"Una fanática decide tomar una misión imposible: salvar a su cantante favorito de las garras de la adicción, enfrentándose a los demonios de su pasado y a los peligros de la industria musical."
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CUANDO LA CALMA SE ROMPE
Pasaron los minutos y mateo y yo volvimos a la mesa , quedamos eb un total silencio hasta que el lo rompio ____ ¿Puedo hacerte una pregunta? Por fin soltó lo que llevaba rato guardándose
Lo miré con una leve sonrisa, aunque por dentro sentía que sabía lo que venía __ Sí… dime.
___ ¿Qué pasa con Ethan? . Se quedó ahí, mirándome. ___ Es que no entiendo, nena. Pensé que era Carla quien te afectaba, que era ese revolú entre ustedes… pero acabo de darme cuenta que es él. Es Ethan.
Tragué saliva. No sabía qué decir. No tenía las palabras ni las fuerzas. Solo lo miré. ___ Yo… eh... Bajé la mirada. Me sentía expuesta, desnuda emocionalmente. ___ Es mi ídolo… En cuanto salió de mi boca, quise tragármela. Me arrepentí al instante. Mateo se quedó mirándome con una ceja alzada
___ ¿Tu ídolo? - Se rió bajito ___ Wacho, nena y nadie lo sabe… ¿ Eres la fan que se enamoro de su idolo ? - la mire
Tragué saliva, sintiendo cómo se me encogía el pecho. Lo miré, nerviosa, y bajé un poco la mirada. ___Solo sé que él ha estado ahí... con su voz, con sus letras, cuando yo más lo necesitaba . Solté el aire, como si por fin dijera lo que llevaba semanas tragándome. ___ Nunca fue algo que planeé. Ni siquiera pensé que fuera posible… hasta que lo tuve cerca. Bajé la mirada por un momento, recordando. ___ Camila jamás me dijo que era su hermano, fue de sorpresa. Lo miré con sinceridad. __ En serio, jamás me imaginé que terminaría viviendo en la casa de mi ídolo, ¿comprendés? Era como un sueño... pero también una pesadilla. Porque tenerlo tan cerca… y tan lejos a la vez, duele más de lo que pensé. Hice una pausa, respirando hondo. ___ Verlo con ella, saber que no soy yo… que nunca voy a ser yo, es como tragarme un vacío cada vez que lo miro. Mateo . Se quedó callado por un momento, mirándome con calma, sin juzgar. Luego habló suave, con ese tono sincero que solo él tiene.
___ Lo sé… sé lo jodío que es eso, Aurora. No puedo decirte que lo siento porque no me ha pasao, pero... Hizo una pausa, dándome una mirada firme. ___ Aquí tienes un amigo. Uno real, que no te va a soltar aunque te sientas rota. Que va a estar pa’ ti, no solo pa’ escucharte, sino pa’ levantarte cuando no puedas sola.
Le sonreí con los ojos un poco aguados. __ Gracias… en serio, Mateo. Eres un sol en medio de este revoloteo que tengo en la cabeza. Mateo sonrió, con ese flow relajao que me hacía sentir segura.
__ Pues prepárate, porque esta noche tú no te me vas triste. Yo vine pa’ cambiarte el cuento, ¿ta’ bien?
Suspiré profundo y asentí. No sabía cómo agradecerle, así que simplemente le regalé una sonrisa. Una de esas que nacen desde el alma, no desde la cara. __ No sé qué hice para que llegaras justo ahora, Mateo. Pero gracias por estar. Mateo se inclinó un poco hacia mí, cruzando los brazos sobre la mesa con expresión seria pero suave.
___ A veces la vida manda las personas que uno necesita cuando menos lo espera, nena. Y tú… tú necesitabas que alguien te recordara que también mereces que te quieran bonito.
Le sostuve la mirada un segundo más. Mis emociones estaban enredadas, pero por dentro algo se alineaba. ___ Eso es lo más lindo que me han dicho en días… meses, tal vez.
___ ¿Y tú sabes qué es lo más cabrón? Que es la verdad. Se echó hacia atrás con una sonrisa relajada mientras el mesero dejaba los platos sobre la mesa. La comida humeante parecía cómplice del momento.
