ENTRE LAS SOMBRAS

MARATON DE VIERNES 1/4 💖

MELODY

Encontró a mi madre. La encontró, ¿pero como...?

Me quedé de pie frente a él, estaba un tanto impresionada por la molestia que se había tomado hacia mí, por mi tranquilidad. El tenerlo ahí parado frente a mí me hizo recordar cuánto lo había extrañado, habían sido varios días sin saber de él. Sin pensarlo un momento y arriesgandome a un rechazo por su parte, me lancé sobre él y lo abracé, su aroma corporal era exquisito, una combinación a tabaco y perfume que se notaba que era costoso, mi cabello rozo su mentón y aunque él pareció dudarlo subió lentamente sus manos por mi espalda envolviéndonos en un abrazo. Su tacto me estremeció, mi piel se erizó. Suspiró pesadamente, me separé lentamente y lo miré, aún utilizaba esos lentes de sol. Subí mi mano y los toque, quitándoselos con duda pues aún había la posibilidad de que no me dejara quitarselos, para mi sorpresa el no dijo nada, solo observaba meticulosamente cada una de mis acciones.

Cuando los lentes estuvieron en mis manos los lance al sofá que estaba a escasos centímetros de nosotros, aún tenía ambos brazos pegados a mi diminuto vestido y que si en ese momento quería, podría bajar la mano y tocar mi trasero y los bordes del vestido, pero no lo hizo, sus manos estaban estáticas en mi cintura.

—Gracias. —Murmure. Él no decía nada, solo tenía su mirada clavada en mi.

Sin dudarlo, subí ambas manos a su rostro y acaricié su corta barba, él pareció tensarse pero no detuve mis movimientos, lo estaba haciendo con cautela. Acerqué su rostro al mío, podía ver sus labios carnosos a una distancia muy cerca de los míos, Dominic es muy alto por lo que puse mis pies en punta y lo hice, algo que jamás pensé hacer, roce mis labios con los de él hasta que quedaron completamente pegados.

Su boca era un mundo de sabores, podía sentir el tabaco y dulces de menta, movimos nuestros labios en un beso lento pero delicioso, podría vivir mi vida pegada a ellos. Él correspondió al instante, parecía estar tan necesitado como yo de este momento. Su agarré en mi espalda se intensificó y me apegó aún más a él, puedo sentir su miembro en mi estómago y es una sensación que me agrada, lo sentía completamente.

Termine el beso volviendo a poner mis pies sobre la madera del piso, pero el no me soltó de su agarré y entonces se posicionó a mi altura y él volvió a pegar sus labios contra los míos, pareció no tener suficiente, este beso era más caliente, salvaje, nuestros labios se movían con ferocidad, ambos necesitábamos del otro. Subí mis manos hacia su cabello ondulado y hundí mis dedos en su cabellera, perdiendolos de vista.

Momentos después y por falta de aire nos separamos para respirar, cerré mis ojos aún pensando en lo que acabábamos de vivir, pegue mi frente a su barbilla y este bajo para depositar un dulce beso en mi frente.

—Haría cualquier cosa por ti, Melly. —Dijo con voz áspera. —Lo que sea.

Alce mi cara para mirarlo, ni una pizca de risa, no era una broma. Lo decía completamente en serio.

Me moví rápidamente deshaciendo el agarre que habíamos formado desde hacía unos minutos, puse mi mano en mi frente y mire al piso, me moví rápidamente mirando hacia la ventana y después me volví a él. Me sentía avergonzada, yo no era esa chica, sabía que me había visto muy libertina al darle un beso de esa magnitud, él no pareció ni inmutarse a lo que acababa de pasar. De hecho, lo ví más cómodo.

—¿Dónde la encontraste?

—Perdida en una casa de drogadictos. —Dijo restándole importancia.

—¿Ella está bien? —Asintió. —¿Dónde está? Quisiera verla.

—Vendrá por la tarde, ahora necesitas descansar. —Negué. La luz del sol comenzaba a asomarse por las ventanas, dando inicio al día.

—No tengo sueño. —Admití.

Era verdad, toda esta semana no había podido dormir bien, la preocupación por la perdida de mi madre y su bienestar agolpaban mi mente en cada momento del día, si bien era cierto que ella tendía a desaparecerse solo eran algunas horas o como máximo un día, pero no tanto tiempo. Después tenía el tema de Dominic, que de un momento a otro ignora y después llega y me dice que encontró a mi madre. Un caos en todo su esplendor.

—Debes descansar, puedo quedarme hasta que te duermas. —Se acercó a mi y me tomo de la mano guiándome hasta mi habitación. —Ponte alguna pijama, veré si tienes algo para comer.

Diablos, no creo que encuentre nada.

—No tengo hambre, mañana haré una despensa. —Dije mientras entraba a la habitación con él siguiéndome los pasos.

—Bien, entonces a dormir señorita.

Me sonrió, pero no le correspondí, el frunció el ceño.

—¿Te pasa algo?

Dudaba, quería preguntarle por sus actitudes hacia unos días pero sé que no tengo él derecho de siquiera preguntar, digo, el solo me ayudó en un momento que lo necesite y nada más. El no me debe nada. Pero la curiosidad me mató y como dice él dicho "la curiosidad mató al gato".

—No. —Dije sentandome en la cama. Él alzó una ceja divertido. —¡Bueno, si!

-Dispara.

—No lo entiendo. —Me miro confundido. —No te entiendo. —Corregí.

Él suspiró pesadamente y se dejó caer a la cama a mi lado.

—No hay nada que entender, Melly.

—¿Quien eres Dominic? —Murmure, sentía su mirada en mi espalda desnuda, pues el vestido que llevaba no dejaba mucho a la imaginación.

—Dominic, el chico más guapo que tus ojos han visto, ¿a qué sí? —Bromeo. Al ver que no me reía, se levantó y se sentó a mi lado. —Vamos Melly.

—¿Quién eres Dominic? —Repetí. —En su mayoría, tú conoces muchas cosas de mi, mi vida y la irresponsable de mi madre... Pero yo solo sé dónde vives y que te llamas Dominic, oh y no olvidemos a tu hermano.

—¿Colin te hizo algo? -Negué enseguida al ver su reacción. —Es complicado.

—¿Que es tan complicado?

—Todo.

—¿Todo? —Asintio.

—Prefiero que me veas como soy ahorita. —Me posicioné en la cama mirándolo de frente, él me imito. —Soy una bestia.

—Eres la persona más buena que he conocido en mi vida.

Abrí los ojos de golpe y cubrí mi boca, no podía ser que se me había escapado eso. El sonrió sin mostrar sus dientes y bajo la mirada.

—No te avergüences, la verdad nadie jamás me había dicho eso.

—Bueno yo-...

—Soy un caos Melly y tú eres mi calma, no sé cómo explicarlo.

—Lo entiendo. —Por instinto puse mi mano sobre la suya y él la arropó.

—Solo quiero que veas lo que soy aquí entre estas cuatro paredes, lo que soy contigo.

NOTA AUTORA

¡Hola chicas y chicos!

Como bien saben, dije que se subirían capítulos de lunes a viernes y pues he cambiado de opinión :)

¡Habrá capítulos todos los días!

Además, los días viernes tendremos maratones 💖

Entiendan que no puedo terminar la historia en un día, respeten mis tiempos por favor... Si se sienten más cómodas regresando cuando la historia ya esté terminada, pueden hacerlo sin problemas. ❤️‍🩹

Besitos 🫰🏻✨