Mi Frágil Guerrera

Al verse aquellos hombres derrotados por una muchacha se sintieron débiles e inservibles, llegaron a su escondite, muy enojado.

Sujeto 3---: Puedo saber que les pasó.

Sujeto 2----: Maldita mocosa me las va a pagar, ese piedrazo no se queda así.

Sujeto---: Descansa, que ese golpe fue fuerte y bien fuerte, hubieras escuchado como le sonó el coco (ríe)

Sujeto 2---: Dejen de reírse, cuando tenga a esa muchacha le haré pagar, la tendré toda la noche para mí, atada en mi cama dándole por todas partes.

Sujeto---: Mejor cállate, ahora hay que ver a dónde es que se oculta.

Sujeto 3----: En el hospital, será un poco difícil sacarla de ahí, pero ella pasa por esta calle todos los días, y justo aquí (señalando el mapa) hay un lote vacío la esperamos ahí, también conseguí un vehículo.

Sujeto---: La llevaremos a Perú y la vendremos allá, aparte del millón que nos dió la vieja con la venta de esa mujer obtendremos más dinero (ríe)

Por mañana ellos llegaron primero al lote vacío había maleza, y eso lo ayudaron a camuflarse, cuando Cristina paso con sus caramelos, esos hombre salieron de entre las malezas, ella se percató que eran los mismos que habían querido asaltar a la mujer cerca del hospital.

Sujeto---: Que buena es la vida con nosotros, aquí nos encontramos a la caramelera valiente.

Cristina se asustó no sabía que hacer, miro a su alrededor, pero no encontró a nadie quien la ayude, por un momento sintió temor, tocó su vientre plano, y lo único que se le vino a la mente era correr, ella corrió lo que más pudo, pero antes de llegar a la vía principal esos hombres la atraparon, le pusieron un cuchillo en su cuello.

Cristina---: No por favor no me hagan daño.

Sujeto---: Nosotros no te queríamos hacerte daño, porque eres muy hermosa, y hueles muy bien a pesar de ser caramelera, pero te quieren lejos de esta ciudad, y ya nos pagaron para deshacernos de ti, nos dieron un millón de sucres, sabes hiciste enojar a doña Yolanda y a su hijo ellos te quieren lejos de aquí, pero antes nos vamos a divertirnos contigo.

Cristina---: No me hagan daño yo me iré lejos, por favor dígale que ya me fui de la ciudad (desesperada)

Sujeto 2----: Y piensas que te irás así por así, la orden fue dada podemos hacer contigo lo que nosotros queremos si es posible matarte.

Cristina empezó a llorar, suplico por su vida tomo la cadena de su madre y la apretó contra su pecho, pero el destino no quería que Cristina sufriera más de lo que ya estaba sufriendo, una patrulla se acercó al ver a esos hombres acosando a la mujer, ellos fueron detenidos y llevamos a la delegación mientras que Cristina fue por sus cosas al hospital, con el poco dinero que tenía ahorrado decidió huir de la ciudad, como estaba nerviosa se sentó en los asientos de espera del hospital y lloró hasta poder tranquilizarse.

Brenda por su parte la esperaba, como la era trabajadora social del hospital, ella había pedido que le informaran cuando la chica llegué, como los guardias la vieron llegar informaron de manera inmediata a Brenda que tomo su libreta y salió en busca de la chica, al llegar a la sala de espera, encontró muy nerviosa a Cristina, ella se sentó a su lado, que su presencia la asustó aún más.

Brenda----: Hola, nos volvemos a ver.

Cristina---: Hola.

Brenda----: ¿Porque lloras?

Cristina---: Se acuerda de los chicos que le quisieron asaltar ayer.

Brenda----: Si, los volviste a encontrar.

Cristina---: Si, ellos me querían matar (llora)

Brenda----: Eres muy joven para estar sola en la calle.

Cristina---: No me quedo de otra, mi madre murió cuando yo tenía dos años, mi tía me crio, pero salí con mi pata de banco y mi tía me corrió de la casa.

