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Corazones Rotos.

Corazones Rotos.

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Traiciones y engaños / Romance de oficina / Diferencia de edad / La mimada del jefe
Popularitas:126.2k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Nix Agriche

Ambos creían haber encontrado su final feliz, pero les rompieron el corazón de la forma más cruel.

NovelToon tiene autorización de Nix Agriche para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 6

Al llegar, la ví sentada en un sector oscuro, pero sus ojos fueron lo que me hizo reconocerla. Una mirada profunda como el océano, repleta de tristeza y dolor.

Ella había bajado de peso desde la última vez que la ví, era evidente que no había mejorado nada en éstos ocho meses. Pero, siendo honesto, tampoco yo.

Me senté a su lado, pidiendo un whisky, necesitaba apagar el dolor en mí corazón y el alcohol hacia que toda esa mierda se adormeciera.

—Ey... –Logré decir, ella me observó un momento antes de asentir–. –Todo se fue al demonio, ¿No es así? –Preguntó suavemente, noté la tristeza en su tono y la melancolía en su mirada. Creo que, una vez más, nos rompieron el corazón el mismo día–.

—Mi esposa está embarazada. –Revelé, ella jadeó sorprendida, buscando algún indicio de que no fuera a causa de una infidelidad, pero no dije nada para calmar sus dudas–.

—Es... ¿Es tuyo? –Cuestionó, con sumo cuidado y negué, soltando una risa amarga–. –¿Crees que estaría en un bar con una completa desconocida si el bebé fuera mío? –La ironía era cruel, pero no tenía intensiones de ser gracioso, amable o considerado, tenía el corazón roto y sólo quería sentirme bien de nuevo–.

Ella asintió, observando la bebida en su vaso, era ginebra. Una bebida bastante fuerte para una mujer pequeña como ella, lo curioso es que cada vez que lo bebe, su hace una mueca de disgusto, dejando en claro que no le gusta. Pero, creo que al igual que yo, ella quiere matar los demonios en su interior.

—Estaba en casa de mis padres, íbamos a pasar la noche buena juntos. –Comenzó–. Todo estaba bien, hasta que llegó mí ex–prometido con mí prima y su hijo. –Me detuve, escuchando atentamente sus palabras, veía su cuerpo temblar por las emociones reprimidas y sus ojos humedecerse al narrar su historia–.

—Te juro que traté de ser amable y cortés pero, verlos ahí, jugando a ser la familia perfecta, fingiendo que todo estaba bien, como si no acabarán de destruir por completo mí vida... Me hizo perder la cabeza. Dije cosas horribles y, lo que es peor aún, le dije a Kaleus que iba a odiarlo hasta el día en que me muera. –Un sollozo involuntario se escapó de sus labios, causando que sus lágrimas comenzaran a caer–.

—Lo amo, Helios... –Confesó–. Lo amo tanto, y él sólo me utilizó. –Dijo, mientras lloraba desconsoladamente–.

Nunca he sido el tipo de hombre que sabe consolar a las mujeres, no puedo decirle que ella merece algo mejor, porque sé que no es lo que quiere oír.

Tampoco puedo decirle que el tipo es un cabrón imbecil, porque estoy seguro de que no le gustaría que insultara al hombre que ama.

Entonces, simplemente bebí mí trago, me mantuve en silencio a su lado; escuchándola llorar.

Cuándo finalmente sus lágrimas se secaron, el vacío llenó sus ojos, algo que me parece cruel y fascinante es lo mucho que cambian las personas cuando les rompen el corazón.

Al estar enamorado, los ojos brillan. Al tener el corazón roto, son opacos... Cómo si no hubiera ningún alma allí.

—Yo fuí a terapia con mí esposa. –Comencé–. No te rías de mí estupidez pero, quería arreglar las cosas con ella, ¿Sabes? –Observé como el hielo se derretía en el interior del vaso, mientras continuaba–. Ella se mostró arrepentida y, aunque no podía olvidar, quería arreglarlo. Por ella, por mí, por nuestro matrimonio.

Ella me observó en silencio, su rostro permanecía estoico, pero se mostraba levemente interesada en lo que estaba diciendo.

—Creí ciegamente que todo estaba bien, lentamente volví a confiar en ella, hasta hoy, ésta mañana ella me contó con toda la emoción del mundo que estaba embarazada. –Bebí un sorbo de mí whisky, ya que sentía ese puto nudo formándose en mí garganta–. Embarazada de un hijo que no es mío.

—¿Cómo sabés que no es tuyo? –Cuestionó en un suave murmullo, haciéndome soltar una leve risa cargada de amargura–.

—Porque no he podido tocarla desde que supe que era infiel, de eso hace ya ocho meses. –Solté un suspiro tembloroso, cargado de frustración mientras pasaba una mano por mí cabello, desordenándolo–. Traté de hacerlo con ella, de verdad, pero cada vez que íbamos a tener intimidad, sólo podía recordarla teniendo sexo con mí supuesto mejor amigo. Así que, no pude, no pude hacerlo.

