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Solo Soy Un Detective

Solo Soy Un Detective

Status: En proceso
Genre:Acción / Comedia / Superpoder / Reencarnación / Mundo de fantasía / Policial
Popularitas:1.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Orlobeck

Alexis Mefhisto, nombrado como el mayor criminal del planeta se encuentra en los últimos instantes de su existencia. Rodeado de la fuerza del país y parado en la alcoba de un gran edificio, su final está más que claro. Sin algún lugar a donde escapar, decide acabar su historia de la mejor manera y, a la vista de todo mundo, salta del gran edificio abrazando el vacío. Pero, para su suerte, algo raro pasa: ¡No muere, sino que es transportado a otro mundo!
En un lugar dónde él nunca existió ¿Qué podría hacer el que alguna vez fue el maestro del crimen?

NovelToon tiene autorización de Orlobeck para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Prólogo 3 - La doncella en apuros.

Ante el hombre, la mujer se encuentra tirada en el suelo. Mirando a su salvador con sus ojos verdes y penetrantes, y aunque un gran sombrero de playa cubría su cabeza, su largo pelo castaño se hace notar por detrás de ella. Junto a su blusa verde oscuro y su falda negra y frondosa, creaban la apariencia de una mujer delicada, pero sencilla.

«¿Qué rayos se hace ahora? Nunca me vi en la necesidad de meter mi nariz en estas cosas solo para salvar a una cualquiera»

La mirada de la mujer se vuelve más penetrante, se había ensimismado en la silueta del hombre. De alguna manera, su mirada de admiración incomoda a Alex, que aún pensaba en qué hacer ante su irreal situación.

«Tch, no deja de mirarme... vamos Alex, piensa en una respuesta ingeniosa»

En un instante su actitud cambia a una digna de un príncipe encantador de los que tanto le asqueaban.

—Vaya, no tenía pensado tener que pelear hoy y menos en esta situación, pero qué se le va hacer

«Solo me queda actuar como ese idiota, aunque será lo más humillante que haré en mi vida...»

—Pero no importa, al fin y al cabo...

Alex mira directamente a la mujer antes de acabar la frase.

—No podía dejar sola a una linda señorita cuando veo que se encuentra en problemas.

Alex sonríe amablemente, lo que hace que la chica sonroje y mire hacia otro lado.

«Jeje, una sonrisa y palabras dulces y ya está resuelto, que simple es tranquilizar a una mujer»

El hombre camina con total tranquilidad hacia la mujer, que aún seguía evitando cruzar miradas por la pena.

—¿Te encuentras bien? ¿Esos hombres no te hicieron daño?

Con una sonrisa en su rostro, acerca su mano hacia la mujer para ayudarla a levantarse. Pero ella se levanta sola tan rápido como un rayo, aún ruborizada.

—¿Eh? ¿Yo? ¡Y-yo estoy bien, no se preocupe, no alcanzaron a golpearme!

Ese nerviosismo que la chica siente se convierte en preocupación apenas nota un raspón en el brazo de su salvador.

—Pero ¿Usted se encuentra bien? Quiero decir, fue lanzado hacia esa pared. Creo que eso tuvo que ser doloroso.

Los ojos de la mujer, verdes como una esmeralda, mostraban clara preocupación por el hombre.

—No te preocupes, esos imbe- Ejem, esos hombres no fueron un problema —. «Casi se me olvida que estoy actuando, debo de concentrarme...»

—¿Está seguro? ¿No se siente mal?

—Duele un poco, ñero este dolor no se compara con la satisfacción de saber que no te encuentras herida —. «Vaya basura de palabras están saliendo de mi boca, ser un príncipe no es muy fácil después de todo, siento que se me quema la lengua con cada cursilería que digo»

Aunque Alex piensa que se ve patético, la mujer hace lo contrario, ya que las últimas palabras la dejaron roja como un tomate, poniéndola mucho más ansiosa que antes ante su presencia.

