Mikhail Ruttherford, el hijo menor varón de una familia con poder y dinero, acostumbrado a actuar según sus creencias, sin prestar atención a lo que otros digan de su forma de llevar las cosas, solo su perspectiva era importante, hasta llegar al punto de mantener una relación amorosa con Anastasia Petrova, la mujer de la cual estaba profundamente enamorado a pesar de las controversias y problemas que ese amor le procuraba, siendo el hecho de que la mujer ya se encontraba casada con otro hombre, por lo que su relación era un secreto que no podía salir a luz pública, mientras él debía verla ocasionalmente desfilando por la alfombra roja tomada de la mano del hombre quien era su esposo, teniendo que compartirla para poder mantenerse a su lado, aferrado a ella sin importar las condiciones.
Para distraer su mente y mantenerse alejado de la tentación de buscarla cometiendo la imprudencia de interrumpirle el evento al cual ella asistiría en compañía de su esposo. Prefirió crearse algo de trabajo extra y viajar hacia una zona remota con el pretexto de ir a ver nuevos terrenos para un negocio. Algo que no estaba dentro de sus planes era que durante ese viaje tendría un accidente que lo haría desaparecer de ese mundo durante algunos meses.
¿Qué sucederá cuando aparezca luego de su accidente?
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Capitulo 11. A veces es mejor no saber
Después de aquello, Freya quedo un tanto pensativa, ¿Por qué Lukas se estaría comportando tan extraño durante todo el día?, ¿tal vez sea porque se sentía muy solo?, debe ser difícil el perder todos tus recuerdos y estar en un lugar donde no tienes ningún familiar, si ese fuera su caso estaría muy desesperada y no podría siquiera dormir.
Así que pensando en lo difícil que debe estar pasando Lukas, Freya se levantó muy temprano en la mañana, por suerte ese era su día libre así que podría dedicarlo a tratar de ayudarlo, después de hacer el desayuno y preparar una vianda, se arregló para salir.
- Freya, ¿Qué hoy no es tu día libre? – le dice Gunther viéndola antes de salir por la puerta
- Si, solo iré a hacer algunas cosas al pueblo – le dice – el desayuno esta tapado en la cocina, sírvanse y recuerden lavar sus platos – le dice antes de marcharse
Salió de la cabaña y camino hasta llegar a la pequeña cabaña donde Lukas se estaba hospedando, toco varias veces antes de que el hombre abriera la puerta, parecía un tanto agitado, ¿de nuevo se sentía enfermo?
- Freya, buenos días – le dice el hombre, su respiración parecía agitada
- Buenos días Lukas, ¿Qué tal dormiste? – le dice viendo su rostro
- Pues sí, pero he estado teniendo un sueño recurrente en el que… - solo se quedó viéndola fijamente
- ¿Es una pesadilla? – le dice tratando de entenderlo
- Desde que tengo ese sueño me es difícil concentrarme en otras cosas, así que si es una pesadilla porque en la realidad no puedo tenerlo – le dice esquivando la mirada de Freya – entonces, ¿Qué sucede?, ¿deseabas algo? – le dice cambiando el tema
- Oh, pues te traje el desayuno - le dice entregándole la vianda.
- Gracias – le dice sonriéndole de forma amable
- Además, quería proponerte el ir a la policía – le dice
- La policía, ¿para qué? – le dice confundido
- Aunque ellos tomaron todos tus datos el día que ingresaste al hospital, no han dicho nada de tus familiares o incluso de donde vivías – le dice en tono preocupado- así que estaba pensado que quizás podríamos ir a ver qué ha sucedido con ello ¿Qué te parece? – le dice entusiasmada.
- Si, buena idea – le dice de forma amable – entonces déjame arreglarme y salimos en unos minutos ¿quieres esperar aquí adentro? – le dice abriendo la puerta al máximo
- No, no, yo prefiero esperarte aquí afuera – le dice haciendo un ademan con las manos
- Bien, entonces vuelvo enseguida – le dice dejando la puerta abierta por si Freya cambiaba de parecer.
Después de que MIkhail terminara de arreglarse, Freya tuvo que aceptar su propuesta y entrar a la cabaña a esperar mientras el hombre desayunaba la comida que ella le había llevado. Al terminar pudieron salir de allí y ponerse en marcha hasta llegar a la estación de policía.
Tal y como Freya lo había esperado, los hombres ni siquiera tenían dato alguno de Lukas, por lo que tuvo que llenar unas planillas con sus datos y además indicar de forma detallada los hechos de la noche en la que fue encontrado, algo que por suerte Freya ya conocía a detalle por todo lo que se habló en el hospital, también sabia la ubicación en la que fue conseguido gracias a su hermano quien había contado la forma en que lo consiguieron.
Al terminar solo les dijeron lo más obvio, debían esperar, ya que comenzarían a buscar en la base de datos y era algo que podía llegar a ser tardío debido a que Lukas no pertenecía a aquel lugar, algo que volvía la investigación mucho más extensa de lo que podría llegar a ser si tan solo tuvieran otros datos.
