Johannes y sus hermanos llegaron a un mundo de fantasia.
Después de haber hecho un contrato, tenían una misión.
Uno, salvar el futuro de su hermana para apoyarla, dos cumplir el contrato.
Sin embargo, cuando abrí los ojos era un pequeño bebe.
¿Como es que termine de esta manera?.
Solo pude sonreir con incredulidad mientras por la ventanas miraba las montañas nevadas del gran ducado.
NovelToon tiene autorización de Alemoka para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Lo siento
Andrade asintió y con eso con el libro de magia divina estaba viendo la primera pagina.
Ahora que lo pienso, ¿Que hace aquí?.
Se supone que iba a dar seguimiento sobre la verificación de su poder divino, pero en este momento estaba aquí.
"Bien, la primera forma de verificar la paternidad del duque con el joven maestro Johannes es con una gota de sangre en estos dos recipientes".
"Asi que por favor".
Andrade señalo los dos recipientes.
"Esto es parecido a la prueba de paternidad que usan los magos".
Andrade se quedo pensando sobre eso, pero a diferencia del uso de los magos aquí se recitaba un encantamiento divino para que la sangre verificara su compatibilidad.
Mi padre saco una pequeña daga y lanzo primero su gota de sangre, en su mente empezaba a dudar.
Me extendió la daga y con eso mientras la limpiaba con un pañuelo tambien pinche mi dedo haciendo que las dos gotas de sangre empezaran a fluir.
Andrade empezo a recitar la oración y pronto el poder divino empezo a brillar en los recipientes haciendo que hubiera compatibilidad.
Realmente es como una prueba de paternidad mágica, pero con la luz y la sensación de estar en una brisa divina.
"Bueno, es obvio que eres usted el padre, duque".
Andrade dijo y mi padre suspiro con alivio.
"Si quiere podemos hacer las otras dos formas para que no vuelva a dudar".
Andrade relajado, de hecho su mirada decía que esto simplemente es ridículo.
Todos saben que son padre e hijo, no solo por su forma de ser si no porque si se vieran en un espejo, es como la misma gota.
"No hace falta".
El duque suspiro y bajo la mirada.
El arrepentimiento había llegado.
"Me deje llevar porque su magia es lo opuesto de un Balam de sangre pura".
Mi padre comento y después volvió a verme.
"Lamento esto, si tu madre estuviera viva simplemente ella no me perdonaría".
"Lo que hice fue algo humillante, ahora lo entiendo".
Mi padre dijo con una mueca incomoda y viendo fijamente esperando la respuesta.
"Fue humillante y por eso tienes razón, mi madre estaría furiosa contigo".
"Por eso fui el primero en decir sobre la prueba, por que si me rehusaba hubieras manchado mas la memoria de mi madre y eso no lo aceptaría".
Mi padre asintió con una expresión sombría de arrepentimiento.
"Te daré lo que quieras".
Murmuro.
Lo mire fijamente y después mire el sistema de nuevo.
Bienestar de aliados.
Aliados.
Asintió y dijo.
"Quiero varias cosas".
Respondí.
Mire a mi padre y suspire.
Seguía siendo el mayor de todos y tenia que hacer una base para poder protegerlos.
Me había dejado llevar por un momento, pero ahora con la magia en sus manos era hora de actuar.
Suspiro internamente mientras su padre asintió y miro al arzobispo.
"Le enviare el donativo y pido discreción de todo esto".
Mi padre les dijo y el arzobispo se le quedo mirando con una mirada seria como si lo pensara, pero en ese momento Andrade sonrió y asintió.
"El duque y el joven maestro me han ayudado con un pequeño favor que les he pedido".
Andrade dijo de forma casual mientras sintió la mirada del arzobispo.
"Si, por favor".
Tambien asentí por si alguna razón esto sale a la luz.
"De acuerdo".
Andrade guiño su ojo como diciendo, cuenta conmigo.
"Vamos, hijo".
De repente sentí como mi padre me alzo.
"Lo lamento tanto":
Lo mire fijamente y a la vez asentí en silencio.
"Quiero que cuando cumpla trece mi herencia este en mis manos".
Murmuré.
"Eso es un hecho y tu derecho".
Mi padre dijo en voz baja.
"Tendrás a cargo el territorio de tu madre".
Comento, pero aun asi el rostro de mi padre se veía algo extraño.
El ducado.
El ducado que obtuvo iba a perderlo ya que su hijo no tenia el poder para mantenerlo.
Aun asi la sensación que había tenido brevemente de que me desconociera como su hijo seguía en mi mente.
¿Puedo contar con él?.
Regresamos al ducado después de eso.
"Tambien, ¿Que pasara con el vínculo con el jaguar mágico?".
Pregunte a mi padre que asintió estando de acuerdo.
"Aun si no tienes magia de hielo, por derecho mereces hacer un vinculo con el jaguar, la bestia mágica de Balam".
"De hecho de eso se hablo en la reunion de la familia, pero no te lo había contado hasta ahora".
"Esperaba que despertarás como mago antes de eso".
"La abuela Aysel quiere que todos los nietos tengan un jaguar, pero eso si demuestran que son aptos".
"Es decir, que no sean niños con derecho, segun sus palabras".
Mi padre dijo mirándome seriamente.
"Eso aplica a los gemelos e incluso al hijo de Jullysa".
Mi padre dijo, ya que antes solo había dicho que la casa directa o la familia con magia de hielo puedan hacer el vinculo, pero por dentro estaba feliz.
Por dentro sonreí.
Pero me dio otra pregunta.
"Padre, una vez me mencionaste que siempre cuando sean miembros de Balam y tengan magia de hielo, ¿Eso aplica con la tía Aliza y sus hijos?".
Pregunte, ella nunca habia conocido a Balam pero por derecho tal vez ella merecía tener el mismo ducado Balam.
Eso me hizo pensar, si lograra que ella viniera, ¿No es la persona mas indicada para ese puesto?.
Aunque dudaba que ella quisiera venir aquí.
"Aliza".
Mi padre se quedo pensativo por un momento antes de decir.
"Si ella viniera mas al ducado y con la familia es posible que si, pero cuando se fue rompió el vinculo con su compañera porque no quería dejar su familia en las montañas":
Murmuro.
La compañera de la tía Aliza se había roto.
"Recuerdo que aunque se llevaban bien, Aliza estuvo dispuesta en dejar todo para irse con ese de Drac".
Mi padre termino comentando.
Drac.
Todo el caos depende de ese Drac.
Asentí mi cabeza.
"Haa".
Mi padre suspiro después de terminar de hablar conmigo y se retiro a su habitación sin decir mas.
Solo que me de mirando como se iba.