Y que hacer si un día llega un pequeño ser a tu vida y te cambia todos tus planes... Ahora que harás José Luis
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Capítulo 11: Una tarde mágica.
Después de desayunar Katherine ayudo a Sofía a bañarse y a vestirse, también la peino y la iba a llevar a su casa hasta la noche porque yo tengo hoy unas entrevistas de trabajo.
-Papá yo sé que necesitas conseguir un trabajo, pero no podríamos pasar hoy el resto del día juntos los tres- pregunta Sofía.
-Eso me parece una excelente idea pequeña, pero Katherine podrá quedarse con nosotros- pregunto.
-Si por supuesto, que quieres que hagamos pequeña-
-No sé, que se les ocurre- pregunta la niña.
-Tengo una idea, vamos al lugar más divertido en toda la ciudad, que dicen chicas están listas- pregunto.
-Si- responden en coro.
Antes de irnos de paseo, fuimos a casa de Katherine, ella necesitaba cambiarse de ropa y fuimos por David para que saliera con nosotros.
David se puso feliz al ver a Sofía, y su felicidad aumento más cuando le dijimos que saldríamos de paseo.
En el auto los niños ocuparon los asientos de atrás y Katherine y yo íbamos adelante, los niños cantaban y yo solo observaba la belleza de la mujer que tenía a mi lado.
Creo que estoy sintiendo cosas que hace mucho no sentía, por ella, por Katherine y no pienso ocultarlas.
-Están listos niños- pregunto
-Si lo estamos, pero papá a donde nos trajiste- dice Sofía.
-Descúbranlo ustedes mismos, vamos salgan-
-wow es el mejor parque de diversiones del mundo, es tan bonito- dice David- vamos Sofía corre tenemos que montar en todos los juegos.
-Señor, pero este lugar es muy costoso, no creo que sea buena idea- dice Katherine algo preocupada.
-No te preocupes, mira el dueño es mi mejor amigo, ya hablé con él y todo está cubierto, ven disfrutemos este día, y no me digas señor, soy Jose Luis- le digo tomándola de la mano.
-Está bien, Jose Luis- dice Katherine con una sonrisa.
Los niños querían subir en todos los juegos, y así lo hicieron, estaban muy felices, la rueda Chicago, el carrusel, los carritos chocones, las máquinas para sacar peluches, juegos con balones, de puntería, algodón de azúcar, palomitas, hamburguesas, fue una tarde muy alegre y llena de mucha comida.
La verdad nunca había sido tan feliz mi hija sonreía al igual que David, y Katherine siempre al pendiente de ambos y hasta de mí, ella es la mujer perfecta, es la mujer que quiero en mi vida.
-Papá, crees que podamos entrar a los juegos inflables- pregunta Sofía.
-Si hija, pero con cuidado, acá los esperamos-
Los niños se fueron a seguir jugando y Katherine y yo nos sentamos en una banca muy cerca al juego donde estaban los niños.
-Katherine, te molesta que me acerque a ti- pregunto.
-Porque dice eso- responde Katherine
-Porque ayer que me acerque un poco te alejaste de mí, siento que te incomoda mi presencia- le digo.
-No es eso, es que yo...- responde sonrojada.
Yo me acerco a ella y tomo su mano, aprovecho para acariciar su rostro, ella cierra los ojos para sentir el contacto, me acerco a sus labios y la beso, ella se paraliza y yo sigo con el beso, unos segundos después responde al beso, nos separamos por falta de aire, ella estaba sonrojada, y no me miraba a los ojos.
-Katherine, mírame por favor, esto es en serio- le digo.
-Señor creo que esto no es correcto- responde cabizbaja.
-Ya no soy tu jefe Katherine, y es muy correcto, porque me estoy enamorando de ti- le digo mirándola a los ojos.
-José luis yo…- dice Katherine con lágrimas en los ojos.
-No llores hermosa, me gustas, me gusta verte reír, ver como te sonrojas cuando me acerco, me gustan tus labios, tu piel, todo de ti, y te juro que no estoy dispuesto a dejarte ir- le digo secando sus lágrimas.
Me acerco nuevamente y la beso, esta vez fue un beso apasionado, yo podía sentir con ese beso que ambos sentíamos lo mismo, creo que encontré el amor de mi vida.
Katherine y yo nos separamos nuevamente, ella no miraba mis ojos, estaba avergonzada.
-Yo también estoy enamorada de usted- dice en voz baja.
-Repite lo que dijiste- le digo- pero mírame a los ojos.
-José Luis yo también estoy enamorada de ti, hace mucho tiempo que lo estoy- me responde.
Yo me acerco y le doy un beso suave en los labios, la tomo de la mano y ella sonríe.
-Eres tan hermosa, lo sabías- le dije.
-Gracias José Luis- responde.
-Papá, papá ya podemos irnos a casa, David tiene un juego nuevo que quiere mostrarme- dice Sofía interrumpiendo el momento.
-Está bien vamos, respondo tomando la mano de Katherine-
El viaje a casa fue más silencioso, los niños estaban dormidos, y Katherine miraba por la ventana con una sonrisa.
Al llegar despertamos a los niños quienes de inmediato se bajaron del auto.
-Oye papá, límpiate los labios, tienes labial en ellos, muy parecido al de Katherine- dice Sofía antes de cerrar la puerta del auto.
Katherine y yo sonreímos ante las ocurrencias de la niña, en ese momento le dije.
-Me tienes que limpiar, tú fuiste responsable de esto-
-Yo, yo no fui responsable, tú me robaste esos besos- dice limpiándome los labios.
— Y si me das otro beso, quedamos a mano, que te parece- le pregunto.
En ese momento Katherine se acerca y me da un pequeño beso en la mejilla, luego la limpia y sale del auto.
-Ven que nos están esperando- dice al cerrar la puerta.
Yo solo sonrió y salgo del auto.
Parece que te había leído y no lo recuerdo, Pero con esta carta me hiciste aguar los ojos. Sofia se ve que es dinamita y va a poner de cabeza la vida de José Luis.