El Demonio Y La Villana.

Ya que Charlotte ha aceptado el trato, espero a media noche para adentrarse a la habitación de la reina, ella duerme tranquilamente, aunque para evitar que despierta, usa un conjuro de sueño o más bien, le ha puesto uno donde no pueda despertar hasta el amanecer y mientras tanto, estará soñando una pesadilla. Después de hacer eso, busco entre las joyas de Kristen, encontrando lo que Charlotte le ha pedido, así que se apresura a salir de esa habitación.

— pero miren a quien tenemos aquí, ¿no es su majestad el emperador Lucifer?— se escucha una voz femenina.

Lucifer voltea hacía la azotea y era una hermosa mujer sentada en la orilla de ese techo, la mujer era hermosa, aunque su piel era de un color diferente, pero sus ojos eran de intenso rojo y cabello blanco, Lucifer sonríe con burla.

— vaya, quien lo diría, una sucia sucubo, déjame adivinar, la reinita es una de tus tantas bastardas que has dejado en este mundo.— se burla.

— ¿y que si lo es? Aléjate de ella, no permitiré que la toques.— expresa furiosa.

— ¿acaso me ves desesperado como para tomar una sucia cría de sucubo? Por favor, no vale ni mi tiempo. Largo de aquí si quieres que te queme la cara.— Lucifer crea una especie de fuego negro en la palma de su mano.

— no te metas donde no debes Lucifer, regresa a tu mundo y deja a mi hija es paz.— la mujer deja ver sus largas garras.

Salta hacía Lucifer para atacarlo, pero él logra sostenerle el brazo y tras dar un giro, la suelta causando que ella choque contra la pared, la sucubo se reincorpora y se lanza de nuevo al ataque, pero el albino es más ágil, hasta que la golpea contra el suelo de la azotea y coloca su pie en la espalda de la mujer y sostiene su brazo hacía atrás.

— pobre reina, se va a morir cuando sepa que viene del vientre de una come sem*n.— se burla.

— maldito hijo de perra, no vengas a intervenir en su vida.— le grita furiosa.

Lucifer solo le tuerce el brazo, el hecho de que sea mujer, no lo detiene y menos cuando se trata de esa clase de demonios, que son un plaga cuando dejan a sus hijas en el mundo humano, puesto que interfieren en la vida de otros causando problemas, tal y como es el caso de la reina, la cual arruino la vida de Charlotte.

— aunque en este caso, creo que no fue tan malo, no quiere decir que me agrade que dejes a tus crías en el mundo.—

Lucifer hace aparecer una espada y atraviesa la espalda de esa mujer, ella se queja de dolor y en cuando tiene una oportunidad se escapa volando. Lucifer solo la deja ir, con el daño que le hizo duda que regrese pronto, sabe como son las sucubos y no pueden arriesgar su vida solo por una cria que abandonaron, seguramente a de tener otras, una menos no le importará.

Después de ese molesto encuentro, llego a la habitación donde Charlotte ya esperaba y es que se demoro demasiado.

— ¿acaso te quedaste a contarle un cuento para que se durmiera?— le pregunta con burla.

— también le di beso de buenas noches.— responde, mientras le entrega una pequeña caja roja.

— tan amable, eso explica porque te trae ganas.— responde.

Charlotte abre la caja, donde se puede ver un pequeño collar, con una medalla de una piedra azul, uno de los primero regalos que Daryl le dio a Kristen, porque el color de la piedra la recordaba a sus ojos. Demasiado cursi que hasta dan ganas de vomitar arcoiris; Charlotte guarda la caja, pero repentinamente Lucifer la carga y la avienta a la cama, subiéndose sobre ella.

— es hora de pagar el favor.— pasa su mano suavemente sobre los labios de la chica.

Charlotte se muestra tranquila, y no piensa admitir que la cercanía del albino le pone un tanto nerviosa, así que rodea el cuello de Lucifer para atraerlo más cerca.

— debes estar demasiado ansioso para apresurar tu recompensa.— se burla.