Aunque no tenía grandes esperanzas, Freya había entrado con un ánimo ferviente en la estación de policías, pero al chocar con aquella pared de negatividades, todos los pensamientos positivos de querer ayudar a Lukas se habían ido desvaneciendo con todos los pretextos que les dieron, hasta que termino resignada a esperar que aquellos hombres se apiadaran en querer averiguar el paradero de la familia de Lukas, ¿Y si tal vez no tenía familia?, esa idea no se le había pasado por la cabeza hasta ese momento, ¿Qué sucederá si descubren que él está solo en aquel gran mundo?
- Lukas, sin importar que, yo siempre estaré a tu lado – le dice Freya animando al hombre, pensando en lo triste que es estar solo sin poder llamar algún lugar su “hogar”
- Eso ya lo sé, Freya – le dice sonriendo – y, ¿ahora qué? – le dice viendo los alrededores
- Pues, ahora solo queda esperar – le dice suspirando.
- Preguntaba, ¿Qué quieres hacer ahora Freya? – le dice riendo
- Oh, ya entiendo – le dice contagiándose de la risa del hombre – pues en este pueblo no hay muchas cosas por hacer – le dice pensativa – por ahora ¿me puedes acompañar a hacer las compras? – le dice teniendo solo eso en mente.
- Bueno – le dice aceptando
El súper mercado del pueblo no era algo grande, pero tenía todo lo que pudieran necesitar, así que comenzaron a ver los estantes entre cosas necesarias e innecesarias que simplemente llamaban su atención.
Freya se encontraba en las neveras cuando vio a Lukas en uno de los mostradores, observando detenidamente, después la vendedora quien también se percató de la concentración del hombre hacia uno de los productos del mostrador, se acercó para atenderlo y este comenzó a señalarle colocando su dedo sobre el vidrio.
Se veía sonriendo mientras le indicaba a la mujer cual era el objeto que deseaba, ¿Qué seria?
- Lu…
- Freya Ericksen es una niña tonta – escucha en uno de los pasillos, enseguida hizo silencio.
- Ja, ja, ja siento pena por la pobre chica – se escucha a otro hombre
- Si, a veces da pena lo patética que puede ser, pero eso no me detendrá de ganar esta apuesta – Freya conocía aquella voz que se encontraba a tan pocos pasos
- Eres muy competitivo Charls, Ja, ja, ja, mira que llegar tan lejos solo por ganar – dice el hombre riendo
- Sí, claro que soy competitivo y espero que todos pongan su parte del dinero después de que logre acostarme con esa tonta – dice en tono malicioso – quiero billete sobre billete, así que díselo a los otros doctores en el hospital – le dice de forma imponente
- Si, si, ya todos lo saben, eres demasiado desconfiado por Dios – le dice el hombre en tono despreocupado. Freya se mantenía en silencio escuchando del otro lado del pasillo la conversación de los dos hombres, preguntándose si todo aquello no era más que un horrible sueño, en el que Charls, el hombre amable, dulce y cariñoso al que ella conocía resultaba ser un patán asqueroso, que solo la veía como una simple apuesta que debía ganar – tu no olvides que debes mostrarnos la foto como prueba, tampoco creas que será tan fácil – le dice el hombre continuando
- Si quieren les grabare hasta un video, aunque no sé si lo puedan soportar – le dice Charls riendo
- Qué asco amigo, no te vayas a atrever a arruinar mi retina de esa forma, con una fotografía es más que suficiente – le dice en tono irritante – ja, ja, ja, nada mas de pensarlo se me revuelve el estómago, en serio que le vendes tu alma al diablo por ganar una apuesta amigo, ja, ja, ja – dice en tono burlista
- ¿Al diablo?, esto es peor que eso – le dice Charls riendo - ¿has visto la forma en que me mira?, me da escalofríos cada que lo hace, después de ganar la apuesta tendré que hacer algo muy malo para arruinar la imagen que tiene de mí y poder quitármela de encima a ella y su mirada de cochorro en busca de atención – dice riendo
- Oye tu idiota – se escucha la voz de otro hombre, sonaba molesto. Freya volteo hacia el mostrador y noto que Lukas ya no se encontraba allí.
- ¿Qué?, ¿Qué quie… – Un estruendoso ruido alarmo a todos los del supermercado
Freya corrió hacia el otro lado del pasillo y quedo impactada con la escena que estaba viendo, Lukas se encontraba de pie con una postura amenazante, mientras Charls estaba tirado sobre una pila de latas.
- Oye amigo ¿Qué demonios te sucede? – le dice el otro hombre que estaba con Charls a Lukas, quien sin darle tregua alguna al hombre le dio un puñetazo en el estómago y luego otro en la cara, provocando que el hombre cayera al suelo