UN AMANTE MAYOR ADINERADO PARA EL OMEGA

Lisandro nunca pensó que Renée, ese Omega optimista y tonto, también carecería de seguridad.

Cada vez que él salía, él se quedaba junto a la puerta y lo veía irse, como si nunca fuera a regresar. Estaba pensando que tal vez era hora de que se casaran. De todos modos él se graduó y alcanzó la edad legal.

Si Renée hubiera sabido lo que Lisandro estaba pensando ahora, ¡se quedaría boquiabierto!

En realidad, Lisandro ya había vivido una vida aislada. Antes de conocer a Renée, nunca había estado con ningun/a Omega.

Además, se sentía bien consigo mismo. ¿Ver? Que llevaba tres años de relación y nunca se habían peleado.

Lisandro no le contó a Renée sobre el asunto del matrimonio. En su opinión, por más perezoso que fuera, solo necesitaba esperar para ser su novio.

Había estado ocupado preparando la boda, por lo que rara vez tenía tiempo para Renée, mientras Renée estaba inmerso en su dolor por la posibilidad de perderlo.

Un día se aburrió e invitó a salir a Gerald.

En una cafetería...

Gerald, que llegó tarde, atrapó a Renée, que estaba esperando a fuera. Llevaba un traje rojo ajustado que dibujaba la línea de su figura de reloj de arena, haciéndolo parecer bastante sexy.

Un estafador que andaba por aquí se acercó a él sonriendo.

_ Chico, estás bonito. ¿Puedo conocerte?.

Esos estafadores lo tomaron como un Omega de la calle. De hecho, bastantes Alfas le habían pedido que abriera una habitación con ellos.

_ ¡Quizás deberías conocer a la muerte antes de conocerme a mí! _ Dijo Renée con impaciencia. Cuando levantó la cabeza, vio a Gerald, así que lo saludó con la mano y le dijo.

_ ¡Guardia! ¡Protege a tu reina!

Gerald puso los ojos en blanco y luego caminó hacia él. Echó una mirada al grupo de estafadores con sus ojos penetrantes y luego dijo con voz fría.

_ ¿Saldrán de aquí ustedes mismos o les pediré a mis guardaespaldas que los echen de aquí?.

Sus palabras realmente asustaron a esos estafadores. Se miraron pero nadie se atrevió a hacer nada.

Las dos iban vestidos con estilo, bonitos y refinados. Pueden ser de familias ricas y poderosas, lo que hizo que esas ratas tuvieran un poco de miedo.

Después de sopesar los pros y los contras, el líder dijo algunas palabras bonitas y luego se fue.

Renée tenía curiosidad.

_ ¿Realmente trajiste guardaespaldas contigo?.

_ Lo aprendo de laa películas de la televisión _ Dijo Gerald con franqueza.

Pero eso fue sólo una escena en la televisión, pero no sucederá en la realidad, lo que significa que él no trajo nada en absoluto.

Renée estaba allí de pie, mareado. Luego le dio unas palmaditas en el hombro a Gerald y dijo.

_ Nunca espero que seas un rey de las películas.

Incluso Gerald sintió frío por él al ver su shorts.

_ ¿Por qué te vistes como un perro cachondo?.

Se frotó la cara y dijo.

_ Quiero probar un estilo diferente _ Quizás a Lisandro le gustaban los perros, como esa Omega.

"…"

_ ¿Que estas esperando? ¿Qué pasa si esos imbéciles regresan?.

_ Mi pie quedo atrapado aquí.

Gerald se quedó sin palabras y puso los ojos en blanco

_ Entonces inclínate para sacarlo. No es la gran cosa.

Renée fingió estar pensando por un momento y luego dijo lentamente _ Pero creo que agacharme para quitarme el hilo es como agacharme para recoger un jabón. Es posible que me 'apuñalen' por la puerta trasera.

Gerald frunció la boca.

_ Lo piensas demasiado. ¿Quién te 'apuñalaría' por la puerta trasera a tanta luz del día?.

Aun así, Renée fingió estar pensando por un momento nuevamente y lanzó un largo suspiro.

_ No lo sé. Por si acaso.