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Mi Cuñado Ahora Es Mi Esposo

Mi Cuñado Ahora Es Mi Esposo

Status: En proceso
Genre:Romance / Venganza / Amor tras matrimonio / Posesivo / Arrogante / Reencuentro
Popularitas:27.9k
Nilai: 5
nombre de autor: AMZ

Serena estaba temblando en el altar, avergonzada y agobiada por las miradas y los susurros ¿que era aquella situación en la que la novia llegaba antes que él novio? Acaso se había arrepentido, no lo más probable era que estuviera borracho encamado con alguna de sus amantes, pensó Serena, porque sabía bien sobre la vida que llevaba su prometido. Pero entonces las puertas de la iglesia se abrieron con gran alboroto, los ojos de Serena dorados como rayos de luz cálida, se abrieron y temblaron al ver aquella escena. Quién entraba, no era su promedio, era su cuñado, alguien que no veía hacía muchos años, pero con tan solo verlo, Serena sabía que algo no estaba bien. Él, con una presencia arrolladora y dominante se paro frente a ella, empapado en sangre, extendió su mano y sonrió de manera casi retorcida. Que inicie la ceremonia. Anuncio, dejando a todos los presentes perplejos especialmente a Serena.

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Capitulo 21

Aunque Serena había asegurado que estaba bien, seguía temblando como una hoja. Shakan lo notó al instante y frunció levemente el ceño.

—¿Has terminado las compras? —preguntó con voz grave.

—Ah… sí, sí —respondió ella, aún algo nerviosa.

Shakan tomó la cesta de sus manos y, sin pensarlo demasiado, atrapó también la suya.

—Entonces vamos —dijo.

Serena lo seguía intentando fingir que solo había sido un momento incómodo, no quería revelar nada en torno a lo que realmente significaba Roger para ella

Cuando estuvieron de nuevo en la posada, Serena dejó allí las compras y, como era su cumpleaños, Sonia le permitió retirarse antes de sus deberes. Fue entonces cuando Shakan le anunció que había preparado algo para ella. Quería despejar su mente de aquel mal momento y, con paso firme, la llevó al pequeño oasis cercano.

Una vez allí, le extendió un paquete. Serena lo abrió con cuidado y descubrió un libro titulado "Historias fantásticas". Al verlo, sus ojos se iluminaron; el corazón le dio un vuelco.

—¡Este libro! —exclamó con emoción—. Lo había querido desde hace tanto… —se interrumpió, mordiéndose el labio.

Nunca había podido permitirse cosas como esas ya que necesitaba ahorrar para su futuro.

La sonrisa en su rostro vaciló de pronto. Un pensamiento la atravesó como un rayo. Levantó la vista hacia Shakan y, con cierta preocupación, volvió a envolver el libro y se lo extendió.

—Devuélvelo… es caro. No tienes que gastar en algo así. Sería mejor que compraras algo para ti.

Shakan frunció el ceño, irritado por su respuesta. Sin previo aviso, le dio un golpecito en la nariz.

—Torpe. ¿Acaso estás despreciando mi regalo?

—¡No…! No es eso, en absoluto. Es solo que… —se apresuró a justificarse.

—No digas nada. Si te lo di es porque quise, y eso es lo único que importa. Espero que disfrutes leyéndolo.

Serena se quedó en silencio un instante.

—Este libro, podría llevármelo como un recuerdo de Shakan— pensó con algo de tristeza. Luego retrajo lentamente sus manos y atrajo el libro contra su pecho. Una suave sonrisa iluminó su rostro.

—Lo haré. Gracias… de verdad.

Por un momento, Shakan permaneció mirándola en silencio, atrapado por la calidez de esa sonrisa. Carraspeó la garganta para romper el momento y cambió de tema.

—¿Qué hay en la cesta que trajiste?

Con renovada emoción, Serena tomó la cesta y comenzó a sacar lo que había guardado, pequeños bocadillos, algo de fruta y, por último, un pedazo del pastel que había sobrado en la posada. Sus ojos chispearon con picardía cuando sacó, casi triunfante, una botella de vino que levantó en lo alto.

—¡Taraaa! —canturreó, presumiendo su posesión.

Shakan la observó divertido y al instante le arrebató la botella.

—¿Qué haces con esto?

—¡Eh, dámela! —protestó ella, haciendo un puchero infantil—. Es mi regalo. Sonia me la dio. Dijo que era un vino dulce y que sería perfecto para mi primera vez probándolo.

El ceño de Shakan se endureció.

—¿Vas a beber?

—Sí —respondió Serena, orgullosa—. Hoy cumplo dieciocho. Soy mayor de edad, puedo hacerlo.

Shakan negó con la cabeza, severo.

—Apenas los cumples hoy. No sabes beber y lo más seguro es que termines borracha. Te advierto, si eso pasa, te dejaré aquí.

Serena tuvo que morderse los labios para no reír a carcajadas. Le parecía divertido cuando Shakan adoptaba esa seriedad fingida para protegerla.