— de vez cuando necesito acción.—

Y antes que Charlotte pueda decir algo, aprovecha para unir sus labios en un fogoso beso, pero ella no se piensa dejarse intimidar, así que corresponde el beso, saboreando los labios del albino, al ver que la chica corresponde, continúa deslizando su mano por la pierna de la chica, lo cual la hace sobresaltarse, pero intenta no ceder, sabe que el albino lo hace para molestar y ponerla nerviosa. El beso se hace más intenso, sus leng*as se entrelazan entre si, buscando ganar el control de aquel beso, pero ninguno pensaba ceder, hasta que sus respiraciones hicieron falta, ambos se separan apenas unos milímetros de sus labios, respirando con agitación y mirándose a los ojos. Charlotte empuja al albino del pecho para que se aparte.

— bien, es hora, debo cumplir mi parte del trato, así que, ¿que lado prefieres?— pregunta.

—¿que? ¿como que lado?— observa confundido.

— has dicho que querías dormir conmigo, es lo que haremos, ¿no? Solo elige que lado de la cama prefieres.—

— bruja, no creas que te saldrás con la tuya, sabías a lo que me refería.— desliza su mano en la pierna de la chica hasta estar bajo el camisón.

— ¡oh!, Tú te refieres a eso, deberías especificar, creí que solo querías compañía.— responde con una sonrisa de burla.

Charlotte le detiene la mano y lo empuja para quedar encima del albino sosteniendo sus manos por las muñecas sobre la cama.

— ¿seguro que es lo que deseas? No quiero arrepentimientos mañana...—

— ¿por qué me arrepentiría? Creo que esa pregunta es para ti, ¿estás segura de dar tu cuerpo?— sonríe ladino.

Charlotte no responde más, pero usa la cadena roja para mantener las manos atadas del albino por encima de su cabeza, mientras ella, comienza a desabotonarle la camisa y se inclina para darle una mordida en el cuello, asegurándose de dejarle una gran marca. Lucifer se sobresalta, pero con solo eso, ya sentía que su cuerpo comenzaba a reaccionar, era bastante obvia la atracción que tenía por la joven; Charlotte desliza su mano por el pecho expuesto del albino, delineando cada músculo marcado en su abdomen y eso, solo hacía que Lucifer se sintiera más ansioso, incluso se sobresalta cuando siente la mano de Charlotte tocarlo en la entrepierna.

La chica le muestra una sonrisa ladina, mientras frota la mano aún sobre la ropa y Lucifer no puede evitar respirar un poco agitado, incluso intenta liberar sus manos, pero esas cadenas son las mismas que lo mantienen atado a ella a ese mundo.

— bruja maldita, te gusta tentarme, te vas a arrepentir.— le amenaza.

— ¿o quizás es otro el que se esta arrepintiendo?— se burla.

El albino no parece estar cooperando mucho en ese momento y eso que parecía ser el más interesado. Charlotte se mantiene sobre el regazo del albino, quitándose el camisón que llevaba puesto en ese momento, sorprendiendo a Lucifer al ver que no llevaba nada puesto bajo esa tela, observa cada centímetro de su cuerpo, una blanca y tersa piel, pechos redondos y de un tamaño justo, no son grandes, ni pequeños, bajando, puede ver un abdomen plano, una cadera ni tan pequeña, ni tan ancha, así como piernas bien torneadas y justo entre ellas, esa zona que lo estaba tentando aún más, Charlotte se arrima un poco, presionando esa zona contra la evidente dureza del albino, aunque esta sigue cubierta con la ropa, sentirla sobre él, solo le hizo sobresaltarse, pero por puro instinto empujo hacía arriba su cadera y ante esa sensación, Charlotte dejo salir un breve jadeo.

— maldita sea...no me pienso detener.— Lucifer uso todo su poder, rompiendo las cadenas que sostienen sus manos.

Sujeta a Charlotte de la cintura y la tira sobre la cama, ella se sorprende pues no creyó que logrará liberarse y antes de poder reaccionar, Lucifer ya estaba degustando uno de sus sen*s, mientras el otro lo amasa con la mano, ella se sobresalta, pero no intenta huir. Lucifer sigue jugando con ese botón rosa entre sus labios, chupando y lamiendo, mientras que el otro, era atendido por su pulgar, Charlotte solo deja escapar un par de jadeos ante esa sensación placentera que es causada por las atenciones que le da el albino.

