NovelToon NovelToon
Tutora De Un Rebelde

Tutora De Un Rebelde

Status: En proceso
Genre:Escuela / Romance / Amor prohibido / Elección equivocada / Amor-odio / Diferencia de edad
Popularitas:3.5k
Nilai: 5
nombre de autor: HananFly

Mi novio comparte techo con su ex (él insiste en que son solo amigos). Las discusiones son frecuentes y mi intuición me alerta, aunque sin evidencias. Además, un niño con tendencia a los incidentes ha entrado en mi vida y ahora soy su tutora. ¿Por qué este joven ocupa tanto mi mente?

NovelToon tiene autorización de HananFly para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Los dos favores

—¿Hay alguien ahí?—pregunté, el silencio era tan profundo que se podía oír el tic-tac del reloj de pared... si es que había uno. Normalmente, la Señora Hirma inundaba la casa con las ondas de su radio y el aroma delicioso de su almuerzo.

—Como un pueblo fantasma—respondió Leo, dejando caer las llaves sobre la mesa con un golpe seco y su bolso uniéndose al caos en una de las sillas giratorias. Acto seguido, se dirigió al refrigerador como si fuera la puerta a otro mundo. ¡Ajá! Había na nota solitaria adherida a la puerta blanca.

—¿Todo bien?—indagué con curiosidad y una punzada de preocupación danzando en mi interior.

—Sí, eso creo... Dice que fue al médico para su chequeo de rutina. Que no me preocupe. ¡Oh! Y aquí pone, en letras grandes, que si tocas el timbre, te deje afuera como un perro.

—¡Te lo inventaste! ¡Eso no dice ahí!

—¡Que sí! ¡Mira!—insistió Leo, agitando la nota en el aire, una sonrisa traviesa asomando en sus labios. Sabía que le encantaba tomarme el pelo, pero esa seriedad repentina... siempre lograba sembrar una duda.

Me acerqué con cautela, extendiendo la mano para tomar la nota y desenmascarar su juego. Pero, ¡rápido como un rayo!, la alzó por encima de su cabeza. ¡Era mucho más alto de lo que recordaba! Salté una y otra vez, mis dedos rozando el papel, pero sin alcanzarlo.

—¡Qué chiquita eres!—comentó Leo, su voz cargada de diversión.

—¡No soy pequeña! ¡Tengo una estatura perfectamente funcional! Tú eres el que parece haber tomado hormonas de jirafa.

—Conozco gente en el club que me mira desde abajo. ¡Y todavía estoy creciendo! ¿Cuántos centímetros crees que te sacaré?—murmuró, con una chispa juguetona en sus ojos.

—¡Dame la nota de una vez! Si realmente dice lo que afirmas, no tengo nada más que hacer aquí—le recordé, sintiendo cómo la paciencia comenzaba a agotarse.

—¡Ah, sí! Toma—dijo finalmente, extendiendo la pequeña hoja. La arrebaté de su mano y comencé a leer.

"...te pido que si llega la señorita Helen y aún no estoy en casa, te comportes y la trates bien. No le des tantos dolores de cabeza y recuerda también..."

—¿Lo ves? ¡Tenía razón!—exclamó Leo, pero antes de que pudiera responder, añadió en un murmuro y con una sonrisa pícara—: Oh, ¿cómo se verán las cosas desde aquí abajo?

Su aliento rozó mi cuello mientras se inclinaba, demasiado cerca para mi gusto. Un escalofrío recorrió mi espalda, desconcentrándome por completo de la nota.

Su comportamiento era desconcertante desde que lo había conocido. O tal vez siempre había sido así y yo recién comenzaba a notarlo. Una extraña inquietud se instaló en mi pecho, mi estómago dio un vuelco y mi mente se nubló. Era una sensación vagamente familiar, como la que experimenté cuando peinó mi cabello.

—Pues igual que como las ves tú, grandullón—respondí, intentando que mi voz sonara lo más normal posible—. Ahora aléjate un poco si no quieres que te torture con los verbos irregulares.