—No te creo nada. Sé que no me dejarías tirada. Yo confío en ti —dijo, arrebatándole la botella de nuevo.

El muchacho no respondió de inmediato. Hubo un breve silencio y, al final, suspiró resignado.

—Bebe despacio.

Serena sirvió una copa y probó el vino. En efecto era dulce, lo que disimulaba el fuerte grado de alcohol. Sin embargo, tras la segunda copa ya estaba mareada. Terminó recostada en el césped, con la pañoleta desanudada y su cabello plateado extendido como un abanico alrededor de su rostro. Las mejillas sonrojadas, la mirada perdida y una alegría exagerada.

—Te lo dije, torpe —murmuró Shakan, observando cómo se perdía entre risas tontas y palabras sin sentido.

Se tendió a su lado y, con un gesto distraído, jugueteó con un mechón de su cabello. Sus ojos verdes brillaban con una frialdad extraña, mientras un susurro escapaba de sus labios.

—¿Confiar en mí…? ¿Acaso yo mismo lo hago?

Entonces, entre los desvaríos incoherentes de Serena, unas palabras claras emergieron.

—Con ese perverso prometido… no me quiero casar… con él no me voy a casar… voy a huir… y lo voy a encontrar…

Shakan se incorporó a medias, fulminándola con la mirada.

—Repite eso —ordenó con voz baja.

Pero Serena volvió a balbucear incoherencias, perdida ya en el sopor del alcohol.

Horas después, cuando la noche casi había caído por completo, Serena despertó. Estaba cubierta con el abrigo de Shakan, mientras él permanecía sentado a su lado, vigilándola.

—Oh, al fin despiertas —comentó con sorna.

Ella se sonrojó al recordar su estado anterior.

—Perdón…

Shakan arqueó una ceja y se burló.

—Jamás volveré a aceptar que bebas una copa cuando estoy contigo. Te duermes en cualquier rincón, eso es vergonzoso...

—¡No te burles, es la primera vez que bebo! —replicó Serena, dándole un suave empujón.

Ambos rieron un momento y luego, con el ambiente más ligero, emprendieron el regreso. A pesar del gran susto que había pasado aquel día, Serena pensó que había sido uno de los más agradables, al menos por los instantes compartidos con Sonia y Shakan. Entonces, con un nudo en el pecho, comprendió cuánto los extrañaría cuando se marchara.

Roger regresó a la mansión entrada la medianoche, frustrado y con un mal humor que se reflejaba en cada paso que daba. Ninguna de las mujeres que había visto aquella noche le resultó adecuada y la que le agrado se le escapó de las manos. Gruñó entre dientes, frotándose la nuca, cuando sus ojos se fijaron en algo a lo lejos, una tenue luz, el parpadeo de una lámpara que cortaba la oscuridad.

Se detuvo en seco.

—Ese lugar… —murmuró, ladeando la cabeza.

La luz provenía del anexo, esa construcción apartada de la mansión principal, casi olvidada. Roger recordó de golpe. Allí vivía la niña. Esa prometida de la que apenas se hablaba, la pieza de ajedrez que su madre había adquirido tiempo atrás.

—Espera… —sonrió para sí, con una chispa de curiosidad encendiendo sus ojos —. Ahí está…

Movido por un instinto que no terminaba de comprender, desvió sus pasos hacia el anexo.

Serena por su parte, entre el cansancio del día y la presión constante de su futuro incierto, el sueño la había abandonado. Sintiendo que su pecho iba a estallar, tomó una lámpara pequeña y salió a buscar aire fresco.

El jardín estaba en silencio, envuelto por el manto de la noche. El rocío comenzaba a posarse sobre el césped, y el cielo, tachonado de estrellas, se alzaba imponente sobre ella. Serena se dejó caer bajo aquel viejo árbol en el que tantas veces se había sentado junto a Rhaziel. Cerró los ojos un instante, dejando que la brisa fría acariciara su rostro.

—Quizá estés viendo este mismo cielo —susurró, con una ternura dolorosa—. Quizá no estemos tan lejos…

Sus pensamientos la absorbieron por completo, tanto que no notó los pasos firmes que se aproximaban. No esperaba a nadie. Y fue entonces que una voz rompió la calma como un látigo.

—¿Tú quién eres?

El aliento se le congeló en el pecho. Esa voz. Esa maldita voz, no era otra que la de Roger.

Serena se estremeció; sus manos temblaron al aferrarse al borde de su camisón. Lentamente, como si el tiempo se hubiese vuelto espeso, giró el rostro. Y allí estaba él. Roger, de pie bajo la pálida luz de la lámpara, con ese aire de superioridad que lo caracterizaba.

El instinto le gritó que debía huir. Salir de ahí, cuanto antes. Se incorporó bruscamente, dispuesta a correr, pero él fue más rápido.

—¿Qué crees que haces? —gruñó, atrapándola del brazo con fuerza—. Te estoy hablando.