—Y-ya veo… me alegra, jeje… G-gracias por ayudarme, este…

La mujer se queda sin nada que decir y solo se tambalea de un lado al otro, con una sonrisa apenada y totalmente ruborizada.

—Me llamo Alexis, Alexis Mefhisto, puedes llamarme Alex.

—K-karin, me llamo Karin, Karin Nekota.

—Ya veo, un gusto, Karin.

Por la simple sonrisa de Alex, Karin se vuelve a sonrojar, pero está vez recupera la compostura rápidamente.

—Un gusto igualmente, Alex.

Después de la presentación cliché, los dos quedan en silencio.

«... ¿Esto es todo no? Tal vez deberías empezar a sacarle un poco de información, no por nada salve su vida»

—Entonces… ¿Por qué esos hombres querían lastimarla?

El ambiente meloso que había en el lugar se desvanece por completo. La mujer aserena sus emociones y procede a responder las preguntas de su salvador.

—Querían llevársela, le dije que se escondiera por aquí antes de que ellos nos alcanzaran.

Karin mira a su alrededor como si buscara algo o alguien.

«¿Que se escondiera, dijo?»

Cuando Alex estaba por preguntar a quién le dijo que se escondiera, una fuerte ráfaga que se adentra en el callejón y levanta el sombrero de Karin, dejando al descubierto… Unas orejas de gato que, inevitablemente, llaman la atención del hombre.

—¿... Qué es eso que llevas en la cabeza? —pregunta Alex sin dejar de ver las orejas de Karin.

—¿Qué? ¿Esto? Jaja, qué preguntas haces, claramente son mis orejas —contesta la mujer mientras mueve intencionalmente sus orejas y sonríe.

—¿Orejas?… ¿y son reales?

La atención del hombre se pierde cada vez más con cada contoneo que esas orejas de pelaje castaño hacen.

—Pero qué dices, claro que son reales, solo mira cómo se mueven, ah, y por supuesto, también tengo una cola, aunque la mantengo oculta ya que es fácil que alguien la agarre o la pise.

La mujer saca su cola y también la empieza a menear al ritmo de sus orejas. Pocos segundos después mira al hombre para encontrar una expresión incomprensible en su rostro. Reflejaba una combinación de confusión e impacto, a la vez que mostraban algo más. Karin lo observa y se extraña por su reacción.

—¿Acaso nunca habías visto a una mujer gato? —pregunta la mujer, con una curiosidad ingenua.

—¿Mujer gato? eh… no, nunca había visto alguien así...

Perdido en sus sensaciones, Alex se acerca a Karin y extiende su mano a dirección de sus orejas muy lentamente.

«Esto de ser una broma, es imposible que esto esté pasando...»

La mujer se queda quieta expectante a lo que hace el hombre.

—¿Alex?

«Que esto sea posible es simplemente... repugnante»

Antes estaba a punto de tomar las orejas de Karin, pero en ese momento alguien sale detrás de un gran contenedor que se encontraba justo al lado de él. La mano de Alex se detiene en seco y mira a su costado, encontrándose con una pequeña niña también con orejas de gato y un cabello corto castaño con dos pequeñas coletas que salían de su cabello. Llevaba una camisa holgada de cuello de tortuga, una falda beige, unas zapatillas negras y calcetas blancas con volantes.

—¿Hermana? ¿Eres tú?

La niña se acerca con temor, y al ver la mirada de Alex se detiene por un momento. El hombre nota el temor de la niña, lo que lo hace alejar su mano de su hermana casi por reflejo.

—Sí, soy yo, Nana, ven aquí, ellos ya no te harán daño.

Karin se acerca a la niña para tranquilizarla, y cuando está cerca de ella, esta se abalanza a sus brazos para abrazarla.

—¡Hermana! ¿Estás bien, no te hicieron nada malo?

