Valeria, una mujer que, tras una ruptura dolorosa, busca redescubrir su confianza y deseos más profundos. Al mudarse a una nueva ciudad para empezar de nuevo, encuentra a Mateo, un hombre enigmático y apasionado que se convierte en su vecino.
A primera vista, Mateo parece ser el tipo de hombre que desafía todas las normas y expectativas. Su vida está llena de secretos, y su atracción hacia Valeria es intensa e innegable. A medida que su relación evoluciona, Valeria debe confrontar sus propios miedos y deseos reprimidos mientras explora una conexión que desafía sus límites y redefine su comprensión del amor y la pasión.
NovelToon tiene autorización de Yu xi para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 12: Desafíos De La Atracción
Con el juego del coqueteo aún fresco en sus mentes, Valeria y Mateo continuaron navegando por las aguas de su relación, conscientes de los desafíos que la atracción constante podía presentar. Ambos sabían que mantener la chispa viva requería esfuerzo y compromiso, y estaban dispuestos a enfrentarlo juntos.
Una tarde, mientras tomaban café en la sala de su apartamento, Mateo recibió una llamada de su jefe. La expresión en su rostro cambió, mostrando preocupación.
—¿Todo bien? —preguntó Valeria, dejando su taza sobre la mesa.
Mateo asintió, aunque la tensión era evidente.
—Sí, solo que mi jefe necesita que viaje a otra ciudad por un proyecto urgente. Será una semana de reuniones y negociaciones intensas.
Valeria sintió un nudo en el estómago. Aunque confiaba en Mateo, la distancia siempre traía consigo una serie de inseguridades y miedos.
—Entiendo. Será un desafío, pero estoy segura de que lo manejarás bien.
Mateo tomó su mano, buscando reconfortarla.
—Lo sé, pero me preocupa dejarte sola. Hemos pasado por mucho y no quiero que sientas que te estoy abandonando.
Valeria sonrió, apretando suavemente su mano.
—Estaré bien, Mateo. Confío en nosotros y en nuestra relación. Además, esto es temporal. Cuando regreses, continuaremos donde lo dejamos.
Los días previos a la partida de Mateo estuvieron llenos de preparativos y despedidas. Valeria se aseguró de mantenerse ocupada, enfocándose en su trabajo y pasando tiempo con amigos. Aun así, no podía evitar sentir la ausencia de Mateo.
La primera noche sin él, Valeria se sentó en el sofá con una copa de vino, reflexionando sobre los desafíos que enfrentaban. Decidió llamarlo para escuchar su voz y sentirse más cerca.
—Hola, amor. ¿Cómo va todo por allá? —preguntó Valeria, tratando de sonar optimista.
—Hola, Valeria. Todo bien, aunque ya te extraño. Las reuniones han sido intensas, pero estoy haciendo lo mejor que puedo.
—Sé que lo harás genial. Solo quería decirte que te amo y que estoy pensando en ti.
—Yo también te amo, Valeria. Nos veremos pronto.
A medida que pasaban los días, Valeria comenzó a notar pequeños desafíos en su día a día. La tentación de caer en pensamientos negativos y la inseguridad se presentaban de vez en cuando. Decidió enfrentarlos de manera proactiva, recordándose a sí misma la fuerza de su relación y buscando formas de mantenerse positiva.
Una noche, mientras cenaba con sus amigas, compartió sus sentimientos.
—Es difícil estar lejos de Mateo, pero sé que esta separación nos hará más fuertes. Solo necesito mantenerme ocupada y recordar por qué estamos juntos.
Sus amigas la apoyaron, ofreciéndole palabras de aliento y compañía. Valeria se sintió agradecida por tener un círculo de apoyo tan sólido.
Finalmente, llegó el día del regreso de Mateo. Valeria lo esperó en el aeropuerto, ansiosa por verlo. Cuando lo vio caminar hacia ella, sintió una oleada de emociones. Se abrazaron con fuerza, sintiendo que todo volvía a encajar.
—Te extrañé tanto —dijo Mateo, besándola suavemente.
—Yo también te extrañé. Pero estoy orgullosa de nosotros. Superamos este desafío y salimos más fuertes.
Esa noche, mientras cenaban en su restaurante favorito, hablaron sobre sus experiencias durante la semana de separación. Ambos se dieron cuenta de que, aunque había sido difícil, también había sido una oportunidad para reforzar su amor y compromiso.
