El amor no necesita ser perfecto, solo debe ser verdadero.
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Cuerpo y alma.
Después de que Mabel concilio profundamente el sueño, Bastian beso su frente, la cobijo y se fue levantando lentamente para no despertarla.
Se puso unos pantaloncillos, tomo su teléfono y salió de la habitación, y mientras bajaba las escaleras llamaba a Nil, quien al tercer tono abrió la línea.
📲 Hola hermano, ¿todo bien?.
📲 Si hermano, pero dime, ¿quien lo hizo?.
📲 Los videos y el testimonio de N, apunta a una sola persona y es a tu socio, Nathan Brown.
📲 ¿¡Que!?, ya decía yo que su comportamiento no era para nada normal, es un hijo de...
📲 Calma, sabes que hay muchas maneras de hacerlo pagar, ¿no crees?.
📲 Tienes razón Nil, así que primero quiero que pierda uno a uno a sus proveedores, luego a unos cuantos socios hasta que quede en bancarrota, pero antes de eso le mandare un recordatorio qué nadie puede meterse con mi mujer.
📲 Entendido jefe.
Nil corto la llamada, pensó por un momento lo que su hermano dijo, "su mujer", suspiró porque hasta un tonto podría entender lo que quiso decir, disipo sus pensamientos y movilizó a su gente para iniciar con el ataque.
Mientras que Bastian se sentó en el sofá pensando como alguien podía obsesionarse con una persona al grado de hacer un desastre, respiro con pesadez porque deseaba tenerlo enfrente en este momento para molerlo a golpes hasta que suplicara,
Se levantó del sofá y camino hacia el ventanal e intentó tranquilizarse, al lograrlo prendió la pantalla de su teléfono y al ver la hora sabía que su madre ya estaría despierta así que deslizó su número y comenzó a sonar.
Al segundo repique se escuchó la dulce voz de su madre Ginebra.
📲 Hijo mio, ¿pensé que jamás llamarías?, sabes que nunca me a gustado ser ostigoza, pero Bastian me preocupa al no saber de ti por varios días.
📲 Te pido disculpas mamá, pero necesitaba escucharte.
📲 ¿Escucharme?, Bastian, hijo, te conozco, así que es mejor que me digas, ¿que sucede?.
📲 ¿Recuerdas que un día te hable de Mabel?.
📲 Si, si, la niña que conociste cuando estabas con mi hermana y que me dijiste que se robo tu corazón, pero, ¿que con eso?, espera, ¡¿la encontraste?!.
📲 Nuestro encuentro fue una casualidad mamá, cerré trato con Nathan y resultó que trabajaba para él.
Al terminar de decirle, su madre grito tan fuerte que Bastian alejo el teléfono de su oreja.
📲 Yo sabía que sus caminos se cruzaría de nuevo, y nada de casualidades mi amor, sus almas están unidas, Bastian estoy muy feliz por ti mi bebe, pero espero que pronto la traigas a Londres y tener el honor de conocerla.
📲 Lo haré madre, lo haré, solo que hay varias cosas por solucionar primero, pero también quería compartir mi felicidad de que Mabel acepto ser mi esposa.
📲 ¿¡De verdad!?, ¡Felicidades!, hijo espero que también hayas pensado en casarte ya, sabes que los problemas aparecen sin ser invitados, así que si no lo habías contemplado, hazlo, verás que tengo razón.
📲 Lo pensaré madre, pero mejor dime, Dylan, ¿como esta?.
📲 El está bien hijo, te extraña demasiado.
📲 Dale un beso de mi parte y dile que pronto estaremos de regreso, madre, me tengo que ir, luego hablamos.
Ambos se despidieron y cortaron la llamada, Bastian se quedó pensando lo que dijo su madre y pensó que quizás sus palabras tendrían sentido sin saber que los problemas estaban cada vez más cerca.
Su mirada estaba puesta hacia el cielo esclarecido, disipo sus sinfín de pensamientos y regresó a su habitación donde aún dormía su hermosa prometida.
Puso su teléfono en vibrador, se recostó a su lado y al abrazarla automáticamente se quedó dormido...
Mientras que en el aeropuerto internacional descendía del avión Talo el hombre de confianza de Ivar, quien iba con el corazón en las manos, sabía que de esta no saldría.
Porque por primera vez después de muchos años no pudo culminar un pedido de su jefe, a paso firme camino hasta salir del aeropuerto donde ya lo esperaban para llevarlo al lugar favorito de su jefe.
Lo subieron a la camioneta, le cubrieron los ojos, ataron sus manos y se fueron a alta velocidad, Talo sabía que mientras esa camioneta se moviera su vida estaría intacta, pero cuando se detuviera sabía que todo había terminado para él.
Y así sería, pues Ivar estaba listo, esperándolo con gran desesperación, ya que por su ineptitud tendrá que casar a su hija.
