¿Seré Una Gordita Con Suerte?

Mientras vamos en el auto le digo —Massimo, será que me puedo quedar hoy en tu casa?… él me mira sorprendido y dice — pues tenía una mujer esperando por mi, pero tú eres mi mejor amiga, y me necesitas ahora, así que vamos… sonrio y con melancolía le digo — gracias…

Son las 6 de la mañana, me levanto sin hacer ruido, me alisto y salgo del apartamento de Massimo, bajo y pido un taxi en recepción. Cuando voy llegando a casa de Bruno, solo ruego al cielo que aún esté dormido, pero da la casualidad que está el carro de la señora Estefanía, es extraño que un viernes ella esté aquí tan temprano.

Entro sin hacer ruido y escucho unas voces en el despacho, me acerco despacio y alcanzo a escuchar a Bruno discutir con su mamá, no entiendo mucho porque hablan la mayor parte en italiano. Él le dice — Come è possibile che tu non sappia dove si trova (cómo es posible que no sepas dónde está)… la señora Estefanía responde en un tono tranquilo —Lei è una donna grande può prendersi cura di se stessa, io non sono la sua babysitter, sono felice che inizi a vivere ( ella es una mujer grande, puede cuidarse sola, yo no soy su niñera, me alegra que empiece a vivir)… él bufa y dice —te parece correcto que alguien que está bajo nuestro cuidado, se esté yendo con quien sabe quien; ella debe respetar… la señora Estefanía pega un grito y dice — me alegra que esté saliendo con alguien, es una linda chica y merece ser feliz; además, eso era lo tan urgente que tenias que hablar conmigo, hijo no te parece que es muy temprano para discutir, pues a mi si; así que me iré a mi casa a domir, te quiero… antes que él pudiera decir algo ella ya había salido, menos mal alcancé a subir rápido.

Él es tan temido por muchos por ser un gran doctor y tiburón en los negocios, que nadie nunca se ha atrevido a dejarlo con la palabra en la boca, la única que tiene ese privilegio es su madre, definitivamente.

Mientras él está revolcándose en su propia ira, el mayordomo toca su puerta y dice — señor disculpe, para avisarle que la señorita Abril acaba de llegar… Bruno pone las manos en forma de puño encima del escritorio y dice — donde está?… el mayordomo dice — en su habitación…. Sin más Bruno sale disparado hacia la habitación.

Estoy dándome una ducha para salir al jardín un rato, quiero terminar de leer un libro de una historia de amor súper linda, aprovecharé que hoy las clases son virtuales, así que no tengo afan de alistar nada, mientras estoy consumida en mis pensamientos, escucho como entran al baño y al voltear veo a Bruno, parado ahí al frente con su mirada de furia y un aura fría, su aspecto me da tanto miedo que no me percato que estoy desnuda en frente suyo; fueron unos segundos que él se quedó ahí parado observándome; luego interrumpió ese silencio incómodo diciendo — te parece correcta la hora de llegar Abril?… en ese momento me percato de mi desnudes y rápidamente cierro la llave y salgo en busca de una toalla, luego respondo enojada —que le sucede señor?, no ve que estoy en la ducha, debería ser más respetuoso… él da una sonrisa hipócrita y dice — así como tú respetas esta casa?… me envuelvo en la toalla y respondo —yo no la he irrespetado… él se acerca y dice — crees que llegar a esta hora es respetarla, ademas sin saber con que tipo de gente te estás relacionando, no te da miedo salir lastimada, estás vulnerable Abril, piensa un poco…. Camino hacia la salida del baño y digo — en más vulnerabilidad me siento acá con usted señor… el hace un gruñido y dice —‘cómo así? Jamás te haría daño, no entiendo por que me dices eso, no quiero pensar que eres una desagradecida… suspiro y respondo —lo siento no quise decir eso, es solo que no entiendo porque se enoja tanto, enserio no estaba haciendo nada malo y mi amigo es una buena persona… Bruno se acerca a la salida de la habitación y con el seño fruncido dice —ok, si es tan bueno como dices, quisiera conocerlo… cierro los ojos porque en ese momento el sale lanzando la puerta.