Por Ti Vuelvo A Creer En El Amor

Joaquín quería saber que le había sucedido a su sobrina, pero ella solo lloraba, su estado era deplorable, tenía un montón de kilos menos y ya se le notaban, su piel estaba pálida y en sus ojos no había vida, ni la alegría que siempre había tenido.

-¿Qué es lo que quieres que perdone?, ¿Qué te ha sucedido tan grave que necesitas mi perdón?, cuéntame – él no entendia nada

-No quiero hablar de eso – dijo mientras negaba con la cabeza una y otra vez

-Ok, no voy a presionarte, sino quieres hablar no lo hagas, solo quiero que salgas de este mal momento que estas viviendo – permanecieron en silencio por un rato

El solo recordar como la había visto en ese momento lo hizo sentir terriblemente, aunque podía asegurar que esa tristeza que se había apoderado de ella poco a poco la estaba abandonando, tenía días muy buenos en que volvía a ser esa chica alegre que había conocido y en ocasiones estaba como ida.

Tomó un poco de agua y siguió con el trabajo que estaba realizando, luego de un rato tuvo una idea, evitaría a toda costa que su sobrina siguiera de esa manera, buscó su agenda y comenzó a realizar algunas llamadas, tenia muchos amigos que tenían empresas y pediría algunos favores, le conseguiría a Cassandra un empleo.

Realizó varias llamadas sin poder lograr nada hasta que se acordó de su antiguo amigo Augusto Taylor, de inmediato lo llamó y le explicó la situación, le dijo que tenía una sobrina que estaba recién llegada a la ciudad y necesitaba un empleo.

-¿Qué estudios tiene? – fue lo primero que le preguntó Augusto

-Hizo la mitad de la carrera en Administración de Empresas, aunque no la terminó, pero debo decirte que aprende rápido cualquier cosa que le enseñes y es muy buena con los números – debía pintar a su sobrina lo mejor posible

-Es posible que tenga algo para ella, envíala el lunes a mi oficina, la entrevistaré ya que es posible que tenga un empleo para ella y si no resulta para lo que quiero entonces le buscaré algo que hacer

-¿De verdad?, te lo agradecería infinitamente, allí estará puntual – respondió Joaquín

Se despidieron y Joaquín colgó la llamada, estaba feliz, le había encontrado un empleo a su sobrina.

Al día siguiente Cassandra salió a trotar, se había propuesto cada día mejorar su recorrido y ese día había logrado correr por 7 kilómetros o al menos eso era lo que marcaba su reloj inteligente, cuando volvió a la casa entró por la puerta de la cocina y tomó un poco de agua.

De pronto vio a su tío hablar por teléfono con alguien y se quedó por curiosidad escuchando.

-No necesitamos dinero… estoy bien… sabes muy bien lo que quiero y sé que no me lo darás… no me has preguntado, pero te voy a decir que ella está bien… - se quedó en silencio y colgó la llamada

-Era Anastasia ¿cierto? – su tío afirmó con la cabeza

-No te preocupes, no hace falta en mi vida – Cassandra habló lo más tranquila posible

Aunque no pudo hacer sentir mejor a su tío, su hermana se había enamorado de un hombre que vivía en otro país y le dejó a Cassandra con la promesa de volver tiempo después, pero nunca lo hizo y mientras iban pasando los años llamaba cada vez menos.

-Voy a preparar el desayuno - le dijo Cassandra y se puso en la labor

-Te ayudo y hablamos

-¿De que quieres hablar? – preguntó de una vez mientras iba haciendo otras cosas

-Creo que seria bueno que tuviera un empleo y que tengas tu propio dinero – comentó

-Me parece bien ¿pero sabes que no culminé la carrera? – respondió después de pensarlo unos segundos

-Eso no es problema, lo importante es que quieras trabajar

-Me parece que ya hiciste de las tuyas y esto solo es para que crea que estoy tomando la decisión – miró a su tío fijamente

-¡Me agarraste!, he llamado a un amigo que tiene una empresa y te ha dado una cita para el lunes, es solo una entrevista de trabajo y creo que te irá muy bien – el hombre sonreía tratando de que su sobrina no se echara para atrás

-¿Ahora que me pondré para esa entrevista?, creo que tengo algo de ropa forma, si algo de eso me servirá – era más una conversación consigo misma que con su tío

-No te preocupes por eso, ya lo resolveremos y también quería preguntarte otra cosa ¿has pensado lo de tomar terapia? – esa pregunta no la esperaba, así que respiró profundo antes de responder

-Lo he pensado y… lo haré… - en realidad no quería, pero su tío la había ayudado tanto que pensaba que era posible que tuviera un poco de razón en eso, así que lo intentaría

-¡Que bien!, pensé que te negarías, ya verás como las cosas comenzaran a tomar su carril y mejoraran, ¡ya lo verás! – ella le sonrió sin saber que decirle

Sabia que su vida había cambiado desde que estaba viviendo con su tío, aunque no creía mucho eso de que las cosas iban a mejorar, ya no sabia que significaba esa frase.

-¿Qué te parece si vamos al cine mas tarde? – ella aceptó y cuando se dieron cuenta ya el desayuno estaba listo

En la tarde fueron al cine y compartieron un buen rato, vieron una película graciosa, ya que por nada del mundo Cassandra quería ver algo romántico.

Cuando salieron del cine Joaquín la invitó a comer y ella aceptó, fueron a un restaurant cercano y cuando terminaron de comer el le entregó un sobre, ella lo tomó y vio que había dinero dentro.

-¿Por qué me das esto? – preguntó asombrada

-Creo que debes comprarte algo de ropa para tu nuevo empleo, no importa si es en la empresa de mi amigo o en otra, lo importante es que te veas bien – ella lo miró con tanto cariño

-Eres como un padre para mi y siempre lo has sido, no se como agradecerte tanto

-No soy tan viejo como para ser tu padre, pero acepto tu agradecimiento – habló con gracia, no quería que su sobrina se echara a llorar en ese momento

-Fuiste el único que cuidó de mi cuando mi madre se fue, me llevaste a vivir con las monjas mientras estabas en el seminario y siempre has estado al pendiente de lo que necesito, tengo demasiado que agradecerte – el hombre sentía que su corazón de hinchaba con las palabras de su sobrina