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Cómo Ligarte Sin Querer A Un Millonario

Cómo Ligarte Sin Querer A Un Millonario

Status: En proceso
Genre:Romance / Comedia / CEO / Arrogante / Ligador / Apoyo mutuo / Mujeriego enamorado
Popularitas:63.8k
Nilai: 4.7
nombre de autor: SaraWells

«En proceso»Destiny Love llevaba una vida tranquila trabajando como coordinadora de eventos en el club de solteros Lovely, pronta a contraer nupcias con su novio de la infancia hasta que un día se topa con el guapo y descarado James Miller quien llegó a poner su mundo de cabeza con una propuesta que no pudo rechazar.

Dispuesto a conservar su posición como nuevo CEO del negocio familiar, James está obligado a ponerle freno a las aventuras de una noche que lo sostenían medianamente cuerdo ante el dolor de su reciente ruptura. Por lo que decide contratar los servicios de una curiosa y poco atractiva mujer para entretenerse.

Ese trato inusual los embarcará en la dulce historia que cambiará la vida de ambos.

NovelToon tiene autorización de SaraWells para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

12.

Jennifer dejó sus llaves en la mesita del vestíbulo y colgó su bolso en el perchero, mirando el abrigo negro de Kean y una bufanda blanca de lana.

Frunció el ceño e inspeccionó su aspecto en el espejo antes de entrar a la sala. Parecía haber envejecido cinco años en las últimas horas. No había dormido muy bien porque Jun pescó un resfriado la tarde anterior, debido a que el irresponsable de Kean lo llevó al parque sin ningún abrigo.

Se sentía cansada. Había tenido un exitoso pero exhaustivo cierre de mes en su restaurante y para agravar la situación, tuvo que lidiar con Taylor y su madre esa mañana. Ambas mujeres no se aburrían de cantarle el mismo cuento desde hacía siglos.

 Reconocía que cometió un error casándose con Kean a los diecinueve años, sin ningún conocimiento de la vida. Pero no necesitaba que se lo recalcaran a diario.

Kean le daba una vida de princesa en cuanto a lujos se refería, incluso había financiado su restaurante con dudosas probabilidades de éxito. Sin embargo el amor y la ilusión con las que se había casado, ya no existían. Sus amigas le decían que luchara por sacar su matrimonio de la monotonía pero en noches como esas, Jennifer deseaba tomar a su hijo en brazos y huir tan lejos como fuese posible. Aunque Kean se volvería loco si ella desaparecía llevándose a Jace.

Su hijo. Por Jace soportaba todos los desplantes de Kean hacia su persona. Su marido había sido un hombre adorable, cariñoso, el príncipe azul que toda niña idealiza. Pero con los años fue perdiendo el brillo de su armadura convirtiéndose en un hombre déspota y arrogante.

Una risita femenina proveniente de la biblioteca captó su atención. Esperó en la sala, con los hombros caídos y la mirada baja, como la esposa sumisa y recatada que Kean había creado. Escuchó los pasos gráciles de su marido fundiéndose con el estrépito de unos zapatos de tacón. Un atisbo de consuelo la invadió, lidiar con Tara, la esbelta asistente de su marido, era mejor que verle la cara a su suegra gruñona.

—Buenas noches, señora —le saludó Tara, separando sus carnosos labios carmines.

—Es bueno verte, Tara —respondió Jennifer, inclinando la cabeza.

Kean le dio un beso en la mejilla sin retirar su brazo de los hombros de su asistente. Ese gesto siempre la hacía sentir como una visitante indeseada en su propia casa.

—En un momento estoy contigo, cariño. Acompañaré a Tara hasta la puerta —anunció Kean, pasando a su lado.

Jennifer suspiró, apoyando las caderas en el brazo del sofá. No cambiaba los muebles desde hacía cuatro años. Antes de la llegada de Jace, se pasaba los días entre recorrer tiendas en el centro comercial con sus amigas y el restaurante. Pero en la actualidad con el niño, su tiempo de diversión se había fraccionado al límite y no se quejaba. Adoraba a su bebé.

—Bien. —Kean regresó a la sala frotándose las manos—. A la habitación, de inmediato.

Jennifer dio un respingo por la estruendosa voz autoritaria de su esposo.

—¿Qué dices?