Brenda----: ¿Estás embarazada? ¿cuántos años tienes?

Cristina---: Si, tengo 16 años, pero tengo miedo que se me salga mi bebe, esos hombres me hicieron asustar mucho, mi bebé es lo único que me queda.

Brenda----: No has pensado pedir ayuda algún orfanato.

Cristina---: No, me pueden separar de mi bebé y yo no quiero.

Brenda----: Vamos a hacerte unos exámenes.

Cristina---: No puedo tengo que irme de la ciudad, ellos me quieren muerta.

Brenda----: Quien, esos hombres.

Cristina---: El papá de mi hijo, él es de mucho dinero, y pago para que me maten, por favor necesito irme de la ciudad.

Brenda----: No te pasará nada estoy aquí para cuidarte, no te dejaré sola, tengo que hacerte una ecografía para saber si tu bebé está bien y hacerte unos exámenes, tienes que estar saludable para tu hijo.

Cristina---: Necesito ir a ver mis cosas.

Brenda----: Te acompaño.

Cristina sonrió, y permitió que Brenda la acompañe, cuando llegaron al baño abandonado por los concejos del hospital, Cristina saco una funda de basura con su ropa, al tratar de amarra la funda se le cae el conjunto blanco del bebé, Brenda sintió nostalgia y decidió ayudarla porque recordó las palabras de su marido, pudo ver en Cristina una joven sencilla y sin malicias, que trata de sobrevivir como puede aferrándose a la vida por su hijo.

Brenda ordenó una ecografía para Cristina ingreso junto a ella, cuando se reflejó la imagen del bebé Cristina empezó a llorar, conoció a su hijo que crecía dentro de su ser, dónde el médico manifestó que estaba sano, pero el sexo no podían verlo porque era pequeño para ver su sexo.

Los exámenes también arrojaron que ella estaba bien de salud, solo tenía que comer un poco más porque estaba baja de peso.

 Brenda----: Necesito buscarte un hogar, hablar con tu tía o el padre de tu hijo, porque no puedes estar en las calles corriendo peligro.

Cristina---: Yo tengo que protejer a mi hijo, el señorito José, mando a matarme y mi tía me corrió de la casa, no tengo papá tampoco, déjeme ir me iré a otra ciudad.

Brenda----: Hagamos una cosa te quedarás en mi casa hasta buscar un familiar bueno para que te acoja, es un trato.

Cristina---: Tengo que trabajar para mí hijo.

Brenda----: Puedes trabajar en mi casa, ¿sabes cocinar?

Cristina---: Si, lo que usted quiera yo le cocino.

Brenda----: Bien hago una llamada y nos vamos a casa.

Brenda llamó a su esposo, le contó que decidió acoger en su casa a Cristina además también le manifestó que está embarazada y ella corre peligro en las calles, por su parte Víctor estaba feliz, al fin su esposa se decidió a buscar compañía y se ilusionó al saber que aquella joven estaba embarazada.

Mientras tanto en un centro comercial, Renato compraba la mejor ropa a su supuesto hijo, Jorge escogía la mejor ropa, los zapatos más caros, era como estar en el país de las maravillas todos sus sueños se hicieron realidad.

Renato---: Te gusta hijo.

Francisca---: No lo puedo creer, entonces verdad tienes un hijo.

Renato---: Si tía, él es Jorge, hijo ella es tu tía abuela, pronto conocerás a tus primos.

Francisca---: Ay hijo mi Brenda sigue con su mal, pobre de mi yerno ya está en la última etapa prácticamente solo espera su muerte.

Renato---: Pobre de la prima, sé que esto lo superará ella es fuerte.

Francisca---: Ojalá Dios te escuché, es guapo tu hijo se debe aparecer a la mamá porque a ti no tiene nada.

Renato sonrió, mientras que Jorge se puso muy nervioso el temía que lo descubran y el pueda perder toda es vida que está viviendo como si fuera aún sueño del que no quiere despertar.