Destinity

Victoria Marsella 

Fue una noche llena Leandro sorprendido luego de lo sucedido quiso una explicaciòn, pero Victoria fue renuente y se mantuvo en su posiciòn sin darle una respuesta a lo que acababa de suceder. Leandro encendió el auto y fue al Hotel que Victoria le dijo, durante el camino no hubo una sola palabra, todo fue un silencio absoluto, solo se escuchaban las bocinas de los demás autos y pronto llegaron. Leandro se bajó del auto y abrió la puerta del copiloto, Victoria no quiso aceptar su mano y salió del vehículo tomando sus zapatillas y su bolsa en sus manos. 

-Agradezco su ayuda Sr Leandro. Que tenga una buena noche. 

-La acompañaré hasta su habitaciòn. Dijo Leandro. 

-No es necesario. Yo subiré sola. Hasta luego. Victoria era  reticente y no daba brazo a torcer. 

Leandro la ignorò y la siguiò hasta el lovy. Victoria siguió aún sabiendo que él estaba allí. Victoria solicitó sus llaves y se dirigió al ascensor ignorando a Leandro. Este entró al ascensor y ella marcó su piso, el número 15, hubo silencio  hasta que el ascensor se detuvo y Leandro oprimiò el botòn de “detener” colocándose delante de Victoria. 

-Entonces, ¿me puedes explicar  lo que pasó en el mirador?Leandro la mira mientras reposa una de sus manos en la pared y otra la obliga a que Victoria alce su mirada. 

-Fue un error.  Dijo Victoria. 

-Dímelo mirándome a los ojos. ¿ Por qué no lo haces?  Refuta Leandro 

-Porque no puedo sentir nada , ni por Ud ni por nadie. Victoria sube su mirada y su voz se vuelve altiva. 

-No fue lo que sentí, no fue lo que vi.  

-¿Ahora lo sabes?, ¿Què eres? ¿Dios?. La voz de Victoria sonaba ahora irònica llena de sarcasmo. A pesar de desestabilizar a Leandro, su reacción fue rápida. 

-Entonces, dime ¿ Què es esto? Leandro le tomó su rostro y besó nuevamente, esta vez  era un beso lleno de deseo, lujuria, desespero y necesidad. Victoria se resistiò, luego le respondiò con el mismo apuro, aquella ocasiòn se fue liberando hasta que su beso terminò con sofoco , sus respiraciones se escuchaban  entre las paredes del ascensor . Leandro acomodò su frente a la de Victoria. ella no podìa ocultar su satisfacciòn pero su sentimiento de culpa la carcomìa asì que oprimiò el botòn de abrir y el ascensor abriò su puerta saliendo ella de allì y cerrando la puerta nuevamente  sin darle tiempo a Leandro de reaccionar.

-Victoria. Leandro grita su nombre mientras la ve desaparecer a su vista. 

Leandro al igual que Victoria està  aturdido, luego de diez años, vuelve a besar a una mujer, se siente culpable por la memoria de su esposa y a la vez felìz por encontrar a alguien que puede llegar a amar. ¿Quièn es Victoria?, ¿Por què huyò de mi? ¿Habrá alguien más?. Leandro salió del hotel y se fue de allí ya era demasiado tarde. 

Cómo sorpresas, no pude dormir. Leandro ha puesto mi mundo de cabeza, jamàs pensè llegar a tener un encuentro tan cercano con él, menos de todo lo que nos uniò en un pasado, un pasado que a los dos nos pesa. Él no sabe quién soy yo y yo… solo quería estar lejos de Madrid. Son demasiadas heridas que creìa estaban cerradas, hoy están de nuevo abiertas. Debo irme de aquí lo más pronto posible. 

-Marlyn, por favor,  reserva para hoy de vuelta a Francia. 

-Pero Jefe, hoy debe estar en una entrevista. No hacerlo es fatal para la compañìa. 

-No hay forma de hacerlo por videoconferencia. Debemos irnos de aquí lo más pronto posible. 

-Lo siento Jefe, ademàs, el Sr Alfonso se encuentra en Alemania y las sucursales aquì la requieren para definir y ultimar contratos. 

-No puede ser. Alzò mi mano para masajear mis sienes.  Eso ¿qué quiere decir Marlyn?

-Que nuestra estadìa en Madrid serà por varios dìas. Me atrevo a decir que será por un mes, de acuerdo a mis cálculos. 

-Es demasiado tiempo Marlyn. 

-Jefe, es eso, o perder una inversiòn de millones de euros.

-De acuerdo, entonces consigue un apartamento cerca de aquì, una mucama, un auto y un chofer. Hoy mismo. Tú te quedarás conmigo por el tiempo que esté aquí.

-Está bien Jefe, igual mi madre entenderà. Marlyn baja su cabeza resignada. 

-Trae a tu madre Marlyn, nos harì bien una compañìa. Llàmala y compra los tiquetes de mi cuenta. 

-Pero Srta Victoria, siento que abuso de Ud, no se preocupe. Mi madre es comprensible.

-Tu madre ha estado muy enferma, no puede estar sola. Es momento de que tu madre tome el tratamiento con rigor. Hay que traerla, aquì hay excelentes mèdicos. 

-No podrè pagarlos Srta Victoria. 

-No los pagaràs tù. Eres una excelente trabajadora Marlyn, es hora de compensar tu buen desempeño.  Marlyn sonríe gratamente a Victoria y obsequia un abrazo repentino. 

-Gracias Jefe. Por esto, es que muchos quieren trabajar con Ud. 

-Ja ja ja. Marlyb, me estàs ahogando y no creo que te sirva de mucho muerta. 

-¡Oh!, Lo siento Jefe.  deberìamos aprovechar para agilizar el proceso de exhumaciòn de los restos de su prometido e hijo. Ud me dijo que los quería con prontitud con Ud en Francia. 

-Es verdad Marlyn. Tendremos que quedarnos. Ayúdame con eso. Necesito los permisos. Dame la agenda de hoy.

-Claro que si.