos reunirnos más seguido para conocernos mejor.-
- Gracias por la invitación pero...-
Una risa vino de Saori la cual después se volvió carcajada. Todos los presentes la miraron, estaban impresionados.
- Sigues siendo la misma mierda "hermanita".-
Eso enojo mucho a Ginebra, ella la insultaba adrede. Hiro también estaba sorprendido pero permaneció en silencio solo observando y Ren estaba encantado, quería ver hasta dónde llegaba.
- Hermana de que...-
- Cállate perra, no he terminado de hablar.-
Dijo sin ningún tapujo, se paro de manera intimidante y con el mentón en alto y observó a su presa, ella iba a destruirla.
- Escucha bien bastarda, espero no cruzar caminos contigo, [Hablaba mientras se acercaba a Ginebra] por qué si te acercas a mi o a mi prometido me asegurare de hundirte en el maldito charco de lodo que estás parada.-
Con esas últimas palabras Saori ya estaba tan cerca del rostro de Ginebra mirándola directamente. Ella tomo su barbilla con sus dedos y siguió.
- Aunque me encantaría que lo hicieras.-
Su sonrisa era tan maliciosa que Ginebra se atemorizó, no creía lo que estaba sucediendo. Su hermana la que era muy educada y soportaba críticas con su sonrisa serena, ella la estaba amenazando, de forma muy tétrica.
Por otro lado Hiro estaba en conflicto, ver a Saori así le dolió era evidente su sufrimiento al menos para el, el es el culpable de su desdicha y su dolor, pero Saori solo lo ignoro, ella lo ignoro. El estaba triste.
- Hermana discúlpame si te ofendí, yo no sé que hice mal pero me gustaría que me perdones.-
Hablo mientras empezaba a sollozar, esto hizo que Saori sonriera más ampliamente, su bastarda hermanastra no la decepcionaba ella era igual.
Ren se acercó a Saori y la abrazo como regularmente le gustaba hacerlo.
- Saori, cariño por favor cálmate, porque no vamos a descansar.-
- Ren tiene razón hermana, ve a descansar.-
Saori la seguía mirando ella era muy descarada, cómo se atrevía a llamarlo por su nombre, quería golpearla realmente deseaba hacerlo, pero esa no sería la mejor venganza, necesitaba ser paciente.
En ese momento Ginebra se acercó a Ren y tocó su brazo.
- Ren por favor lleva a mi hermana a descansar, ha de estar muy abrumada por todos los acontecimientos, ya sabes... Casarse por obligación.-
Eso quebró su tolerancia de Saori, ella iba a ser paciente y destruir poco a poco a esta zorra, pero eso no podría ser posible, ahora tenía que ser muy agresiva y pagar con la misma moneda, quitándole lo que más quiere.
Respiro profundamente y se sostuvo de Ren, volteo a mirarlo con una mirada intensa.
- Ren~ [ Deslizó sus dedos por su espalda] yo...-
Ni siquiera la dejo terminar su oración el la beso, el sabía lo que estaba tratando de hacer así que no le importo el aprovecharía está oportunidad.
Su beso se fue profundizando, tanto que Ren comenzó a tocar más allá de la cintura, deslizándose delicadamente en sus glúteos, Saori dió un respingo ahora el se estaba sobrepasando pero fue ella la que inició todo, ciertamente no dijo nada pero esa era su intención. De reojo miro la reacción de los presentes. Hiro estaba en shock pero desvío la mirada en el se acumuló la tristeza y los celos. Mientras Ginebra tenía una mirada de odio y coraje, estaba muy enojada, no podía aceptar lo que veía.