Probé el primer bocado y cerré los ojos. ___ ¡Wow! Esto está increíble. Mateo se rió satisfecho.
___ ¿ Viste? Te lo dije. Aquí uno se cura con mofongo y buena compañía.
Los dos reímos. El ambiente era cálido. Por un momento, el pasado se calló, el dolor se fue de vacaciones, y solo quedamos él y yo, en esa noche que no esperaba.
___ Sabes qué, Auro… tú mereces que te hablen como si cada palabra fuera pa’ sanarte, no pa’ confundirte. Que te miren como si fueras arte, no como una batalla.
___ Y tú mereces que el mundo sepa lo que vales. Porque a veces eres más que mi mejor amigo… eres mi cable a tierra. me rei bajito . Mateo Levantó la ceja con picardía.
___ ¿Más que tu mejor amigo? Oye, eso suena a que por fin estás reconociendo mi flow…
Solté una carcajada sincera. ___ Tú y tu flow, Mateo. El miró por un momento en silencio, luego levantó su copa.
___ Pues brindemos, nena. por los amigos que se quedan, pase lo que pase.
Chocamos las copas suavemente y sonreí. __ Por eso… y por dejar que el corazón respire un rato. Nos miramos con cariño. Ninguna palabra sobraba. Afuera, la ciudad seguía, pero ahí adentro solo existía un momento de paz entre dos almas que se cuidaban como familia. Después del brindis, tomé otro sorbo y me recosté un poco en la silla, relajada. Miré alrededor: luces cálidas, música suave, gente riendo… pero nosotros teníamos nuestra burbuja.
___ Mateo… ¿te has preguntado alguna vez si de verdad estamos donde deberíamos estar? Como si… la vida se hubiera equivocado con nosotros. Mateo se quedó mirándome fijo, sin perder esa calma que siempre me daba.
___ A veces, sí. Pero luego pienso… si no hubiéramos pasado por todo lo que pasamos, ¿tú y yo estaríamos aquí? ¿Tú sabrías cuánto vales? ¿Yo sabría cuánto puedo cuidar a alguien?
baje la mirada, conmovida. Luego suspire y volví a sonreí ___ Eres un poeta frustrado, Mateo Rivera. Mateo. Se rio con fuerza, contagiándome. La música cambió. Una canción lenta y suave comenzó a sonar. Mateo estiró la mano hacia ella.
____ ¿Bailas? - sonrió
____ Solo si prometes no pisarme los pies - rei
___ Jajaja, palabra de boricua, ¡yo bailo mejor que hablo!
— Vamos, a ver si eres tan buen bailarín como buen amigo. reí tomando su mano. Nos levantamos y caminamos hasta la pequeña pista improvisada. Bailamos despacio, entre risas y palabras bajitas. Éramos solo dos amigos, pero esa noche… también éramos dos almas sanándose sin prometerse nada, solo estando. Bailábamos lento, al ritmo de la música. No era nada espectacular, pero había una calma… una complicidad que no necesitaba palabras. Mateo me miro y dijo
___ ¿Sabes qué me rompe, Auro? Que tú no veas lo increíble que eres. Que vivas creyendo que solo brillas cuando alguien más te alumbra… cuando tú solita eres luz.
Sentí un nudo en la garganta. Bajé la mirada por un segundo. ___ Es que… a veces me han hecho sentir que no soy suficiente. Que estoy “ahí”, pero no soy la elegida. Ni la más bonita, ni la más fuerte… ni la que se queda. Mateo . Detuvo el baile suavemente y me sostuvo el rostro con ambas manos, con respeto, con ternura.
___ Tú no eres “la que se queda”, Auro. Eres la que vale la pena esperar, la que sana con su risa, la que inspira sin darse cuenta. Ethan no te salvó con sus canciones, tú te salvaste solita… él solo puso la música. Cerre los ojos por un momento, dejando caer una lágrima silenciosa. Mateo la limpió con su pulgar.
___ Y tú no estás sola. Yo no pienso irme. Así esté callao’, así no se note… yo siempre estoy.
Lo abracé fuerte, como si pudiera vaciar ahí toda la tristeza que cargaba. ___ Gracias por existir, Mateo. No sé qué sería de mí sin ti. Él sonrió, sin responder. Solo la sostuvo, sin apuro, como solo un verdadero mejor amigo sabría hacerlo. La noche había pasado entre risas, buena comida, una que otra confesión, y silencios que también decían mucho. Mateo condujo tranquilo, con una mano en el volante y otra en la música, tarareando bajito.
