El Protegido De La Mafia (Vol. 1)

Filippo- Necesitamos hablar.

Juana- Déjame sola por favor, ya entendí que soy prisionera aquí, no necesitas venir a recordármelo.

Filippo- No eres una prisionera, Juana, solo quiero ayudarte. No soy el villano aquí, te vendieron y te han hecho mucho daño. ¿Quieres volver a vivir todo eso de nuevo?

Juana- Simplemente no entiendo por qué quieres ayudarme, y ¿quién garantiza que tú no harás lo mismo, ya que me has encerrado aquí?

Filippo- Solo considérame un amigo, ya me disculpé por lo que hice aquel día, ahora quiero ayudarte...

Juana- ¿Y cómo harías eso? ¿Sabes lo que pasé? Me golpeó, intentó forzarme a hacer algo con él, también me mantuvo encerrada... Llora

Filippo se acerca instintivamente y la abraza, Juana llora, pero cuando se da cuenta de que está en sus brazos, se aparta.

Juana- ¡No me toques!

Filippo- Ya te dije que no te haré daño, solo confía en mí.

Juana- No confío, ¿por qué harías eso? ¿Ayudarme sin motivo alguno?

Filippo guarda silencio por un momento, él conoce sus sentimientos hacia Juana desde la primera vez que la vio, pero no quiere decírselo, al menos aún no.

Filippo- Ya te dije que soy tu amigo, considéralo como un regalo.

Juana- ¿Y qué harías para ayudarme?

Filippo- Bueno, primero llegaré a un acuerdo con él. Ya sabe tu ubicación y es solo cuestión de tiempo que te encuentre. Antes de que eso suceda, pagaré el triple del valor, pero para asegurarnos, hay algo más...

Juana- ¿Qué?

Filippo- Tendrás que casarte conmigo.

Juana- ¿Qué? No, eso no, dijiste que no soy una prisionera pero ¿quieres atarme a ti?

Filippo- Es la única solución, Juana, solo es una garantía por ahora. Después te dejaré libre y podrás hacer lo que quieras con tu vida.

Filippo sabe que no es verdad, su intención es conquistarla y quedarse con ella. Hará todo lo posible para no dejarla ir, pero si ella no lo quiere, tampoco la obligará.

Juana- Está bien, aceptaré tu ayuda, pero con la condición de que cuando todo se resuelva, quede libre.

Filippo- Como desees. Mi habitación está frente a la tuya, llámame si necesitas algo. Ya no cerraré la puerta con llave, pero no intentes escapar. Es solo cuestión de tiempo antes de que aquel anciano te encuentre. Recuerda que tu libertad está en juego y solo yo puedo ayudarte. Buenas noches.

Filippo se va.

Juana- Es la única opción que tengo en este momento. Hasta que no es tan malo, mejor que vivir con aquel viejo repugnante. Si él quiere ayudarme, lo aceptaré, y luego estaré libre de los dos para vivir mi vida en paz.