Valeria una joven de clase baja que siempre a soñado en estar en la fórmula 1, y Maik un piloto extraordinario campeón mundial de la fórmula 1, ella carismática, amable, Pero ninguna tonta, el un hombre frío y capaz de pasar por encima de la gente con tal de conseguir lo que quiere.
Ninguno de los dos, dará su brazo a torcer, Pero en la pista ambos son apasionados. ¿Esa pasión podrá salir de las pistas, o solo se verán en ese lugar?.
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Verdad dolorosa
A dónde la llevaba, ella no lo sabía, sus ojos estaban fijos observando los edificios de la gran Londres, en el día las calles estaban llenas de gente, era bulliciosa, alegre, pero en la noche todo cambiaba, se volvía más triste y solitaria.
Perdía toda la vida, que había en el día, solo cambiaba cuando en algún momento de la noche varias personas se reunían para competir.
Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Valeria, al recordar las noches de adrenalina en las cuales se sentía libre, se sentía dueña del mundo entero. Eran esas noches en las que desahogaba su depresión y su ansiedad, el hablar no era lo suyo.
No sé sentía lista para soltar todo lo que tenía dentro, o no había encontrado a la persona ideal.
- ¿por qué?.
- Sea más específico, esa pregunta puede tener muchas respuestas posibles, ¿por qué no fui a la carrera hoy?, o ¿por qué mi hermano y yo no nos parecemos?, también...
- Ya basta. - Valeria supo que Maik no estaba jugando, y que su humor era de perros. - Tan difícil era pedir dinero.
- A usted.
- Por qué no, a caso así de malo le veo.
Que responder a eso, aún sabiendo lo que ella pensaba de él.
- Habla.
- Que quiere que le diga.
- Porque no acudiste a mí, no soy un maldito monstruo.
- Lo dice de dientes para afuera. - suspiro antes de continuar. - A nadie le importa mis problemas, yo solita los e de solucionar.
- Aún sabiendo que esa deuda no es con usted, está realmente loca.
- Añádelo a la lista de mis defectos, que son bastantes, uno más o uno menos no me afecta en nada.
Sus ojos volvieron al paisaje de la ciudad, estaba cansada, una cosa le salía bien, y luego el universo se encargaba de golpearla dos veces y con más fuerza.
Poco a poco sus ojos comenzaron a cerrarse, trataba de olvidar, quería olvidar lo que había pasado, así hubiera sido por algunos minutos, olvidarse de la triste realidad en la que vivía.
- Bájate.
- La voz dura de Maik la despertó, dejándola completamente despierta. Un poco asustada porque no se acordaba en dónde se encontraba, hasta que vio el rostro de Maik. La realidad le había pegado muy duro.
- ¿Dónde estamos?.
- Vamos a comer algo, tengo hambre y cuando estoy así me pongo irritable.
- Más.
- Por favor, no estoy de humor para tus malditos sarcasmos.
- Lo espero en el auto. - ella vio el lugar en el que estaban y claramente no pertenecía a él.
- Baja, por favor necesitamos hablar de lo que está pasando.
- No...
- YA.
Valeria tragó saliva al escucharlo gritar, si lo había oído en su tono serio y amargado, Pero nunca en el tiempo que habían compartido la había gritado de esa manera.
Así que no tuvo más opción que bajar del auto y entrar a aquel restaurante lujoso, vistiendo con un overol, un croptop, unas hermosas conversaciones negras.
Y como era de esperar las miradas se dirigieron a los dos comensales que acababan de entrar, al parecer a Maik no le importaba mucho, pero a ella sí.
Se sentía tan pequeña, los escuchaba y quería desaparecer, pero si lo hacía puede que las consecuencias fueran peores.
Agachó la cabeza y camino detrás del señor Rowan, hasta llegar a su mesa, la cual se encontraba lo más alejada posible de las miradas indiscretas.
- Señor Rowan, bienvenido está noche.
- Traeme lo de siempre por favor, y a ella lo mismo.
- Buena noche. - el camarero mostró una sonrisa de agradecimiento por el saludo.
- En seguida señor.
Durante todo el tiempo que demoro el camarero en cuanto llegó, y ella vio el plato se sorprendió mucho al ver el plato.
- Me imagino que sabe utilizar los cubiertos.
- No soy una maldita cavernícola, sé que esto es un tenedor. - ella señala la cuchara, tenía que sacarlo de quicio un poco más. - Y esta debe ser la cuchara. - está vez señaló el cuchillo. - Y por último tenemos al cuchillo.
Maik, no sabía si reírse, llorar o sacarla corriendo del maldito restaurante, desde que se enteró para qué necesitaban la plata, no estaba de buen humor.
Deberle a prestamistas era algo muy peligroso, muchos de sus empleados habían perdido la vida de esa manera.
Lo único que le alegro fue encontrar a Valeria ilesa, desnuda pelo sin ningún rasguño.
- Deja de decir estupideces, y come porque vas a necesitar muchas energías para escuchar lo que te voy a decir.
Ambos comieron en silencio y al terminar y estar ya la mesa desocupada Maik tomo su copa de vino tomo un sorbo, se aclaró la garganta y…
- El dinero que le debes a James, de quién es la deuda.
- De un ex.
- Estás segura de eso. - la forma en que decía esas palabras comenzaron a tronar en la cabeza de Valeria haciéndola dudar.
- Sii. - contesto vacilante.
- Pues lamento decirte, que en parte tienes razón, pero tu hermano también está involucrado.
- De donde sacas esa maldita mentira, el noe haría eso.
- Te acuerdas que me demoré en salir de ese asqueroso lugar, quería averiguar lo que pasaba y me contó la historia.
Valeria no podía creer lo que Maik le estaba diciendo, Alan sabía lo que pasaba cuando se metían con ellos, él tenía un espejo con ella.
- Esto tiene que ser un maldito error, tú estás mintiendo.
- Para nada. - él pone el celular en la mesa y oprime el botón de reproducir.
Era la voz de James relatando la historia de lo que pasaba con Alan. No era cualquier cosa lo que pasaba. La verdad la está golpeando aún más duramente.
Se estaba enterando que su hermano era un adicto, no solo a sustancias prohibidas, sino que también al juego.
- El que lo golpearan no fue por la deuda de tu ex, fue porque no ha podido pagar lo que le debe a James.
- Necesito que sepas esto, tu trabajo es estar en el box en las carreras, en las prácticas, y hasta si a mi me da por correr en la pista solo.
- Ya entiendo todo, no eres un salvador solo sigues...…bes que deja así, ya se a lo que me tengo que enfrentar. Si no es más, me puede llevar a casa.
Levantó los hombros como si nada y salimos de aquel restaurante, ahora ella tenía que enfrentarse a su hermano.
😭 😭
Actualiza todos los días de ésta Maravillosa Trama es hermosa
Gracias..
después el tal Maik, ..
Ojalá de Corazón Valeria ayude a Lorenzo a ganar la carrera de los monoplaza. y después qué se cambié de equipo y de marca que la valoren cómo se merece!
para mí, entretenida . Maratón Plisss.