—No, me encuentro a salvo gracias a este hombre, los detuvo para que no me hicieran daño —dijo Karin sonriéndole a su hermana. Aunque al inicio tuvo temor de Alex, este sentimiento se cambia por gratitud y asombro por saber que es una "buena persona".

—¿¡Enserio!? ¡Que alegría, gracias por salvar a mi hermana!

La niña se posiciona casi al instante frente a Alex con emoción y dando brincos. Al estar tan cerca, nota que sus orejas son totalmente auténticas, ya no podía haber duda.

«Mas orejas de animal... Entonces esto no es un chiste...»

—¡Oye, Nana! ¿Qué te he dicho de llegar así con desconocidos? —exclama la mujer, sus palabras sonaban claramente como un regaño.

—Ah, lo siento... —responde la niña agachando sus orejas.

«Ya veo, no hay.... No hay cómo volver»

—Por dios contigo, anda, preséntate.

«Este mundo... No es el mío»

El ánimo de la niña cambia inmediatamente, volviendo a una actitud alegre.

—Está bien, ¡Hola!

A pesar de lo que ocurrió hace poco, la niña mantiene una gran energía. Sin embargo, la mente del criminal está difuminada, perdida. Intentando encontrar la aceptación ante la nueva realidad en la que está.

—¿Pasa algo Alex? Tienes mala cara...

Escuchar la voz de la mujer hizo que su mente volviera.

—¿Ah? No, todo está perfecto, solo me perdí en mis pensamientos, eh.... ¿Q-qué decías pequeña?

—Deja repito mi presentación entonces, ejem... ¡Hola! llamo Nana, Nana Nekota, ¡mucho gusto!, Karin es mi hermana mayor ¡Y la quiero mucho!

—Jaja, ya veo, un gusto, Nana, yo me llamo Alexis Mefhisto, es un gusto.

Alex se agacha para estar a la altura de la pequeña Nana y le intenta enseñar una sonrisa, aunque a fuerzas podía salir. La niña se voltea a un lado y abraza a su hermana con fuerza y cariño.

—¡Muchas gracias por haber protegido a mi hermana! Es todo lo que tengo, no sé que haría sin ella.

—No hay de que, tenía que hacerlo a fin de cuentas —. «La única familia que le queda, ¿Entonces solo se tienen la una a la otra?»

—¿Tenías que hacerlo? ¿Eres policía? —pregunta la niña con curiosidad. En ese mismo momento, Alex recuerda que tenía que actuar como príncipe para poder sacar información.

—Ah, no, más bien soy algo así como un justiciero del pueblo, jajaja —. «Aunque en realidad soy todo lo contrario...»

—¿Enserio? ¡Increíble! Entonces, muchas gracias por ayudar a mi hermana, señor justiciero. A veces puede ser muy torpe, además se pone como un tomate con cualquier halago que reciba ¡Pero es muy amorosa y amable! —dijo Nana haciendo gestos como si estuviera presentando un tesoro. Ante esto, Karin no puede evitar ponerse roja de la pena.

—¡Oye, Nana! ¡C-con las gracias era más que suficiente!

La niña ignora por completo los comentarios de su hermana y sigue presumiendo sus cualidades de manera inocente.

—¿Qué opinas de mi hermana? ¿A qué es linda? ¡No hay nadie más linda y amable que mi hermana!

Con cada comentario de Nana, Karin se ponía más y más roja.

—¡Oye! ¡no hagas esas preguntas a la gente!

Aún mantenimiento su papel de príncipe, Alex le sigue el juego a la pequeña Nana.

—Bueno, ahora que lo dices, tu hermana es muy linda aún con su edad.

—¡No soy vieja, solo tengo 23 años! Aún tengo mucha vida por delante —contesta Karin inflando el pecho con orgullo, pero aún ruborizada.

—Solo bromeaba, quería comprobar si era cierto que te sonrojabas con cualquier halago.

La mujer casi se pone roja de nuevo, pero logra evitarlo esta vez.

—E-entiendo que solo era broma, pero no había necesidad de decirme vieja, por un momento pensé que ya se me veían arrugas...