—Prometámonos que, sin importar los desafíos que enfrentemos, siempre encontraremos la manera de estar juntos —dijo Mateo, mirándola a los ojos.
—Prometido —respondió Valeria, sonriendo.
Valeria y Mateo disfrutaron de una cena tranquila, riendo y conversando sobre los pequeños detalles de sus días separados. Habían superado un obstáculo importante, pero sabían que otros desafíos podían surgir en cualquier momento.
Días después, mientras caminaban juntos por el parque, Mateo recibió una oferta inesperada: una promoción en su trabajo que implicaba responsabilidades mayores y, posiblemente, más viajes. La noticia era emocionante, pero también preocupante.
—¿Qué piensas al respecto? —preguntó Valeria, tratando de leer la expresión de Mateo.
—Es una gran oportunidad, Valeria. Pero no quiero que esto afecte nuestra relación. He visto cómo las cosas pueden complicarse con más responsabilidades y menos tiempo juntos.
Valeria respiró hondo, sopesando la situación.
—Mateo, confío en ti y en nosotros. Si esta promoción es algo que deseas, lo apoyaremos juntos. Encontraremos la manera de equilibrarlo.
Mateo sonrió, agradecido por su apoyo incondicional.
—Eres increíble, ¿lo sabías? —dijo, abrazándola con fuerza.
Los siguientes días estuvieron llenos de discusiones sobre cómo manejar la nueva dinámica. Ambos acordaron establecer reglas claras para mantener su conexión fuerte: llamadas diarias, fines de semana reservados para ellos, y asegurarse de que siempre encontraran tiempo para compartir momentos especiales.
La primera prueba llegó rápidamente. Mateo tuvo que viajar de nuevo, esta vez por un período más largo. Valeria se mantuvo ocupada, enfocándose en su trabajo y en sus pasatiempos, pero la ausencia de Mateo se hacía sentir.
Una noche, mientras leía un libro en la sala, recibió un mensaje de Mateo.
—Te extraño mucho. Este viaje está siendo más difícil de lo que pensé. ¿Cómo estás tú?
Valeria sonrió al leer el mensaje, sintiendo el calor de sus palabras.
—Yo también te extraño. Estoy bien, solo esperando ansiosa tu regreso. ¿Cómo va todo por allá?
La respuesta no tardó en llegar.
—Ha sido agotador, pero saber que estás ahí me da fuerzas. No veo la hora de volver a casa y estar contigo.
Valeria sintió una mezcla de emociones. La distancia era difícil, pero los mensajes y llamadas constantes ayudaban a mantener la conexión.
Una tarde, mientras caminaba por la ciudad, Valeria se encontró con una antigua amiga, Laura. Se pusieron al día rápidamente y terminaron tomando un café juntas.
—¿Cómo va todo con Mateo? —preguntó Laura, curiosa.
Valeria sonrió, compartiendo algunos de los desafíos que habían enfrentado recientemente.
—Ha sido complicado, pero estamos encontrando nuestro camino. La comunicación y el apoyo mutuo son clave.
Laura asintió, impresionada.
—Eso suena muy maduro. No muchas parejas logran mantener una relación así, especialmente con tanto en juego.
—Lo sé, pero creo que vale la pena. Mateo es alguien muy especial para mí, y estoy dispuesta a luchar por lo que tenemos.
El tiempo pasó rápidamente, y finalmente, llegó el día del regreso de Mateo. Valeria lo esperaba en el aeropuerto, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Cuando lo vio aparecer, su corazón latió con fuerza. Corrió hacia él y lo abrazó con todas sus fuerzas.
—Bienvenido a casa —susurró, sintiendo una lágrima de felicidad rodar por su mejilla.
Mateo la abrazó de vuelta, respirando hondo.
—Es bueno estar de vuelta. Te extrañé tanto, Valeria.
Esa noche, compartieron una cena casera, hablando de sus experiencias y de lo mucho que se habían extrañado. Mateo le contó sobre las oportunidades y desafíos que había enfrentado, y Valeria le habló de cómo había mantenido su fortaleza y optimismo.
—Hemos superado otro desafío juntos —dijo Mateo, levantando su copa.
—Sí, y estoy segura de que podemos superar cualquier cosa —respondió Valeria, sonriendo.
La noche continuó con risas y conversaciones profundas, reafirmando el amor y la conexión que compartían. Valeria y Mateo sabían que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre encontrarían la manera de mantener viva la atracción y la pasión que los unía.