Lucifer comienza a avanzar hacia abajo, dejando un camino de besos húmedos hasta llegar entre las piernas, pasando la lengu* entre esos suaves pliegues, notando lo mojada que ya comenzaba a estar Charlotte, prueba de que estaba disfrutando lo que él le hacía, besa, lame y chupa sin detenerse, incluso usa un par de ded*s para hundirlos en ese cálido interior, sintiendo la suavidad de este, Charlotte sentía su cuerpo estremecer ante cada atención que recibía, hasta que no pudo contenerse más sintiendo su primer clím*x.

Charlotte respira agitada, mientras que Lucifer se relame los labios, pero libera su dureza, la cual ya estaba siendo dolorosa debido al pantalón, por supuesto, Charlotte no pudo evitar mirarlo, era grande, pero no le preocupaba, imagina que el demonio tiene bastante experiencia y que sabrá como satisfacerla. Sin embargo, al no sentir vergüenza, sujeta la dureza entre sus manos y se acomoda pasando su leng*a de arriba hacía abajo, Lucifer se sorprende por ese atrevimiento, pero no la detiene, por el contrario observa fijamente como la chica lo saborea como si un dulce se tratará, lo introduce entre sus labios, usando su lengua mientras se mueve de adelante hacía atrás, Lucifer estaba encantando al sentirse envuelto en esos suaves labios, además, nunca espero que ella hiciera algo así de atrevido. Su mano a la nuca de la Charlotte y el mismo comienza a moverse, Charlotte se lo permite, pero cuidando de que este no se pase.

En verdad que era placentero recibir una felaci*n, pero ya no aguantaba más, era otra parte donde realmente quería entrar, así que aparta a Charlotte y la empuja de nuevo para que se acueste sobre la cama, sujetando sus piernas para separarlas y se acomoda, frotando su dureza entre los pliegues, viendo lo ansiosa que se pone Charlotte.

— deja de jugar...— le riñe.

Lucifer sonríe ante su regaño, pero esta vez, no duda en hundirse en ella de una sola estocada, causando que Charlotte deje salir un quejido, eso fue doloroso, pero se mezclaba con el placer; Lucifer comenzó a moverse despacio, viendo la reacción de Charlotte y es que ella sentía un leve dolor al inicio, pero poco a poco, el placer ganaba, de modo que Lucifer comenzó a moverse con mayor frenesí, Charlotte jamás imaginó que su cuerpo sería tomado por el mismísimo emperador del infierno, pero eso era lo de menos, porque ahora solo estaba centrada en el placer que le hacía sentir al moverse dentro de ella, las estocadas eran bruscas y el demonio sabía como moverse para darle placer, incluso lleva su mano a su entrepierna, frotando con el pulgar ese pequeño punto que hace estremecer a Charlotte y apenas puede contener sus jadeos. Lucifer se inclina cerca se su oído.

— deja salir esa voz, que importa si escuchan, así sabrán que tu esposo te tiene satisfecha.— susurra a su oído y lo muerde suavemente.

Charlotte lo pudo contenerse más, dejando salir sus jadeos mientras Lucifer se movía, sus cuerpos se estremecían, una y otra vez en cada embestida, hasta que juntos alcanzan el clím*x, sintiendo sus cuerpos estremecer de placer y Charlotte puede sentir perfectamente la semilla del demonio derramarse dentro de ella, él la abraza quedando cerca de su oído.

— eres mía Charlotte Layton y lo que resta de la noche, te tomaré una y otras vez hasta que ya no puedas más.— le susurra al oído.

Charlotte sintió un cosquilleo en su cuerpo al escuchar tan cerca la excitada voz del demonio y el aliento tibio de este chocar contra su piel.

...

Si leyeron el capítulo, quiere decir que la app si me lo acepto al primer intento, significa que es la verdad original. 🫢