Al verlo llegar de inmediato señaló para qué lo sentarán, y sin cuestionarle, solo lo hizo sufrir hasta que su alma se extinguió, quedando como una leyenda en la agrupación, "el gran Talo".
Ivar limpio sus manos con desagrado, mientras todos sus hombres lo veían, ya que ellos habían presenciado la tortura de Talo, dejándoles en claro que si se equivocaban terminarían igual o peor.
De inmediato movilizó la última esperanza de encontrar a Mabel y por fin quitarse a Sandro de encima quien nuevamente ya lo había amenazado de que si no cumplía el trato se fue desoidiendo de los pedazos de su empresa.
Así que busco gente capacitada y especializada en encontrar las madrigueras, donde el aseguraba que su hija intuía que la buscaba y se estaba escondiendo.
Los hombres salieron en diferentes camionetas a direcciones diferentes, para tener el mapa cubierto y en esta ocasión Mabel no se escapara...
Bastian al despertar se alarmó al no sentir en la cama a Mabel, se levantó y al escuchar la regadera camino hacia el baño, donde vio a su amada bajo la lluvia artificial.
No dudo y decidió hacerle compañía, Mabel al sentir sus manos acariciar su cuerpo sonrió — hola mi amor.
— hola mi vida— la giro hacia él y devoró sus labios dejando casi sin oxígeno a Mabel quien al separarse solo sonreía y en su rostro se podía notar lo enamorada que estaba de ese hombre frente a ella.
Bastian al verla sonrojada y agitada no dudo en tomar sus piernas y alzarla, pegándola a la fría pared, donde nuevamente se besaron y unieron sus cuerpos bajo la lluvia.
Al salir, Mabel se enredó en una toalla y salió del baño, se sentó en la cama muy pensativa, ya que ella no tenía una prenda para cambiarse, Bastian al verla se acercó a ella y le dio un beso para que saliera de sus pensamientos.
— ¿qué sucede amor?
— no tengo ropa para vestirme o solo que, ¿dónde esta el vestido?.
— olvida el vestido, amor ya lo tengo solucionado y no debe tardar— ella lo vio asintiendo, se levantó y lo abrazó con fuerza.
— gracias mi vida.
Y tal cual lo dijo, trajeron ropa para Mabel, quien estaba sorprendida, pero feliz, se cambió por una hermosa blusa en tono verde limón y una falda de talle alto color blanco.
Abrocho sus zapatillas, peinó su larga cabellera, tomo su bolso y saco su maquillaje de el, se maquilló se aplicó brillo labial, se perfumó y salió de la habitación.
Bajo las escaleras para encontrarse con Bastian quien ya la esperaba sentado en el comedor con la comida servida.
— ven, comamos— Mabel de inmediato se sentó y se sirvió en su plato.
— amor, aún no puedo entender, ¿quien sería capas de hacer lo que hicieron en la habitación del hotel?.
Bastian al escucharla tocar el tema de lo sucedido en la noche anterior solo asintió, estaba dispuesto a contestar su pregunta, pero no tenía pensado decirle que su enfermo jefe no resistió verlos felices a ambos e hizo el desastre.
— solo diré que la obsesión es enfermiza, amor — Mabel lo vio sin entender a que o a quien se refería— pero tranquila que haré pagar al que se atrevió a tocar tus cosas.
Solo asintió y siguieron comiendo en total calma, Bastian la observó y nuevamente las palabras de su madre se venían a su mente.
— ¿amor? — Mabel volteo a verlo cuando él la llamo, tomo su mano y dejo un beso en su dorso.
— dime mi amor, ¿qué pasa?.
— si te dijera que nos casaríamos hoy o mañana, ¿lo harías?— Bastian pregunto un poco temeroso, ya que esto sonaría muy apresurado y quizás a Mabel no le gustaría.
Su amada prometida lo observó mientras que una amplia sonrisa se dibujaba, se levantó de su silla y fue al lado de su amado para abrazarlo.
— claro que lo haría, mi amor, ya han pasado demasiados años como para aún seguir esperando ser tu esposa.
Bastian al escucharla sonrió se levantó, de un movimiento tiro los platos que estaban en la mesa, cargo a Mabel y la subió a la mesa y la comenzó a besar con desesperación, mientras ella desabotonaba su camisa.
— espera, vayamos a la habitación— ella negó sorprendiendo a Bastian, pero le gustaba esa iniciativa de su amada.
— solo amémonos aquí — sonrió con malicia y así lo hizo, abriéndose paso por esa falda que facilitaba en momento.
— me encantas mi amor— y al finalizar su frase el esporádico silencio fue invadido por el sonido de la mesa y sus excitantes gemidos.
Y donde una vez más se unían en cuerpo y alma, siendo ambos tan insaciables e incansables.
viejo maldito