—Ya veo, entonces disculpe a este viejo y pobre hombre, señorita.

—Está bien, las acepto, pero tú tampoco estás viejo, te ves joven aún.

—Qué dices, si yo ya tengo mi edad.

—¿Enserio? Para mí te ves, no... Podría jurar que te ves de unos 24 0 25 años, no te ves para nada viejo.

Alex piensa un poco en lo que la mujer dijo. Para su suerte, había un espejo en el que pudo verse, y tal como decía, su rostro se veía un poco más cuidado.

«Lo que faltaba, ahora mi rostro también es otro. Ahora entiendo porque mi cuerpo se sentía menos pesado»

—¿Alex, pasa algo?

—No es nada, solo me di cuenta que tengo la cara un poco sucia, quizá por haber sido arrojado por allá.

—Tienes razón, creo que aquí cerca hay un baño público con lavamanos, podemos ir allí.

—Perfecto, entonces, salgamos de aquí.

Alex trata de poner una sonrisa, pero su mente se estaba quedando sin cabida para seguir fingiendo.

—¡Esperen! Tengo que ir por el comandante rana, lo dejé escondido en aquel lugar.

Nana se dirige hacia donde escondió a su muñeco, separándose de su hermana.

—¡Espera, Nana, No vayas tu sola!

La niña se acerca a un lado de un recipiente, donde el comandante rana está oculto. En el momento en que lo recoge y se da la vuelta, el primer delincuente que Alex había derribado recupera la consciencia, precediendo inmediatamente a atacar a Nana con su navaja.

— ¡Por lo menos me llevaré unos de tus ojos, maldita mocosa!

—¡Nanaaaa!

Antes de que el cuchillo tocara el rostro de la niña, Alex interpuso su mano. Su mano habría sido lastimada gravemente, de no ser porque, por alguna razón, el cuchillo rebota en la palma de Alex, dejando al descubierto una vez más las extrañas marcas de antes.

—Te hubieras quedado en el piso, maldita escoria.

Mira al delincuente con la irritación y estrés que llevaba rato guardando, e inmediatamente lo golpea justo en el estómago sin preocuparse ni un poco en la fuerza de su ataque. Las marcas cambian a la mano con la que lo golpea y brillan de un rojo vivo. Algunas costillas del delincuente se rompen como si de galletas se tratase, y después sale volando unos tres metros de donde fue el impacto. En el suelo, el maleante empieza a escupir sangre, y las marcas en la mano de Alex se difuminan por completo.

—Tch, que molestos son, ya no se levanten más si es que no quieren que les rompa otra cosa.

Alex mira con desprecio a todos los delincuentes. Aunque fue un poco exagerado, el golpe le sirvió para liberar el estrés acumulado por todo lo que había pasado ese día. El criminal se voltea ver a Nana, ya con un expresión más tranquila.

—¿Te encuentras bien, Nana?

Nana mira la mano de Alex y al ver que no estaba herida, decidió sonreír.

—¡Sí! Gracias por salvarme, Alex.

—Ya veo, entonces me alegro.

A pesar de que todo era un teatro para conseguir información, Alex siente un alivio genuino por que la pequeña no haya sido herida. En ese momento, Karin se acerca enfocando su atención en la mano de Alex.

—¿Cómo hiciste eso?

—¿Eh? ¿Qué cosa?

—Hace un momento, paraste el cuchillo con tu mano, pero no te atravesó, en cambio rebotó como si tu mano fuera una pared, por no mencionar que le salieron marcas…

— Ah, eso... La verdad es que ni yo sé qué hice.

—¿Acaso no fue tu habilidad?

—¿Mi habilidad...?

—Ya sabes, la característica única con la que nacemos la mayoría de especies. Por ejemplo, yo puedo mirar más lejos que las demás personas. Seguramente te has topado con una hoy.

Alex recuerda su encuentro con el artista callejero y entiende de lo que habla Karin.

