Amor Infinito

Amor Infinito. 

Elsa Isasa 

Capítulo 7:Nace el amor.

El movimiento normal de la casa de Leonardo Valente comenzó a girar en torno a Bruno. Los dos traumatólogos empezaron su ejercitación con el niño. Trajeron una silla de ruedas para sacar al chico de la pieza y hacerle ver un poco el mundo exterior. 

Leonardo iba a visitar al enfermo y hablaba con él cuando veía que ya todos dormían. Fue así que un día Maja lo encontró y sin más, le tomó de la mano y lo llevó a su habitación.

Allí le mostró la pared con un mapa y los números localizados que a diario le pasaba Andrea, incluso una isla del pacifico donde estaba según ella la dirección IP de la máquina que pudo localizar. 

Leonardo miró asombrado lo que maja tenía prendido en su pared. 

El mapa de cada continente señalando cuentas bancarias y las organizaciones y empresas que estaban detrás de cada una. Vió recortes periodísticos sobre el trabajo de las fuerzas de seguridad o noticias de sus propias acciones escondidas luchando contra esa mafia. 

– Mire jefe. No se si usted sabe, pero son organizaciones sucias, a algunas le persiguen fuerzas del orden local pero en otras se ven noticias de cabecillas muertos y accidentes que quizá no son fortuitos. Es como si alguien estuviera detrás de esa gente.-- 

Ella le había soltado la mano y él miraba asombrado su trabajo. Dudó un poco y luego decidió contarle algo de lo que hacía. 

– Soy yo Maja. Yo estoy luchando contra esa mugre desde que raptaron a mí esposa embarazada. 

– ¿Usted?--

– Así es. Andrea y yo, ahora también tu, saben de mí trabajo Son gente mala, escoria social Maja. Trata, prostitución, venta de órganos de niños y jovencitas. No puedo quedar al margen y …

Maja de golpe lo abrazo. Su cuerpo delgado se fundió contra el suyo y lo dejó temblando. 

– Gracias…Gracias jefe.,-- dijo– Es usted el hombre más maravilloso que he conocido.--

Leonardo se safó de sus brazos y salió a su reducto con el corazón batallando en el pecho. 

Volvió a su escritorio y se vio excitado como hacía demasiado tiempo que no le pasaba. 

Su masculinidad le dolía de tanta excitación. Y entonces supo que la deseaba. Que por primera vez deseaba a otra mujer que no sea Magdalena. 

Y a partir de allí empezó a mirarla con otros ojos. La veía por la ventana hablar con los traumatólogos y sentía celos. La veía plantar con el jardinero y jugar con el agua de la manguera mojando su cuerpo donde mostraba sus pechos duros y pequeños tenía deseos de echar al muchacho lejos de ella. Escuchaba el sonido de su risa mientras trasladaba a su hermanito por el jardín y deseaba ser parte de su vida. De la vida de una niña. 

Se sentó un día a revisar su currículo y supo que ya no era una niña. Tenía 19 años y su hermano 9. Una historia rara. Había nacido en Italia y su hermano en este país. Una historia rara detrás de esa mujer que no era para él. Solo hacía un trabajo en su casa, eso era todo. 

– Andrea. El traumatólogo del chico. Busca una mujer y despidelo. Y al jardinero, háblale. Que respete su lugar. 

– Pero…

– Se están pasando en el trato con Maja. – dijo. 

– Okey jefe. - contestó Andrea sin entender mucho.¿ Es probable que la chica se hubiera quejado?

Paula junto a los muchachos trasladaron un bonito árbol natural al corredor de la mansión. Luego trajo una gran caja de abalorios para adornarlo. Bruno sentado en su silla aplaudía con los ojos extasiados y Paula junto a Maja ponían los finos detalles en las ramas. 

La visión era idílica. 

Leonardo Valente sintió que era parte de una familia. Se unió al grupo y sonriente empezó a colocar cada estrellita o cada pelota brillante. 

La risa de Maja y la alegría de Bruno eran un regalo para su alma. 

Beso a Bruno cuando terminaron el trabajo. 

– Vamos muchachito. Intenta caminar. Vamos – dijo jalandolo. 

Bruno prendido de su mano y de la de Maja empezó a dar sus primeros pasos. Paula aplaudía y el jolgorio de todos los empleados llenó de golpe una mansión que era silenciosa. 

La música de navidad invadió la casa  y las luces del árbol se prendieron.

Era un momento tan mágico que quedaría grabado en la mente de Maja para siempre. Su jefe sonreía y era el hombre más lindo que ella había visto. 

Llevaron juntos a Bruno a acostarse y Maja no pudo hacer otra cosa que al salir de la habitación abrazar a su jefe y darle un beso en la mejilla. El también la abrazó muy fuerte y Maja sintió su aroma y su calor. 

Cuando entró a su recámara su corazón latía como nunca antes. 

Supo sin lugar a dudas que estaba enamorada de un hombre prohibido. 

Y las lágrimas inundaron sus mejillas. Esa noche tan hermosa se durmió llorando en la cama. 

Al otro día, vió como una hermosa mujer, la nueva kinesióloga miraba muy sonriente y coqueta a su jefe mientras lo saludaba. 

– La señora del jefe es más hermosa– dijo. 

– ¿Conoces a Magdalena? – le preguntó asombrado Andrea que estaba a su lado. 

– vi una foto de ella. Es más bonita que esa señora - contestó.

Maja no le contó para nada la intensa búsqueda que estaba realizando de la mujer de su jefe. Nadie aún debía saberlo hasta que ella la encontrará. Y la encontraría. Eso era seguro. No quería que otra mujer se una al señor Valente.

Un sentimiento extraño para Maja la inundó durante el día todo. Miraba a la profesional con desconfianza. Quería encontrarle algún defecto. Pero la médica fue excelente en la ejercitación y trato con su hermanito. 

Esa noche Andrea y Leonardo volvieron a salir. 

– Esos dos van por mujeres– dijo Paula. –

– ¿Tú crees? – contestó Maja. 

– Así es. Van a esos bares nocturnos donde hay privados y mujeres dispuestas a cualquier cosa por dinero.

Maja quedó imaginando a su jefe abrazando a otra mujer y lo que imaginaba le llenaba de dolor interno. Ese dolor no era otra cosa que celos. 

Queridos lectores, espero que si les gusta la historia de Maja y su amor prohibido, me ayuden con regalos y comentarios para que Amor Infinito tenga éxito en la plataforma. Gracias 💞🇦🇷