La Ex- Emperatriz Será Mi Esposa

Un rayo de sol pega ante los párpados de kana, lo cual hace que ella lentamente abriera sus ojos...

— ah... Duele— solo bastó para moverse y un poco para saber el dolor que sentía entre su cadera y por todo su cuerpo, más que nada ahí abajo.

— kana.— escuchó su voz entrar a la habitación, Akai traía algo consigo.— no te muevas, déjame aliviarte el dolor.

Akai antes que nada le da un beso en sus labios que ella no pudo rechazar. Luego, le quita la fina sábana que cubría el cuerpo de ella, dejándola expuesta a él nuevamente. Sin embargo, en su piel solo había chupetones en las partes más privadas de ella.

Kana sintió una crema fría en las partes donde más le dolía.

— ¿Que es?... Se siente bien.

— es un analgésicos, te ayudará a aliviar el dolor con rapidez. Anoche no querías parar, y me repetías que no te importaba el dolor en la mañana, que era la primera vez que sentías muchas emociones conmigo.

— y así fue. Recuerdo que me desmayé de tanto placer que pensé que iba a morir.

— no digas eso... Ahora que te tengo no quiero que te alejes de mi lado. Tienes buena resistencia, no pensé que podrías seguir más y aún así íbamos a la par. Quiero volverlo a intentar...— la mano de Akai se encontraba en la entrepierna de ella, intentado colocarle el ungüento sin tentarse.—... Pero en estas condiciones lo único que haría es lastimarte mas...

— no te reprimas... Si sientes que me deseas puedes tomarme, desde anoche soy tuya, así sea sin unirnos, puedes tocarme sin miedo. Ademas, el ungüento ya está haciendo la suyas, ya no me está doliendo el cuerpo.

— decirmelo de esa manera, hace que realmente tome tú palabra, está bien, solo te acariciare, hoy no pienso ir más lejos...

Dejando a un lado el frasco, Akai la besa dulcemente entre sus piernas, mientras que sus manos recorrían si cuerpo con suavidad.

“ recuerdo que tenía que guardar mis frustraciones cuando estaba casada con Raiden. Él... Apenas y podía hacerme sacar un suspiro, sus caricias carecía de afecto y pasión, y cada vez que nos uniamos en cuerpo faltaba vitalidad en sus movimientos, sabía que al separarme de él, no estaba perdiendo a un hombre que valiera la pena, ahora lucharé por el hombre que realmente lo vale, Akai"

— llegaremos mañana a primera hora...— dijo él, mientras que la besaba en el cuello.— te daré la oportunidad de hablar con mi padre y proponerle salvar a las regiones pequeñas.

— te lo agradezco... A pesar de que ya no soy emperatriz, quiero proteger a los débiles... Y más al saber que la emperatriz madre está planeando algo contra esas regiones.

Akai se detiene, y la mira fijamente.

— aún puedes volver a ser emperatriz. Serás mi esposa. Sé que es un pensamiento rápido, pero es lo que siempre he soñado... Casarme contigo y que fuera solo mi esposa.

kana lo besó con ternura en los labios. Pero luego miró un poco triste.

— ¿Que ocurre?

— yo estaría feliz de casarme contigo... Pero, te casaras con...

— ¿La ex-emperatriz?— Akai ríe suavemente— eso no tiene nada que ver. Me casare con la mujer de mi sueño, sin importarme lo que digan. Y si mi padre no está de acuerdo, dejaré mi sucesión al trono.

— ¿Harías eso por mí?— preguntó con ilusión. kana no querría que Akai perdiera todo por ella. Pero escuchar que haría todo por estar a su lado le hace sentir muy feliz.

— no... No quiero que pierdas todo por mí... Yo soy quién tiene que luchar más que todo para estar juntos. Akai...

— así será... kana.

______ en ese mismo día.

En el imperio lunar, en la frontera de dicha nación, un hombre misterioso pide una reunión con el emperador de este imperio. Sin embargo, los guardias le negaron el paso por ser un extranjero exigiendo algo que solo lo pedían los nobles reconocidos.

— dígale a su majestad que vengo por parte del imperio del Sol inmortal.

Al oír que venía de ese imperio, le hicieron saber al consejero del emperador sobre eso. No obstante, su majestad no esperó la palabra de su asistente y le dió paso de inmediato a ese joven.

— pero su majestad, no sabemos que intenciones tiene ese hombre y cuál es su motivo de que esté aquí. Hay que hacerle un chequeo y...

— por eso lo estoy dejando pasar. Para saber exactamente que es lo que quiere. Viene del imperio del Sol, de la nación de mi hermano... Han habidos problemas en ese territorio desde su fallecimiento, Akai tampoco ha regresado. No tengo la paciencia para hacer un papeleo en algo que puedo resolver en minutos, consejero.

— está bien, su majestad. Le proporcionaré guardias.

— no será necesario. Si ese chico quiere hablar conmigo, se sentirá un poco inseguro si tengo a mi protección frente a frente...

— pero...

— nada. Ya tengo a mi único guardaespaldas que trabaja en las sombras. Dile a ese joven que se reúna en mi oficina.

Aquel hombre de cabellos blancos como la nieve caminaba hacia su despacho, donde se encontraría con el individuo. Él pensaba un poco preocupado.

“ Akai no ha regresado, debió hacerlo hace un par de día. Él es rápido. No creo que lo hayan descubierto, le di órdenes que se fuera sin trasporte para no levantar sospechas. Al menos de que no esté solo... Escuché que Kana se separó del emperador y que dejó el palacio...— saca un suspiro, ya que conoce a su hijo— Ahora lo entiendo. Akai tiene consigo a la ex-emperatriz... Ese muchacho no desaprovecha la oportunidad de tenerla a su lado, que hasta el final lo consiguió. ¿Será que ese joven está aquí por la ex-emperatriz?"

El emperador sabía muy bien que su hijo solo amaría a una sola mujer, a pesar de la edad de Akai está para el matrimonio, no había podido comprometerlo con alguna doncella porque él simplemente las rechazaba. Aún, deduce que ese desconocido este aquí por algo importante, o tal vez en busca de alguien.

El joven hombre que solicitó llega al despacho del emperador, acompañado con los guardias, que lo han dejado solo en la puerta por órdenes superiores.

— joven, he oído que vienes del imperio del Sol. Las cosas no han tendido un buen semblante allá ¿No?

— así es, su majestad. Por eso he venido. Para advertirle y pedirle su ayuda.

— antes que nada. Dame tu nombre y en pocas palabras, la razón de tu llegada.

— me llamó Aoi, y vengo por dos motivos, para avisarle de lo que planea hacer la emperatriz madre, y lo segundo... Para proteger a la ex-emperatriz, kana, mi hermana.

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