«Je, ahora sé de qué habilidad hablaba ese tipo, por lo menos ahora ya sé algo» —Ya veo, entonces creo que sí fue mi habilidad.

—¿Crees? ¿No sabías cuál era tu habilidad? La mayoría aprende a usarla a una corta edad...

La confusión de Karin aumentaba por cada respuesta de Alex. El hombre se percata que la mujer gato lo miraba raro, lo que lo pone alerta.

«Veo que mi situación no es habitual, debo evitar que indague más»

—S-supongo que nunca tuve necesidad de usarla, ajaja…

«Piensa rápido en como desviar su atención, ¡rápido!»

Su cerebro estaba teniendo problemas para funcionar después de tanta información, otorgándole estrategias estúpidas al hombre.

—Ya que estamos en el tema, ¿Cuál es tu habilidad, Nana?

—¿Te estás burlando de mí? No sabré cuál es mi habilidad hasta que cumpla 10 años —contesta la niña.

—Ya veo, ya veo, lo siento, no me mires así —. «Maldición, que mala jugada hice, ahora debe de estar más intrigada»

De repente y para alivio o desgracia del hombre, se escucha una voz proviniendo desde fuera del callejón. Era la agencia de policía.

—¡Alto allí, no se te ocurra moverte! —grita una voz femenina de fuera del callejón. Cuando se logra ver a quién pertenece la voz, se puede apreciar a una mujer en una vestimenta característica de una oficina, aunque un toque ligero de libertad y un cabello negro amarrado en una cola de caballo.

«Mierda, llegaron antes de lo que esperaba, pensaba largarme antes de que llegaran, pero me entretuve más de la cuenta»

El hombre pone a trabajar su cabeza para encontrar una manera de escapar.

—No te preocupes, no me moveré —se levanta y pone sus manos en su cabeza—, Haz lo que tengas que hacer, oficial.

—Eso es lo que haré —contesta la agente mientras camina hacia Alex.

«Bueno, quizá antes de que llegue a la agencia pueda encontrar una manera de escapar, por el momento, me comportaré como buen ciudadano»

El hombre baja las manos para ofrecérselas a la agente y le ponga las esposas, pero para su sorpresa, las palabras del la mujer no iban dirigidas hacia él, sino para uno de los delincuentes que tenía pensado moverse.

—… ¿Eh?¿No vas a arrestarme?

—¿Por qué lo haría? Usted no hizo nada malo. Aunque bueno, si tendrá que venir a testificar, espero no tenga algún inconveniente.

—Osea... ¿No me vas a llevar preso?

—¿Eh? ¿Porqué tendría que hacerlo?

—No sé, ¿Quizá porque le rompí las costillas a ese flacuho de allí?

—Pero fue para proteger a la niña ¿No?, entonces eso cuenta como legítima defensa, así que no se mortifique por sus actos, señor héroe —dijo la agente en tono burlesco.

«¿¡Héroe!? ¿Qué cree que dice está tonta? ¡Claramente no soy un héroe!, espera ¡Ese no es el punto!»

—¡Oiga! ¿¡Acaso no sabe que es de mala educación llamar tonta a las personas que no conoce!?

Alex se confunde de manera increíble.

«¿Eh? ¿Cómo sabe que le dije tonta? ¿Acaso pensé en voz alta? ¿O quizás esta chica puede…»

Antes de que terminara la frase en su mente, es interrumpido por la agente.

—Justo como cree, puedo leer y ver la mente de los demás como si fuera la mía, así que tenga cuidado con lo que piensa cuando esté cerca de mí —contesta la agente mientras arresta a los delincuentes con una mueca de enojo.

—Así que dices poder leer y ver lo que pienso, ¿Eh?

El hombre se mantiene escéptico.

— No lo digo, puedo hacerlo.

—……….

—¿¡Q-qué cochinadas estás pensando!? ¡No pienses esas cosas cerca de mí! —grita la agente sonrojada.