Kean puso los ojos en blanco torciendo el gesto.

—Es viernes, ¿recuerdas? —dijo pausadamente, picando la sien de su esposa con el dedo índice—. Lo hacemos todos los viernes.

—Pero ni siquiera es hora de cenar —replicó Jennifer, poniéndose de pie.

—No tengo tiempo para cenar querida —sentenció irritado, mirando cada tres segundos su reloj de pulsera—. Tengo que estar en el aeropuerto antes de las diez.

—¿Saldrás de viaje? Pero si regresaste del último hace un par de semanas.

Kean se encogió de hombros.

—Negocios son negocios, querida —se acercó a ella y le acarició el brazo—. ¿Te apuntas o no?

—¿Me estás ofreciendo que vaya contigo? —preguntó. Sus ojos grises refulgieron con esperanzas renovadas. Un viaje sería perfecto para salvar su matrimonio al borde del colapso.

—No, estoy hablando de sexo.

—Ah. —Jennifer agachó la cabeza—. Entonces, no.

—¿Segura? Me iré por un mes —informó, depositándole un beso en la comisura de los labios.

—Sí, estoy segura.

Kean suspiró perezosamente.

—Tú te lo pierdes. Luego no quejes por mis infidelidades. —Las palabras a Jennifer la golpearon con la misma fuerza hiriente de un látigo, abriendo viejas heridas en su corazón—. Espero que cuando regrese hayas perdido un par de kilos. Así me facilitarás mucho más las cosas en la cama y me evitarás la vergüenza de aparecer con una esposa poco atractiva en la gala de beneficencia.

Kean se giró a mirarla, chasqueando los dedos de su mano derecha.

—¿Qué esperas para subir a preparar mis maletas? ¡Muévete!

Jennifer enderezó los hombros y levantó la barbilla. Borrando de su expresión todo rastro de sufrimiento.

—Hazlo tú o pídeselo a una sirvienta, imbécil. —Y temerosa de las consecuencias, corrió a encerrarse en la habitación de su hijo.

...***...

Taylor Ross entró en la habitación de su hija Ava, de seis meses de edad, acompañada de su esposo. La cogió en brazos y se sentó en la silla mecedora junto a la ventana.

Ava y Henry eran el regalo más grande que la vida le había dado después de una infancia atestada de sufrimiento creciendo al lado de su abuelo.

Sus padres habían muerto en un accidente automovilístico cuando ella tenía seis años y desde entonces su sonrisa se apagó.

Henry y ella fueron novios desde que inició la secundaria. En aquel entonces Henry trabajaba en su mansión como jardinero para sostenerse mientras cursaba la universidad. Pero mientras vivieran bajo el techo de Griffin Owen ella sabía que nunca serían felices.

Con tan sólo quince años de edad, decidió escapar con su novio quien estaba dispuesto a olvidar su sueño de ser profesor de literatura para darle a ella todo el amor y cariño que se merecía. Taylor tenía grandes planes para sus vidas, pero todos ellos fueron truncados cuando Griffin la forzó a regresar con él en base a amenazas contra el hombre que ella amaba.

Lo abandonó con todo el dolor de su alma, y los tiempos más oscuros se cernieron sobre ella. La noche en la que su abuelo la sacó a rastras del humilde departamento que Henry rentaba para ella quedó grabado en su mente y en su corazón para siempre. Hubo un tiempo en el que incluso aborreció a sus padres por morir sin ella, Taylor de verdad hubiese preferido morir que vivir al lado de un hombre cruel y despiadado como lo fue Griffin Owen.

Tiempo después de su separación de Henry, su abuelo la forzó a mudarse con él a España. Por fortuna para ella mientras residían en un país extraño, vino la noticia del cáncer pancreático de Griffin. Muriendo dos años después de su diagnostico.

En nombre de aquel amor que ella perdió mudándose a España, regresó a Nueva York con el único propósito de ayudar a las personas a encontrar al amor de sus vidas. Así nacieron las agencias de citas Lovely y sus filiales. Pero ese no fue el único objetivo de Taylor al regresar a la cuidad, no descansó hasta reencontrarse con Henry y fue como si el tiempo lo hubiese conservado solo para ella. Su encuentro fue casi mágico, él aun estaba soltero ejerciendo su carrera de profesor… solo hubo un pequeño obstáculo en su unión, pero ella y su determinación pudieron solventarlo.

