Entre Su Amor Y Mi Amiga.

Sofía comenzó a caminar hacia la carretera para poder llamar a un taxi, ella iba caminando muy molesta y sus lágrimas estaban acumuladas en sus ojos a cada que podía cerraba los ojos con fuerza y las dejaba salir, la rabia la estaba consumiendo como pido ser tan estúpida y ahora todos le creían a ella.

Sofía pensaba en miles de escenarios si Franco se casaba con ella y en todos alejarse era su mejor opción, ella no quería perder a Franco, porque lo amaba, pero solo le restaba esperar.

Mientras tanto, en la mansión Rizzo Katrina enfrentó a Katy ella no podía creer lo cara dura que era.

—Por qué armaste todo esto Katy, siempre he sabido de tu amor por Franco, pero él jamás te ha dado entrada. —Dijo muy enojada.

—Mi hermana me contó el día que llegó lo que pasó entre ellos sin ella saber que era él y se quiso volver a ir. — Siguió Katrina.

—Yo le aconsejé que hablara contigo y te dijera lo que sentía por Franco. — Seguía hablando mientras Katy no decía nada.

—Después de ese día me dijo que se había cansado de rechazar a Franco porque, según tú, el día del regreso de ella él te pidió tener algo y hasta te beso. —Se acercó más a Katy.

—Y sabes que el día que Franco llegó a casa para que Franklin y yo lo ayudáramos con Sofía revisé las cámaras para ver si mentía. —Se volteó a ver a Esteba, Katherine, Franco e Isabella.

—Y en las cámaras se vio que jamás hablaron a solas y también me di cuenta de que la que abrió la puerta cuando ella me contaba sobre ella y franco, fuiste tú.

—Tú inventaste todo, tú los pusiste en contra y por eso mandé a Sofía engañada a las Bahamas y Franco se le metió en el avión. —Concluyó y todos miraron a Katy.

—Si van a obligar a Franco a que deje a la mujer que ama, primero pídanle pruebas concretas a Katy.

 —Tranquila Katrina, vamos al jardín. —Las gemelas y Aisha se la llevaron al jardín, mientras Katy quedó con preguntas que no podía responder con pruebas, al menos.

Por otro lado, los chicos seguían buscando a Sofía, llamaban y el teléfono sonaba apagado, Franco estaba desesperado hasta que corrió al ver a Sofía por la avenida, iba caminando cabizbaja.

—¡Amor! Espera Sofi. — Gritó Franco, pero ella no lo escuchó, entonces corrió y la abrazo por la espalda.

—Detente mi diosa, vamos a casa, sí. —Dijo y ella levantó lentamente su cabeza hasta mirarlo.

—¿Y bien.? ¿No te casas? —Pregunta entre lágrimas.

—Sí, contigo —Ella levanta de golpe la cabeza y él asiente.

—Te dije que confiaras en mí o no.

—Lo hiciste, pero ellos le creen a ella.

—A mí me importas tú y me encantó que me defendieras.

—Siempre amor. —dijo y se besaron hasta que alguien se aclaró la garganta.

—Interrumpo. —Preguntó Rodrigo padre y ellos separaron.

—Bebé regresemos, debemos hablar en casa. —Dice y ella niega.

—No, papá, allí está esa mentirosa y no la quiero ver.

—Tampoco vas a huir y aún debemos hablar sobre eso de que te fuiste por ella y Franco, siempre pensé que fue por la enfermedad de Katrina. —Dijo y ella negó con su cabeza.

—No, papá, me dolió alejarme y ahora me siento estúpida por hacerlo.

—No debiste hacerlo, es cierto, pero no eres tonta, por eso eres leal, ahora regresemos. —Dice Rodrigo y el hermano de Sofía la abraza.

—Mi pequeña rojita, por favor no lo vuelvas a hacer sí, me asustaste, debemos hablar cuenta conmigo, lo sabes no. —Dice abrazándola fuerte.

—Lo sé hermanito. —Todos regresan, hasta llegar a la mansión de nuevo.

Katrina entra abrazada a su padre y su otra mano estaba entrelazada a la de Franco.

Todos la miraron y su madre corrió hacia ella, igual que su tía Isabella y Ashley.