—Asi que si puedes hacerlo, je...

—¡Ya se lo había dicho! Por dios, vaya héroe más extraño.

—Ya te lo dije, no soy ningún héroe, solo un idiota que metió su nariz en los asuntos de otros… espera un momento…

Alex mira fijamente a la agente y se da cuenta que es la misma persona que chocó con él esa mañana.

—¿No eres tú la chica que me picó el hombro con la sombrilla está mañana?

La agente lo mira detalladamente y recuerda el accidente.

—¿Eh? ¿Eras tú? ¡No pensaba volvería a verte! Lo siento por haber chocado contigo, pero es que iba con prisa...

—Se notaba, no pude ni decir algo cuando tú ya ni estabas allí.

—Como sea, ahora vayamos a la agencia para que puedan hacer su testimonio. Señorita, jovencita, acompañenme.

—Está bien, señorita agente, anda, vamos Nana.

—Espera hermana, deja recojo al comandante rana.

La niña recoge su muñeco y se pone al lado de su hermana.

Todos iban hacia fuera del callejón, casi a salir, Karin se detiene para ir al lado de Alex.

—Por cierto Alex, ¿Qué es lo que ibas a hacer?

—¿Eh? ¿Cuándo?

—Justo antes de que Nana saliera de su escondite, cuando te mencioné lo de mis orejas, te acercaste a mí, quisiera saber que ibas a hacer.

—Aaaaahhh, te refieres a eso.

El hombre detiene a la mujer gato, haciendo que ella lo mirara.

—¿Alex?

Sin dejar su papel de príncipe encantador, el hombre procede a levantar su mano a dirección de la cabeza de Karin, y acaricia su cabello junto con sus orejas de gato, con una falsa pero ingeniosa sonrisa.

—Simplemente quería acariciar tus orejas, me parecieron muy lindas... eso es lo que quería hacer.

«Esto es lo que pensarás que quería hacer, al fin y al cabo... Lo que en realidad iba a hacer... Te habría aterrado»

La sonrisa de Alex hizo que Karin se pusiera roja y ansiosa, casi expulsando humo de su cabeza.

—Y-ya veo ¡P-pero no soy ninguna niña, no necesito que me acaricien la cabeza!

Aunque ella decía eso, le gustó tanto que su cola empezó a contonearse de un lado al otro.

—Ya veo, entonces salgamos, joven adulta.

—Y allí vas a burlarte de mí, por dios.

La mujer hace un puchero, dándole gracia al hombre.

—Lo siento, es imposible no hacerlo, eres muy linda cuando te sonrojas —responde Alex usando las mismas palabras que vio en un manga Shoujo que leyó hace mucho.

Cómo era de esperarse, la mujer se pone roja, desvía la mirada hacia otro lado y sigue caminando al lado de Alex. Finalmente salen de aquel callejón, se suben al vehículo de la policía y parten hacia la agencia. Después de muchos inconvenientes, el problema por fin se resuelve... Por lo menos, por el momento.

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Elizabeth Yepez
dichoso tú qué tienes quién te presté instrumentos musicales
Orlobeck: ¿Instrumentos musicales? jsjs
total 1 replies
Elizabeth Yepez
ese Alex si es atrevido
Elizabeth Yepez
Alex es bastante agresivo
Elizabeth Yepez
jajajaja que risa los comentarios que hacía Alex
El lector 😸😸
realmente es muy interesante este prologo/CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy/
Orlobeck: ¡Me alegra que te guste!
Aún no termina, te invito a seguir leyendo <3
total 1 replies
eli♤♡♡
Descubrí un género nuevo gracias a ti, ¡ya quiero leer más! 🤓🔎
Orlobeck: Grácias por los comentarios! <3
total 1 replies
Olivier Mira Armstrong
Ya quiero la continuación
Quản trị viên
No tendrás idea de lo difícil que es esperar por la continuación, ¿verdad? 😩
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