—¿Por qué? ¿Te pongo nerviosa?—preguntó, una ceja alzada con picardía. ¡Qué clase de pregunta era esa!

—Para nada. Simplemente, no soy fan del contacto físico con gente... que no conozco lo suficiente—respondí, apartándome un paso.

—Hola, soy Leo Alonso. Dieciséis años, a punto de conquistar el último año de preparatoria. Mi signo zodiacal... no me acuerdo. Me encantan los videojuegos, el baloncesto y... mi color favorito es el naranja, creo. ¡Listo! Ya me conoces. Así que ahora puedo... ¿hacerte lo que yo quiera?—añadió con una sonrisa inocente, aunque sus ojos brillaban con una travesura oculta.

—¡Oye! ¿A qué te refieres con eso?—exclamé, sintiendo cómo mis mejillas se encendían ligeramente. Leo se acercaba lentamente, como un felino curioso. Tragué grueso, sin saber qué esperar.

—¡Qué imaginación tienes! Yo solo hablaba de que ya no somos "desconocidos" y puedo acercarme y hacerte lo que me plazca. ¿No se supone que tienes novio? ¿En qué andas pensando?—replicó con una sonrisa burlona.

—¡No lo digo por mí! Lo digo por si alguien de tu familia llega y te escucha decir esas cosas—intenté justificarme, sintiéndome acorralada contra el frío mesón.

Sin pensarlo dos veces, decidí que la mejor defensa era una buena retirada. ¡Ahí iba, huyendo de las travesuras de un niño! Era inaceptable que su torbellino de energía me pusiera tan nerviosa.

—Hoy estoy de muy buen humor, así que planeo vengarme por tus torturas—confesó Leo.

—¡Piedad! Lo hice porque contigo hay que usar tácticas extremas, ¡pero no por fastidiarte! Hagamos borrón y cuenta nueva y te juro solemnemente que no habrá más "tortura"— justo en ese momento, mi pie decidió que la alfombra era una enemiga mortal y terminé aterrizando torpemente en el sofá. Antes de que pudiera reincorporarme con dignidad, Leo me alcanzó y desató una sesión de cosquillas implacable en mi cuello, costillas y ¡hasta en las axilas! Las lágrimas corrían por mi rostro, una mezcla de risa incontrolable y súplicas por clemencia. ¡Casi no podía respirar! Golpeaba su espalda como si fuera un tambor, pero el muchacho era fuerte como un roble y no se movía.

Afortunadamente, el sonido de unas llaves forcejeando la cerradura lo detuvo en seco.

—¡Familia, llegué con provisiones!—exclamó Iván con su habitual entusiasmo.

—Bro—respondió Leo a modo de saludo, aún con una sonrisa traviesa.

—¿Qué onda? Oh. Hola, Helen la pequeña. ¿Nuevo look despeinado? ¿Todo bien por aquí?—preguntó al ver mi cara roja y mis ojos llorosos por la risa.

—Sí, no fue nada...—mi voz sonaba un poco entrecortada.

—¡Échale agua, cavernícola!—le reclamó Iván a su hermano.

—¿Y por qué yo?

—Porqud tú eres su anfitrión. Así que, modales, Tarzán—Leo rodó los ojos con resignación.

—Qué buen hermano eres, dando órdenes como si no hubiera un mañana—murmuró Leo por lo bajo.

—No le gusta que lo manden—me susurró Iván—. ¡Helen, necesito tu ayuda urgentemente! Es un asunto de vida o muerte y no puedes negarte.

—¿Qué tienes en mente ahora?—indagué, aceptando el vaso de agua que Leo, con una sorprendente obediencia, me ofreció.

—Quiero invitar a Lilly a una cita. Este sábado. Planeo jugármela y necesito tu sabiduría femenina.

Tenía un mal presentimiento. Lilly era más dura de conquistar que una alcachofa y las cursilerías no eran precisamente su fuerte.

—Bien, pero ese drama para después. Ahora, ¡a estudiar!—nos interrumpió Leo, agarrándome del brazo para levantarme del sofá y arrastrarme hacia su habitación.