___ Bueno, mi sol… ya casi llegamos. ¿Estás bien?
Asentí con una sonrisa suave, mirando por la ventana. ___ Sí… estoy mejor, la verdad. Gracias por esta noche, Mateo. Por hacerme sentir liviana otra vez.
___ Pa’ eso estamos, mami. Tú sabes que cuando el mundo se ponga pesao’, yo te llevo a flotar.
___ Tú sí que eres un parche… Justo el mas bonito que tengo .Solté una risita y lo mire con cariño
____ ¡Ay bendito! No me pongas sentimental ahora que estoy parqueando, que se me vira el carro con las emociones.
Los dos nos reimos juntos. Mateo detuvo el auto frente a la casa. Las luces estaban apagadas, solo una en la entrada alumbraba con suavidad.
___ Llegamos. ¿Quieres que te acompañe hasta la puerta?
____ No, tranquilo… no quiero que nadie piense cosas raras.
____ ¿Y qué carajo importa lo que piensen? Pero está bien… si tú estás bien, yo respeto.
___ Gracias por todo, en serio. Esta noche fue lo que necesitaba. Me incline y le di un beso en la mejilla. Luego abri la puerta y baje con mi bolso en mano. Mateo me gritó antes que cerrara.
____ Aurora! Que no se te olvide… tú eres tu propio sol, ¿oíste?
Levante la mano despidiéndome, sin voltear, pero con una sonrisa que hablaba más que mil palabras. Entre a casa despacio, con el corazón un poco menos cargado. Pero sabía que al cruzar esa puerta, también cruzaba otra realidad… una en la que Ethan y Carla seguían existiendo. Cerré la puerta despacio, cuidando no hacer ruido. El ambiente estaba en calma, pero esa calma rara… De la que pesa. Subi un par de escalones sin hacer ruido, pero antes de llegar al segundo piso, la luz del pasillo se encendió. Pude ver a ethan apoyado contra la pared, con los brazos cruzados. Su voz era baja, pero directa.
___ Llegaste tarde.
Me detuvo en seco, bajando la mirada antes de hablar, con el corazón acelerado. ___ No sabía que tenía toque de queda… además, Camila sabía que saldría. Jamas me imagine que esas palabras salieran de mi boca y menos dirigidas a mi amor platónico , estoy aterrada de como he logrado fingir que ni conozco sus canciones cuando me desvivo por ellas , por su voz y por el
Se acercó un poco, sin alzar la voz, pero con tensión en la mirada.___ No es eso. Solo que… no sabía que ahora sales con Mateo.
____ ¿Y eso por qué importa, Ethan? El bajó la mirada un momento y luego la sostuvo con los ojos.
___ Porque tú nunca habías salido con nadie desde que estás aquí. Y no sé… me tomó por sorpresa.
Suspire, tragando las emociones que quería escupir, con ese tono calmado , ___ Bueno, a veces toca sorprender. Y a veces… toca seguir. Ethan no respondió. Solo la miró. Pero esa mirada decía más que todo lo que no se atrevía a decir en voz alta. ____ Buenas noches, Ethan. Subi los escalones sin mirar atrás, como me dijo Camila. Pero por dentro… cada paso se sentía como un grito contenido.
"Me ha gustado especialmente la forma en que el autor ha explorado temas profundos y universales, como el amor, la pérdida y la búsqueda de la identidad. La escritura es hermosa y evocadora, con una prosa que es a la vez poética y accesible.
"Lo que más me ha impactado de este libro es la forma en que me ha hecho reflexionar sobre mi propia vida y experiencias. Me ha hecho darme cuenta de que no estoy solo en mis luchas y sentimientos, y que hay otros que han pasado por cosas similares.
"En resumen, este libro es una obra maestra que me ha dejado sin aliento y con ganas de más. Lo recomiendo a cualquiera que busque una historia que lo haga sentir, pensar y reflexionar. Es un libro que se queda contigo mucho después de que lo hayas terminado de leer, y que te hace apreciar la belleza y la complejidad de la vida humana."