Henry se arrodilló junto a la silla, apoyando la barbilla en el hombro de su esposa, mientras acariciaba la cabecita castaña de su hija. Ava había heredado la piel lechosa de su madre, y los ojos grises de su abuela materna. Henry adoraba a sus dos mujercitas, y conociendo el duro pasado de Taylor se había prometido protegerlas con su vida. No la perdería otra vez; a ninguna de las dos.

—Sabes, ayer me encontré con esta jovencita… —vaciló un segundo intentando recordar el nombre de la empleada de su esposa—, Destiny.

Taylor se tensó, presionando contra su pecho a Ava.

—¿Sí, y qué sucedió? —preguntó, señalándole el firmamento a su pequeña que había abierto los ojos.

—Pues nada, creo que estaba mudándose con su novio porque llevaba consigo una maleta —suspiró, apreciando a su esposa dándole de amamantar a su hija—. Parece un buen muchacho.

—Bien por ella —musitó, pero algo en la versión de la historia no encajaba—. Aunque esta mañana recibí su informe de incapacidad, al parecer fue operada de apendicitis. ¿Crees que falsificó el documento para irse de vacaciones con su novio?

Henry se rascó la cabeza, su intención no era meter en problemas a esa pobre chica.

—También necesitas una maleta para ir al hospital, ¿no? Y ahora que lo mencionas la noté un poco pálida —mintió—. Iré a prepararte el baño.

—Está bien, cariño.

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Doglis Seijas
noooooooo, las vas a terminar /Cry//Sleep/ se terminara mi entretenimiento..../Sob//Sob/ bueno tomate todoooo el tiempo posibleeee, para q la termines/Grin/
Clemen Franco Arevalos
Me encanta la abuelita, muy liberada! 😊😉👌👌
Doglis Seijas
dios¡¡¡ cuerda de hienas, debe llegar el león a poner orden /Casual/ellos son invencible juntos fuertes y no van a derrotar ese amor bonito q se tienen...
Yesica Sosa
amo a jamesss
Clemen Franco Arevalos
Cómo no 😀 😀 😀 muy graciosa 😀
Doglis Seijas
estoy esperando con ansias la investigación de Oliver, esa va terminar el reinado de Taylor, tan maluca con un par de seres q son parte de ella, los mellizos no tienen la culpa de su elección de pareja...
Clemen Franco Arevalos
Autora, también me encanta tu historia, sobretodo divertida! 👍👍👌👌💖💐🇵🇾🌹
SaraWells: mil gracias 😊 por la lectura 🧸
total 1 replies
Yesica Sosa
amo tu novela...pero creo que ya es tiempo de poner todo en su lugar...y darle un lindo final...ya tus actualizaciones son más esporadicas....
SaraWells: Todo va cayendo en su lugar, el final está cerca 🙂‍↕️ gracias por la lectura y la paciencia ✨
total 1 replies
Marisabel Flores
excelente
Yesica Sosa
linda historia...no los hagas sufrir
Doglis Seijas
me encantó que Erick y James, hayan hechos las pases y se vuelvan grandes amigos y cómplices por sus chicas....eso estuvo bonito....te felicito por tu musa y gracias por compartirlo con nosotros....
Doglis Seijas
ojalá que destiny, le comente a Erick lo de Ian, esa absurda cita, para que la suegra embalsamada no tenga chance de fastidiar a ambos....
Doglis Seijas
dios¡¡¡ se armo el desmadre/Facepalm//Joyful//Grin/
Doglis Seijas
/Grin/lo que hace el alcohol /Facepalm//Grin//Joyful/
Doglis Seijas
gracias sara, por los capítulos estupendos reí hasta el alma, mega divertidos, lo del club nudista fue lo máximo /Facepalm//Facepalm//Grin//Grin/
Estefy Pizarro
Gracias autora si que espere por los capítulos nuevos
Erika Valdivia
Me gusta mucho la historia.
Mariana Hernandez
son hermanos 👍🏻
Derlys Rodriguez
estoy tan emocionada que ni te comento pero ya que voy a dormir te escribo autora es super genial me gusta
es muy fresca espero siga así de buena
Choa
Que giro a dado la historia
Esa Taylor es muy mala
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