Mi Dulce "Soledad"

ay dios mío, a veces pienso que en mi otra vida debí ser psicóloga, -me dice ella detrás del teléfono-, ya no se que hacer hermana, dame un consejo, -le dije-, mano no puedes hacer mucho que digamos, solo darle su espacio, como mujer eso no se le olvidará, siendo clara si yo fuera ella, te habria matado, -me dijo-, la idea es que me ayudes mija, -le digo-, bueno, bueno, solo debes darle su espacio, si es para ti volvera y si no lo hace no es por que no sea para ti, si no por que eres un idiota, -me dijo mientras colgaba la llamada-, me quedé pensando por algún tiempo y luego simplemente me quedé dormido.

...En la mañana....

Desperté como todos los días, solo que esta vez ella no estaba, mire su lado de la cama y efectivamente mi reina no estaba, -suspire pesadamente- me arregle y me fui a mi trabajo, al llegar todo parecía normal entre papeles y diseños, no puedo sacarla de mi mente, no se que me pasa contigo mi sol, solo se que antes no me gustaba dormir acompañado y ahora simplemente no puedo dormir sin ti, no va ni 24 horas desde que te fuiste ya te extraño, estaba tan perdido en mis pensamientos que no me di cuenta de la llegada de alguien a mi oficina.

Era una nueva empleada que esperaba mi aprobación para su ingreso, mi silla le daba la espalda, "dígame su nombre señorita", -le dije- , soy el amor de tu vida, -respondió ella-, bastó que escuchara su voz para que mi mundo se volviera a pintar de mil colores, voltee la silla y ella se sentó en mis piernas, me abrazo del cuello mientras yo rodeaba su cintura con mis brazos, bese sus labios y antes de que pudiera decirle algo, puso uno de sus dedos en mis labios, para callar mis palabras shh, -la escuche decir mientras me besó -, los minutos se me hacían cortos, pensé que no volverías, -le dije mientras mis manos recorrían su hermosa piel-, nunca te abandonaría, he esperado mucho por ti y ahora que eres mío, no te dejaré ir así de fácil, -me dijo mientras desabrochaba mi camisa con rapidez-, le seguí el ritmo mientras mi lengua se enredaba a la suya, nuestras respiraciones se hicieron una, en poco tiempo la ropa sobraba, se sentía tan bien poder tenerla entre mis brazos, que me olvide de que estábamos en la oficina, ella gritaba con muchas ganas, hizo notar que quien estaba con ella era su dueño, la silla y el escritorio fueron testigos de nuestro pacto, lo que no habíamos tomado en cuenta, era que el pacto poco a poco se nos estaba quedando chico.

...Al rato...

Luego de una tarde muy movida, termine mi jornada laboral y salimos de la oficina tomados de la mano, evidentemente algo nos estaba pasando y justo en ese momento decidí que lo quería averiguar, nos fuimos a casa, la que ya era nuestra y no lo sabíamos, entre besos y susurros le dije, no quiero que te apartes de mí, literalmente no quiero perderte, no podría dejarte mi amor, -me dijo ella mientras mordía mi labio inferior-, la abrace muy fuerte, ella correspondió, entre besos, caricias traviesas y sonrisas pícaras, se nos pasó el resto del día, hasta quedarnos dormidos.

...La mañana siguiente...

El calendario nos marca 04 de abril, para entonces, ya teníamos una semana juntos, se apoderaba de mi mente, no podía dejar de pensar en ella y eso de alguna manera me daba miedo, no es miedo al amor, no, es más temor a que me terminen haciendo daño, hace una semana, a ella llegó un hombre hecho polvo, diría que llegue con el corazón roto, pero no es el caso, cuando la busque, caí en sus brazos como un niño chiquito en busca de amor y ella poco a poco con toda su ternura, paciencia, amor y el tiempo que me dedica, ha logrado construir lo que en mi pecho se conoce como corazón, le he hablado en varias ocasiones de que pasaría si nos volvemos una relación, lo que es muy relevante, pues para los que nos conocen, ella y yo ya tenemos una relación de pareja, pero ella me sigue diciendo que no piense en eso, a veces no la entiendo, -suspiro-, se que tiene miedo a que pasen muchas cosas y terminé volviendo con Amelie, lo que para ser sincero no está en mis planes, se que ella en algún momento intentara buscarme para retomar la relación, pero yo ya no tengo la misma mentalidad, ya no la veo con los mismos ojos, la única que se adueña de mi mente es mi Sol, volviendo al tema, tengo una idea que viene rondando en mi mente desde hace días, estoy nervioso, pero nunca he sido del tipo de hombre que se acobarda, ya lo tengo todo planeado.

...Al rato...

La mañana llegó, el sol salió, abro mis ojos y sonrió al verla a mí lado, no era un sueño, -murmure-, acaricié su rostro con delicadeza, mientras ella hacía una pequeña sonrisa en sus labios, me levanté con mucho cuidado y me dispuse a prepararle el desayuno, junto a su taza de café caliente, se lo lleve a la cama, lo coloque en la mesita de noche, hice su cabello detrás de sus orejas, le di muchos besos al rededor de su hermoso rostros y ella abrió sus hermosos ojos marrones, esbozo una hermosa sonrisa llena de amor, awww 😍eres demasiado lindo mi amor, -me dijo-, yo solo quiero que te sientas comoda a mi lado, asi como yo me siento comodo junto a ti, eres increíble mi Sol, le dije mientras me sentaba en la cama justo detrás de ella y claramente para poder tocar sus senos con mas libertad, ella sonrie con picardía, que travieso eres mi Rey, me dijo ella mientras acercaba la charola del desayuno y tomaba un sorbo de su taza de café.