—Muñequita ven por favor, estaba asustada, no debiste irte. —Dijo Sofi a su hija Sofía.

—si pequeña siempre cuentas con nosotras. —Esa fue Ashley.

—Sabes que eres mi otra bebita y te adoro, aquí estoy siempre. —Aseguró Isabella.

—No podía quedarme todo esto, me enfado mucho.

En la sala solo estaban Rodrigo, Max, Franco, Sofi, Ashley e Isabella, Katy y sus padres no estaban y los demás se habían ido al jardín.

Franco tomo la mano de Sofía y habló.

—No sé si estén de acuerdo, pero Sofía es mi novia y será mi esposa muy pronto y no me casaré con nadie más. —Habló Franco hijo.

—Y si eso quiere decir que deba alejarme de la familia, lo voy a hacer todos hicieron sus vidas y son felices con quienes aman, pues amo a Sofía y no pienso perder la de nuevo, no esta vez. — Dijo firme mirando a cada uno en la sala.

—No es necesario que te alejes Franco, yo… Quiero pedirles disculpas en nombre de mi hija, creo que no aprendimos con lo de Esteban y las chicas, ya que se nos salió de las manos. —Dijo un apenado Esteban entrando al lugar.

—Katy se vio acorralada y habló, pero no se arrepintió y sigue firme en su decisión de intentar estar con Franco. —Dijo y Sofía se acercó a él.

—Tío el comportamiento de ella no tiene nada que ver con su trabajo como padre, cada quien tiene un libre albedrío, ella decidió actuar así. —Dijo y lo abrazó.

— Solo necesita ayuda y mucho apoyo. —Volvió a decir y él asintió.

Katy estaba con su madre en una de las habitaciones y esta le estaba tratando de hacer entender que estaba mal lo que había hecho, pero Katy estaba cegada por la envidia y el odio.

—Perdón, hijo, no debí dudar de ti. —Dijo el padre de Franco y su hijo lo abrazó.

—Nadie dudaría de ella, papá te entiendo, aún me cuesta saber, siempre fue mi amiga, la veía como veo a las gemelas.

—Por mí tienen mi bendición, pero no hay apuros, quemen sus etapas. —Dijo Rodrigo y abrazo a Franco y luego a su hija.

—Por mí no hay problemas.— todos aceptaron y franco miro a Sofía.

—Ya te lo pedí, pero me lo devolviste y eso no se hace eh… —Franco bajo una pierna al suelo y se arrodilló.

—Sofía, quieres ser mi novia y en un futuro no muy lejano ser mi esposa. — Sofía asintió y lo besó.

Él colocó el anillo en su dedo, se levantó y dijo.

—No lo vuelvas a quitar o te tatuaré un anillo justo aquí solo dirá Franco, muchas veces gata llenar el espacio. —Todos se rieron…

—Vaya, esto es de familia, sí que eres tan celoso como Franco. — Dijo Esteban volviendo a actuar como es él, luego tocó el hombro de Rodrigo.

—Hey hermano, Franco junior, si tiene oficina…—¡Esteban! —Gritaron todos el unísono e Isabella se sonrojó recordando aquella vez que estuvo de traviesa en la oficina de Franco, su esposo.

—Yo solo digo… — Se rio y todos negaron.

—En mi noviazgo con Katrina dijeron lo mismo a que se referían —Preguntó Franklin y Katrina lo apoyo en su pregunta, ya que los vieron llegar y entraron a la sala.

—No le hagas caso a Esteban, hija, no es nada. —Le dijo una colorada Isabella a su ahijada Katrina.

Franco fulminó a Esteban a pesar de los años, él seguía con su misma personalidad y un error de su hija no dañaría tan larga amistad, no eran tres meses, eran décadas de amistad y compañerismo.

Luego de eso salió Katy molesta, no saludó a nadie, solo se plantó frente a Sofía y dijo.

—Esto no se queda así… lo quiero y lo voy a conseguir. —la castaña salió molesta y Katherine salió detrás a disculparse con todos, pero no era su culpa.

Luego de todo el drama, Franco se fue con Sofía a su apartamento en dónde a partir de hoy vivirían juntos, él no quería alejarse de ella en ningún momento.