—¿Sabés que fue lo que dijo? Dijo, «El bebé es tú hijo, porque llevará tu apellido». ¿Cómo puede ser tan cínica? –Solté con irritación, mientras pedía otra ronda–. Ya no pude soportar su indiferencia hacia mis sentimientos, hacia nuestros votos... –Miré mí mano, la cual ahora ya no tenía mí alianza de casado–. Le pedí el divorcio. –Revelé–.

—Eso es... Horrible. –Respondió, mientras me observaba con simpatía y dolor–.

—Sugongo... Pero, ¿Qué puedo hacer? Ésto ya no tiene solución. –Comenté, mientras volvía a acabarme otro vaso de whisky, sintiendo como el alcohol comenzaba alterar mí sistema–.

Ambos continuamos bebiendo en absoluto silencio, ninguno quería hablar, pero ciertamente nos sentíamos cómodos en la compañía del otro. Mientras las horas pasaban, me di cuenta de que ya estaba ebrio.

—¿Por qué me engañó? Le dí todo lo que siempre quiso, una casa, ropa, joyas... ¡Todo! La amé como nunca amé a ninguna otra mujer, me casé con ella. Y aún tiene la desfachatez de echarme la culpa de su infidelidad. ¿Acaso no la amé lo suficiente? –Las lágrimas comenzaban a nublar mí visión, pero no quería llorar, no por ella–. No importa, sólo fueron quince años de matrimonio, ni tantos. –Murmuré–.

—¿Qué vas a hacer ahora? –La escuché preguntar, mientras se recostaba en su asiento–. –Divorciarme, supongo. –Fue lo único que pude responder–.

—¿Y tú? –Indagué, y ella soltó un largo suspiro tembloroso–.

—Lo dejaré ir. –Confesó–. No puedo esperar a un hombre, que se fue tan pronto como otra mujer llegó a su vida. Por mucho que lo ame, está claro que él no me amó con la misma intensidad. Él eligió irse, así que, que así sea. –La resignación en su voz era notoria, se veía igual que antes pero, al mismo tiempo, muy diferente de la última vez que la vi–.

Hace ocho meses, estoy seguro que ella hubiera aceptado a su ex-prometido si él le hubiera vuelto y suplicado su perdón. Pero, ahora mismo, dudo que eso sea posible.

Supongo que es lo mismo conmigo, antes quise arreglar todo con mí esposa. Ahora, ya no veo solución en ésta relación.

Supongo que ésto es lo que sucede cuando te rompen el corazón.

Y ahora mismo nosotros estábamos rotos.

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1
Jorge luis Méndez Montaño
estoy molesto porque publican libros sin terminar, si siguen haciéndolo por lo menos pongan que no está terminado así uno decide si leerlo o no
FairyTessa
uffff 🔥 🔥 🔥
Alicia💕
Creo que está historia se volvió ficción y terror porque poner el hermano de enemigo son sangre
Alicia💕
no párese un hombre maduro eres un idiota
Melisuga
¿Noah no tiene un terapeuta que lo esté asistiendo en todo el proceso de adaptación a su nueva realidad? Esos pensamientos que tiene coquetean entre el ímpetu de un adolescente rebelde y la psicopatía de un controlador obsesivo.
Melisuga
Oriana acaba de darle a Noah el incentivo que necesitaba para querer mejorar.
Melisuga
A nadie se le permite el primer golpe, mucho menos a una pareja.
Melisuga
Oriana ha demostrado ser más madura y centrada que Helios, con todo y lo grande que es.
Melisuga
Tal cual. Sin terceros involucrados.
Melisuga
Mi Abuela Mima... ¡A pulso!
Melisuga
Me recordó a mi Abuela Mima. Era así de contundente. Decía "rana" y todo el mundo saltaba, sin discusión.
Melisuga
Cuentas saldadas y pagos con intereses, para que Helios no se queje.
Melisuga
¿Puedes, acaso, refutar ese argumento, Luna?
Melisuga
Pero esta tipa no aprende. Estoy por creer que le gusta ser golpeada por Connor.
Melisuga
Te aclaro algo, Helios. Ni poniendo de alfombra los cadáveres de todos los implicados vas a lograr un perdón fácil por parte de Oriana. Ella ya dijo que te permitirá ser parte del bebé, pero también aclaró que solo eso serás en su vida: el padre de la criatura.
Melisuga
Nathan está siendo el mejor amigo, aunque puede que Helios no lo crea así ahora mismo. Le está diciendo las verdades a la cara y sin medias tintas.
Melisuga
Más que claro, transparente. Doña Graciela Kramer no pudo haberlo dicho de mejor y más simple manera.
Melisuga
Cada argumento es más irrefutable que el precedente.
Melisuga
A todas estas, la madre de Helios estaba en la iglesia. ¿Qué pasó con ella?
Melisuga
Él sabía su historia y le prometió que nunca le rompería el corazón. Ahora, ni el arrepentimiento lo va a matar ni el remordimiento lo va a dejar vivir mínimamente tranquilo.
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