—Oye, Leo—llamó Iván la atención de su hermano—. ¿Dónde se metió mamá?

—En el hospital, según supe.

—¿Qué? ¿Y no te dijo a dónde específicamente?

—Nop. Mándale un mensaje, mi celular está confiscado.

—Tú y tus problemas con la autoridad, chico problema.

—Que no te quite el sueño—y con eso, nos perdimos por el pasillo del segundo piso.

Un rato después, Iván anunció que iría por su madre al hospital, lo que significaba que Leo y yo nos quedaríamos solos otra vez. Volvió a su modo "oso gruñón" de obstinación e indiferencia. Al menos, se centró en los libros y no intentó ninguna fuga espectacular.

De repente, mi teléfono vibró. En la pantalla brillaba el nombre de Daniel.

—¿Qué pasa, Don Drama?—contesté.

—¡Helenita de mi corazón! Necesito un favor de esos que solo tú sabes hacer—tenía la sensación de que llevaba un letrero invisible que decía "experta en resolver vidas ajenas".

—¿Ahora qué?

—Quiero invitar a salir a Lilly este sábado.

—¿¡Tú también!?—las coincidencias empezaban a parecer conspiraciones.

—¿Cómo que "tú también"? ¿Alguien más se me adelantó en la carrera por el corazón de Lilly? ¿Fue Iván?

—Aún no se lo ha pedido formalmente, pero sí, él también está en la contienda.

—¡Ni hablar! Me ayudarás a mí y solo a mí. ¡Por mis ancestros rockeros, Lilly será mi novia!

Suspiré profundamente, haciendo que Leo, que estaba intentando descifrar un jeroglífico matemático en su libro, me mirara con curiosidad.

1
Maria Elena Martinez Lazaro
Helen aprovecha esta oportunidades y vete para Rusia con Leo, porque si se quedan Javier les va hacer la vida imposible a ti y a la familia de Leo
Andrea noemi Gamboa
ponle un poco mas de caracter a la protagonista que np se deje de javier yo que ella ni le caso si practicamente la trata como su chacha siendo su novia no me quiero imajinar si se casan practicamente un mueble mas... muy machista javier que le cosine el a su invitada ya que es su casa
Maria Elena Martinez Lazaro
Sabía que ese Javier no era una santa paloma y ya se está aclarando todo y se que vamos a encontrar más cosas de él. Pobre familia de Leo todo lo que ha tenido que pasar
Maria Elena Martinez Lazaro: Eso sí no es verdad no sé han dejado vencer y siguen adelante
HananFly: Pero a pesar de todo, siguen siendo felices
total 2 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
No sé pero a mí todavía no me convence Javier y a este cuento le falta un pedazo
Maria Elena Martinez Lazaro: Que bueno porque la verdad estoy tan intrigada
HananFly: Pronto conoceremos la verdad de ese fulano pasado
total 2 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
Ese Javier todavía no me convence, sospeche que él tiene su pañal sucio
Andrea noemi Gamboa
pobresita me la confunden.. nose con cual quedarme por dios escritora... en espera de mas capitulos
HananFly: Jajaja. Vamos a ver. Aun no hay destino escrito para estos chicos que están vueltos um caos. cualquier cosa se vale 😝
total 1 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
yo también diría que eres una estúpida Pero que le vamos hacer a lo hecho pecho
Maria Elena Martinez Lazaro: jajajaja también yo le haría lo mismo
HananFly: Helen fuera mi amiga y la quemaba. Y si es necesario hasta le jalo el cabello para que le reaccione el cerebro. Jajajaja
total 2 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
Que tierno su primer beso
HananFly: Si 🥹. Espero que Helen se responsabilice por eso
total 1 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
excelente
Andrea noemi Gamboa
o por Dios me encanta.
HananFly: Hola mi amor. Que bueno que así sea. Espera con ansias el próximo capítulo
total 1 replies
HananFly
Una Trama bastante interesante
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play