Del Odio Al Amor

Cuando Sofía pudo levantarse de la cama, Cecilia la llevo a ver a su esposo, al llegar Lucrecia quiso impedir su paso, pero al recordar que ella estaba esperando a su nieto desistió y no la molesto, al fin de cuentas el niño por nacer es un Ivanov y si algo le pasaba por su culpa el patriarca de la familia la despertaría.

— Amor, por favor despierta, te necesito conmigo. — dijo Sofía llorando.

— Los doctores lo mantienen dormido. — respondió Cecilia.

Las dos mujeres se quedaron unos cinco minutos en la habitación, pues este era el tiempo que habían dado de permiso para que Sofía pudiera ver a su esposo.

Una semana había pasado y los doctores empezaron a despertar a Adrik, la inflamación de su cerebro había disminuido considerablemente, pero mantenerlo dormido por más tiempo era riesgoso para su salud.

Sofía también estaba mucho mejor, así que le permitieron estar presente cuando al fin su esposo despertara, también estaban Dimitri, Fedor y Lucrecia; al menos los dos hombres apoyaban y consolaban a Sofía.

— Todo estará bien, hija verás que Adrik despertara y ustedes volverán a ser felices junto a su bebé. — dijo el abuelo Dimitri.

— Gracias abuelo, tu siempre tan considerado conmigo. — Sofía se sentía tranquila por el apoyo que le daba el abuelo de Adrik.

El procedimiento empezó por parte de los doctores para despertar a Adrik, retiraron el sedante y ahora solo quedaba esperar a que sus efectos pasarán, el doctor explico que ese proceso puede tardar y que había que tener paciencia.

Sofía fue llevada a su habitación en el hospital, pues ella aún debía mantener reposo, estando en su habitación llegó Cecilia a visitarla.

— Hola amiga, te ves cada día mejor. — dijo Cecilia.

— Gracias por tus casi, cumplidos. — respondió Sofía con una sonrisa a medias.

— Qué te pasa Sofi?, te ves ansiosa.

— Hoy le quitaron el sedante a Adrik y no sé por qué?, pero estoy muy nerviosa, es como si algo me dijera que las cosas no serán iguales.

— No te preocupes amiga, verás que todo estará bien y ustedes serán más felices que antes.

— Eso espero Cecilia.

Sofía sentía en su corazón que vendría una gran prueba que debía superar, solo esperaba que su amor fuera tan fuerte como para lograrlo.

— Ya no te preocupes por eso, mira, mi papá nos va a prestar el dinero para montar nuestro propio bufete de abogados.

— En serio?, entonces tenemos que trabajar bastante para pagar rápido ese préstamo.

El ánimo de Sofía mejoro muchísimo, ella pensó que esto era un buen augurio y que todo estaría bien, las dos mujeres se quedaron hablando por una hora, hasta que Cecilia se tuvo que ir, Sofía volvió a quedar sola y pensando en su nuevo negocio, solo esperaba que todo resultará bien para ella.

Estando sola en su habitación Sofía se encontraba mirando por la ventana, sentada en una de las sillas de su habitación, la puerta de se abrió de repente, ella no se molestó en mirar hacia atrás, simplemente hablo.

— Pensé que hoy no me tocaba ningún medicamento. — dijo Sofía pensando que era una de las enfermeras.

— Eres tan estúpida, si quisiera acabaría con tu vida en este preciso momento, querida hermana. —

Sofía volteó de inmediato, pues ella había reconocido aquella voz.

— Qué demonios haces aquí?. — pregunto Sofía cambiando su tono de voz.

— Vaya, vaya!, pero miren quién sacó las garras, eres tan patética hermanita. — dijo Alina sonriendo.

— Sal de mi habitación, no tengo nada que hablar contigo. — dijo Sofía volviendo a mirar por la ventana.

— Ay, querida!, siéntete poderosa, mientras te dure.

Alina salió de la habitación, ella solo fue a verificar que Sofía había sobrevivido a ese accidente, el cual planeo ella, su intención era que ambos murieran, pero la suerte estuvo del lado de ellos, ahora le tocaba pensar en otro plan para deshacerse de Sofía y Adrik.

Una vez salió Alina el doctor a ver a su paciente.

— Señora Ivanov, buenos días. — dijo Fernando serio.

— Buenos días, doctor Aguirre, yo me siento bien, solo con mucho sueño. — respondió Sofía.

— Es normal en los primeros meses de embarazo, después no podrás dormir mucho, así que aprovecha ahora. — respondió el doctor.

— Cuándo me darán de alta?. — pregunto la joven.

— Te tendré en observación un día más y luego te daré el alta. — dijo el doctor.

— Está bien, esperaré con ansias ese momento.

— Bueno, por aquí todo está bien. — dijo el doctor terminando el chequeo.

Sofía volvió a quedarse sola en la habitación, para ella un segundo parecía una eternidad, pues aún no le daban noticias de su esposo y las enfermeras ya no le permitían salir.

Estando perdida en sus pensamientos recibió un mensaje de un número desconocido, ella lo abrió y empezó a leerlo.

"Tú no me conoces, pero siento simpatía por ti, solo quiero decirte que tengas cuidado, el choque no fue un accidente, fue algo planeado, la persona que lo planeo tiene interés en desaparecerte del mapa"

Sofía quedó en schok, ella intentó llamar al número, solo que este salía fuera de servicio y si fuese verdad que intentaron asesinar a Adrik y a mí, debo investigar que fue lo que ocurrió, Sofía estaba sumida en sus pensamientos y sin darse cuenta se quedó dormida.

"— Ya no te quiero, mírate eres tan insignificante, yo prefiero a tu hermana así que vete y no me vuelvas a buscarme nunca más.

— De qué hablas amor, soy tu esposa.

— ja, ja, ja, eres una ilusa, ten presente que para mí no eres y nunca serás nada."

Sofía abrió los ojos sobresaltada, respiro profundo y se dio cuenta de que solo era un sueño, sintió algo húmedo en el rostro y cuando llevo sus manos a este se dio cuenta de que estaba llorando, pensó que debía ser el embarazo que le estaba afectando en sus emociones y que estaba más susceptible.

La noche había llegado y en la habitación de Adrik sus padres estaban a la espera de que esté empezará a despertar y así fue, la primera vez que abrió los ojos reconoció a sus padres, pero en cuestión de segundos volvió a quedarse dormido, ellos ya sabían que el proceso así sería.