¿Crees en las segundas oportunidades? Pues yo no, al menos eso pensaba antes de vivir o de morir, depende del punto de vista del que lo veas.
Lo que si puedo asegurar es que es una experiencia que te hace pensar que has perdido la razón, es doloroso recordar como tu vida se va a apagado, pero lo que más duele es que a nadie le importas, ya que todos piensan que eres la mala del cuento.
Espero que con esta nueva oportunidad de vida pueda limpiar mi nombre y desenmascarar a los verdaderos villanos...
NovelToon tiene autorización de Crisbella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo XI La oportunidad
Soy Sergio Materano un prestigioso abogado dueño de su propio bufete de abogados, además único heredero del imperio Materano. A la edad de 25 años empecé a hacerme cargo de la empresa familiar, ya que mi padre había fallecido.
Estando en la oficina que alguna excusa fue de mi papá recibí la visita de Mercedes Oropesa de Materano: mi madre.
"¡Mamá que sorpresa verte por aquí!", exclame con sorpresa.
"Esta es la única manera que tengo para poder verte, desde que murió tu padre te has encerrado en estas cuatro paredes y ya casi no te veo". Mi madre se entristeció al escuchar al decir aquellas palabras.
"Lo siento, pero sabes que esta empresa era importante para mi padre y le prometí hacer lo necesario para sacarla a flote". Es hombre de palabra y una promesa mía no se rompía.
"Te entiendo hijo, pero debes también hacer tu vida. Desde que esa mala mujer te engaño tú solo has buscado excusas para alejarte del mundo". Mi pasado no era el más sencillo, ya que hace cinco años estuve a punto de casarme, pero mi prometida me engaño días antes de la boda y termino marchándose con mi peor enemigo.
"Por ahora solo me enfocaré en la empresa", dije indiferente.
"Esta bien no voy a insistir, pero necesito un favor", comentó mi madre con esa mirada sospechosa que lanza cuando esta planeando algo.
"Estaba bien mamá, dime que necesitas". Si no accedia a sus peticiones, entonces nunca se iba a ir.
"Quiero que vayas a casa de una amiga, ella no lo esta pasando bien y quiero que le ofrezcas nuestra ayuda como la cabeza de esta familia".
Ella y sus acciones altruistas, era algo que mi papá y ella hacían con la intención de ayudar a los demás sin obtener nada a cambio, pero yo no estaba involucrado en ese mundo.
"Sabes que no me gusta andar en eso, cada quien debe solucionar sus problemas como pueda", exprese con indiferencia.
"Se cual es tu forma de pensar, pero también debes entender que ya no tengo quien me ayude, eres lo único que me queda y en el único que confío". Y ahí estaba nuevamente mi mamá manipulando la situación a su favor, insistió tanto que no pude seguir negándome.
Fui a casa de la amiga de mi madre, era una señora muy amable aunque parecía que no estaba muy bien de ánimos. Estuve hablando con ella por un buen rato, hasta que llego a su hija; una joven hermosa que movió mi mundo a penas la vi.
"Te presento a mi hija, Alexa", dijo la señora Luisa.
*Alexa un nombre tan hermoso como quien lo porta*, pensé. "Un gusto conocerte", nuestras manos se tocaron haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo, sentí como si nuestras manos se hubieran tocado antes; sin embargo, no tuve tiempo de reaccionar cuando de repente Alexa cayó desmayada en mis brazos, la acosté en el sillón, pero ella no reaccionaba empezamos a preocuparnos por la situación, así que decidimos llevarla a una clínica, su mamá insistió en llevarla a un hospital publico, ya que no contaban con los recursos necesarios para permitirse una clínica costosa.
"No se preocupe señora Luisa, yo corro con los gastos. Ahora usted debe centrarse en ayudar a su hija". Trate de tranquilizar a la señora.
"Gracias hijo te aseguro que pagare hasta el último centavo que pagues por la salud de mi hija.
Seguí conduciendo hasta que llegue a la clínica más exclusiva de la ciudad, mi madre me había pedido que ayudara a estas personas y era algo que iba a hacer. Además estaba intrigado por la reacción de mi cuerpo frente a esa niña.
Dos horas después la muchacha volvió en sí, diciendo cosas incoherentes. Luisa se acercó a ella tratando de calmarla. Cruzamos algunas palabras, ellas insistieron en pagar la supuesta deuda que tenían conmigo, al final no me qiedo de otra que aceptar, le di a Alexa mi número de teléfono por si necesitaba algo para luego salir de la habitación.
Una semana después recibí la llamada de la joven, pensé que no volvería a saber de ella, pero estaba equivocado. "Buenos dias, con quien tengo el gusto". Dije tras contestar mi teléfono.
"Buenos dias, perdón por molestar soy Alexa la muchacha que ayudaste la otra vez". Escuchar su voz hizo que mi corazón se acelerará. Esta joven tenia una voz tan suave y delicada, era comonsibun ángel te hablara al oído.
"¿En qué te puedo ayudar?", pregunté con frialdad.
"Se que no nos conocemos, pero te ofreciste a ayudarme si lo necesitaba y la verdad es que si necesito un trabajo. Se que soy menor de edad, pero puedo conseguir el permiso de mi mamá". Explico rápidamente prácticamente sin tomar aire.
"No creo que sepas hacer algo de lo que se hace en mi empresa, eres una niña y no tengo tiempo para enseñarle a nadie", dije con crueldad.
"Si me das la oportunidad te aseguro que no te arrepentirás, aunque nonlo creas tengo conocimiento sobre leyes y puedo ser de mucha ayuda". Contesto algo ofendida.
Alexa insistió tanto que finalmente tuve que acceder, sabía que su mamá nonle daría el permiso y era lo que más deseaba, esa niña despertaba en mi algo que me daba miedo no poder controlar.
Al día siguiente a primera hora recibí la visita de Alexa, se veía como toda una profesional vestida de manera sobria, su expresión no era la de una niña insegura, más bien parecía mayor y con una determinación que nunca había visto enbuna joven de su edad.
"Buenos dias, señor Materano. Aquí tiene el permiso que necesita para darme el trabajo". Dijo profesionalmente.
"Veo que eres una joven con determinación, eso es importante para este mundo". Alague su firmeza en lo que quiere.
"Tengo una meta trazada y no descansaré hasta conseguirla", sus palabras estaban llenas de fuerza, era admirable ver sus ganas de salir adelante.
Sin dudarlo más acepte que trabajara con nosotros, ella estaría bajo la tutela del abogado de la empresa, quien era una amigo de confianza.
Y fue así como la hija de la amiga de mi mamá terminó trabajando conmigo demostrando su habilidad en leyes y la capacidad de solucionar infinidad de casos.
Gracias autora por actualizar.
Ojala los malos sean destruidos