El contacto la hizo estremecerse de puro pánico. Quiso liberarse, pero la presión de sus dedos era como hierro. Roger, sin embargo, se quedó a medio reproche. Algo en ella lo desconcertó. La observó de arriba abajo, fijándose en cada rasgo con creciente atención.

La memoria le devolvió la imagen de aquella niña desaliñada y flacucha que había visto años atrás. Una cría insignificante que no merecía ni una mirada. Pero la figura que ahora tenía frente a él estaba lejos de esa impresión.

El cabello, como hilos de plata que brillaban bajo la lámpara. Los ojos, dorados, intensos como rayos de sol que desgarraban la oscuridad. La delicadeza de sus facciones, la firmeza tímida de su postura, incluso en medio del miedo.

Sí, no había duda. Era ella. La misma niña de entonces, pero transformada en algo completamente distinto.

—Tú… —murmuró con una sonrisa torcida, sus ojos encendiéndose de deseo y codicia—. Así que esta es mi prometida.

Los ojos de Roger brillaron, deslumbrados, como si hubiese descubierto un tesoro oculto.

1
Yoraima Jaimes
Ojalá que Shakan la encuentre
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Hay nooo que asco de tipo ese Roger
Mitsuki G
Por lo menos Serena logró evitar que ese desgraciado intentará abusar de ella en ese momento ya que al ver a todas esas usadas dónde ve le interesa a Serena al verla pura no como las otras más usadas que nada me alegro saber que ese tipo no la tocara hasta la boda por lo menos con lo que vimos al inicio ese tipo no pudo hacer nada por qué Razhiel llegó a tiempo quien sabe si matandolo quien bien lo merece es un parásito en la sociedad y me alegra más que esa princesa que es buena se lo quede que busque alguien más que le compre su familia este Razhiel no es para ella
Blanca Ramirez
excelente historia
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Si condesa en un par de semanas dejaras de respirar junto a tu engendro. Hay como los odio y pensar que en estos tiempos hay gente peor que esas dos escorias
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Esa dulzura y ternura de la princesa va a durar poco apenas la rechacen va a sacar su verdadero ser, bruja monte hagas ilusiones las cosas son como son
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Que Dios cuide a la pobre Selena y espero una muerte cruel para la.condesa y su engendro
Yoraima Jaimes
pobre serena
Fattim.AR.
lamento decirle esto princesa, pero Raziel ya está apartado para Serena, así que no se haga ilusiones. 😺
Mitsuki G
Hay no pobre Serena esa bruja supo hacerlo bien la tiene encarcelado en esa habitación para que no vaya a huir que mal por ella ya que terminó en una prisión donde tiene sus perros guardianes de la bruja cuidandola ya vimos como llegó a esa boda por que la bruja le impidió la oportunidad de huir y lo mejor aunque no para esa princesa mimada hueca que piensa que todo es color de rosa y creé que su hermano le busco marido por cariño es más que nada amarrar a Razhiel no por que piense en su felicidad pero me da gusto que si no se ve mala la princesa pero tendrá que esperar a otro que le compré sus padres ya que Razhiel tendrá que apurarse para salvar a Serena y ser el esposo nada más de ella si la princesa sigue necia sera la concubina despreciada
Leonor Galillejo
buen trabajo
Elizabeth Yepez
pobre serena ahora sí no va a poder escapar de horrible pesadilla
Elizabeth Yepez
no puede ser ya no va a poder ir a trabajar y como va hacer para irse y con la escoria del prometido
Alma Delia Morales
RAZIEL TIENES QUE LLEGAR PERO YAAAAAA ,ANTES QUE ESE MALDITO LA VIOLE😭😭😭😭😢😭😭😭😭😭😟😟😟😟😟
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Hay nooo autora no permitas algo tan cruel y degradante que le puede pasar a una mujer como es una violación, algún milagro debe pasar para que no llegue a la vida de Selena algo tan aberrante, no se lo merece.
Rurcel Lacourt
diooooooos pobre Serena, estoy tan desmayada como ella, aquí ando a mil para buscar una salida.
que pasará 🤔 todavía falta mucho por qué regrese su salvador.
y este loco pervertido autoritario y con una madre loca y permisiva. no podra salvarse de lo que quiera hacer este loco.😭😭😭😭😭😭😭😭
Melisuga
¡Pobre Serena!
Todos sus planes acaban de esfumarse como un débil suspiro.
Mitsuki G
Hay no pobre de Serena ya fue vista por ese patán que no dudará en algún momento de querer meterse a abusar de ella y la bruja esa sabiendo como es su hijo le da gusto en verdad pobre Serena está en un lugar complicado para huir al ser vista ahora como le hará para no ser abusada y tendrá que cerrar con cosas en su puerta en las noches y ahora sí la única salvación es que llegue su primer amigo a salvarla de esa situación
Melisuga
¡Ay, no!
Espero que Roger no logre hacerle nada antes de la ceremonia de bodas (la cual, según la sinopsis, es interrumpida por un guerrero de ojos violeta).
FairyTessa
ya no tendrá paz co este loco
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