Arleette la hija menor de los Conti es la mafiosa mujer más temible, heredó la mafia de su abuelo y se encarga de ella, pero su debilidad es su hermano
David el hijo mayor de los Marino es uno de los mafiosos más despiadado, pero su debilidad es ser mujeriego y su hermano menor.
Sus padres aran un trato para que ambos se casen y así crezca su poder, ambos aceptaran, pero en el camino verdades saldrán a la luz y lo que empezó con peleas terminará uniendo las fuerzas de Arleette y David, e incluso tal vez enamorándolos.
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Perdónenme
Ya había pasado 3 días de la muerte de Esteban, Arlette entraba a la habitación solo para ducharse y dejarle la comida a David, quien comía mientras ella se duchaba y cuando ella salía, él le ignoraba y solo tiraba las cosas al suelo, ella las recogía y bajaba, para después dormirse alado de la puerta sentada. Arlette debía salir a ver un tema de trabajo y dejo a David a cargo de los de Seguridad mientras hacía sus vueltas.
Llego a la bodega y logró hacer todo sus pendientes, después paso a la casa de sus hermanos a ver por ellos y así ella distraerse.
Fernando- como está David
Arlette- Hace 3 días está encerrado y no sale, entro y veo como esta le llevo comida y lo dejo solo, él así lo quiere
Adolfo- la pregunta es, como estas tú
Arlette- bien, yo estoy bien.
Fernando- Arlette por favor no mientas en tu cara se ve, que no estás bien, él te hizo algo
Arlette- no, pero
Adolfo- Pero tú si trataste de hacerte algo verdad
Arlette agachó la cabeza y Adolfo se paró enojado y le dijo gritando
Adolfo- ACASO ESTÁS LOCA, QUIERES REPETIR LO DE HACE 5 AÑOS, QUIERES ARRUINARNOS LA VIDA A TODOS O QUE, QUE PASA POR TU MENTE ARLETTE
Arlette- quiero tener paz y ser feliz y siento que si no me hubieras dejado esa noche ahora me ahorraría todo esté dolor y estos sentimientos y también Esteban estaría vivo y David libre.
Adolfo- por una vez puedes dejar de pensar en los demás y pensar en ti, que quieres, acaso crees que Fernando y yo seremos felices sin ti
Fernando- Adolfo tiene razón el que él allá interrumpido esa vez que te mates, fue bueno, nosotros no seríamos nosotros sin ti, y lo de David no fue tu culpa, fue culpa de Rafael
Arlette- Rafael es así porque quiere mi poder, se lo hubiera dado cuando esto comenzó
Adolfo- el abuelo no le hubiera dado nada a él de todas formas, el abuelo sabía que él con más poder sería peor de lo que es ahora, así que no tuvo mejores manos en las que dejarte a ti, por favor ya no trates de lastimarte
Fernando- por eso tienes esa venda en la mano cierto
Arlette- creí que si una pistola no me quito la vida
Adolfo- cortándote las venas lo lograrías
Arlette- nadie se hubiera dado cuenta, David en su duelo, ustedes aquí, el único que podía darse cuenta era Martín
Fernando- Martín la mano derecha de David
Arlette- él llegó y fue al despacho por unos papeles, me encontró con la navaja en la mano a punto de cortarme el otro brazo y me detuvo, también me curó, y me dio un calmante y tranquilizante, se fue de la mansión cuando vio que ya estaba bien.
Adolfo- Espero que no lo vuelvas hacer, si no fuera por Martín ahora te estaríamos velando, no ayudas a nadie con tu muerte, solo lastimarías más, a nosotros y te aseguro que también a David
Fernando- le daré las gracias a Martin cuando lo vea
Adolfo- yo también
Arlette- por favor no digan nada de esto a David, Martín me prometió no decir nada, él no está bien
Adolfo- de acuerdo, cualquier cosa nos avisas y ya no trates de hacerte daño
Fernando- si por favor, si necesitas algo o estás mal, llámanos y en 5 segundos estaremos contigo
Arlette- de acuerdo se los prometo, y perdónenme
Arlette se fue a la mansión, cuando llego el de seguridad le informo, que el señor ya había cenado, que el mismo le subió la cena, Arlette se lo agradeció y subió, Arlette antes de entrar se tapó bien su venda, no quería que David note.
Cuando entró David estaba sentado en el sillón mirando al piso, ella pensó que no la vio y quiso pasar para ir a ducharse, él la agarro de su brazo derecho y ella empezó a temblar, no por miedo sino que si él la agarraba el otro brazo notaría su venda.
David- porque tiemblas, acaso me tienes miedo
Arlette- tiemblo, porque tengo frío, estaba por ducharme y así me abrigo un poco más, es que vengo de afuera
David- ven siéntate a mi lado, quiero que hablemos
Arlette- puedo ir a ducharme antes, por favor
David se le hizo extraño, después de estos días de malos tratos ella no solo, le servía la comida y limpiaba su desorden, si no que dormía recostada a la pared afuera, el lo había notado ese día al despertar, y cuando la vio le partió el corazón y quería disculparse con ella, pero ahora ella no actuaba ruda como siempre sino que le pedía por favor para ducharse, que había cambiado en Arlette, que se comportaba sumisa.
Arlette- por favor me sueltas y así me ducho y vuelvo para charlar todo lo que quieras
David- de acuerdo ve y duchate, te espero aquí sentado