NovelToon NovelToon
Oro

Oro

Status: En proceso
Genre:Intrigante / Malentendidos / Pareja destinada / Secretos de la alta sociedad / Viaje a un mundo de fantasía / Edad media
Popularitas:49.4k
Nilai: 5
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Sexto libro de la saga colores.

Tras seis años encerrada en un convento, Lady Tiffany Mercier encuentra la forma de escapar y en su gran encrucijada por conseguir la libertad, se topa con Chester Clark, un terrateniente que a jurado, por motivos personales no involucrarse con nadie de la nobleza.

NovelToon tiene autorización de thailyng nazaret bernal rangel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

11. Intrigas

...CHESTER:...

Sentía que la señorita Tiffany estaba ocultando algo y estaba sospechando de que tenía que ver con su escape del convento. Parecía atormentada y asustada, podía ver que quería lo mismo que yo, pero algo le asustaba. ¿Qué impedimento podría tener para rechazar mi propuesta? Necesitaba una esposa, ya tenía treinta y cuatro años, sentía que era el momento de tener una compañía.

No me molestaba estar solo, pero no podía dejar que avanzaran más los años y tampoco desaprovechar que la señorita Tiffany estaba viviendo conmigo, ella me atraía y me gustaba, eso impulsaba mis deseos de que se quedara.

Además, sentía un poco de compasión por la chica, no tenía a nadie y parecía triste. No había sonrisas, solo miradas apagadas, pero cuando estaba conmigo podía ver un poco de brillo y tranquilidad.

Toda la noche parecía agitada, se movía mucho y su corazón estaba latiendo a prisa.

La lluvia se alargó y me tocó abrazarla mucho en ocasiones, volvía a la calma y al fin pude dormir.

Volví a despertar, cuando ya estaba la claridad de la mañana.

La señorita Tiffany seguía durmiendo en mis brazos, con serenidad, tenía el rostro hermoso, los pequeños mechones dorados se rizaban en su cabeza.

Como era de costumbre, estaba endurecido y más con despertar con ella, lo tenía presionado contra su muslo.

Sus labios redondos se entre abrieron.

— Chester... — Susurró y apoyé mi brazo sobre la cama, sus mejillas se tornaron sonrojadas y elevé una comisura.

Descansé la cabeza sobre mi mano.

¿Estaba soñando conmigo o estaba fingiendo para atraer mi atención? Se acurrucó más cerca y tensión aumentó, me estaba doliendo un poco.

Me incliné un poco cerca de su rostro y posé mis labios en los suyos, empecé a moverlos con suavidad, succioné sus labios uno a la vez y se apartó abruptamente.

La evalué y parpadeó varias veces, despierta.

— ¿Te asusté?

— No... — Susurró.

— ¿Me vas a decir que no soñaste conmigo?

Su ceño se arrugó un poco — No recuerdo.

No era muy expresiva y eso me inquietaba.

Si lado furioso era más notable, recordé como bombardeó a Merida sin temor, como le contó sus verdades en la cara. Me sentí más atraído al verla de esa forma. Obviamente, ya no continuaría mi aventura con la institutriz.

Quería que Tiffany aceptara mi propuesta.

— Tendrías muy mala memoria, fue hace poco, suspirabas mi nombre mientras tus mejillas se tiñeron de carmesí — Rocé su rostro con mis dedos y su sonrojo aumentó — ¿Cuentame que soñaste?

— No lo sé... Yo, no lo recuerdo, no sé de que me habla.

Hice un gesto de incrédulo — Quisiera creerte, pero siento que no deseas decirme porque te apena.

Chasqueó la lengua y observó hacia el techo.

— No es así...

Me incliné nuevamente y robé un beso, moví mis labios con más ímpetu, abriéndole la boca para meter mi lengua y saborearla a profundidad.

Su respiración se agitó y colocó sus manos en mi cuello.

Bajé mi mano por su torso y rompí el beso, deslicé mis labios por su cuello y jadeó.

— ¿Jamás te besaron así antes? — Pregunté contra su piel.

— No — Suspiró.

— Entonces nadie te ha tocado — Dije, besando su mandíbula, se tornó tensa — Es obvio que no, eras una monja, no has estado cerca de un hombre. Disfrutaré de mostrarte que en mis brazos conozcas el placer — Permaneció callada y la tomé de la barbilla, elevandome de nuevo — ¿Sabes lo que es?

Si expresión parecía neutral, pero sentí que estaba nerviosa, supuse que era por la cercanía.

— No lo sé ¿Es la lujuria?

— No, esa es la obsesión por los placeres de la carne, aunque yo puedo convertirme en alguien obsesivo, ya de por sí me estoy volviendo loco de lo duro que me pones...

Abrió mucho los ojos — No debería decirme ese tipo de cosas...

— Ya le dejé en claro mis intenciones, quiero que sea mi esposa, pero también quiero que sea mía en cuerpo y en alma — Besé su nariz y se estremeció — Lo siento si la abrumo con palabras tan claras y atrevidas, pero quiero que usted sienta lo mismo que yo cuando la beso y toco, cuando huelo mi esencia — Aspiré el aroma de cuello — En su piel, es muy descarado de su parte usar mi esencia de corteza y pretender que eso no me afecte.

— ¡En ningún momento lo provoqué¡ — Gruñó a la defensiva y observé su rostro.

— No se ofenda, solo estoy expresando lo mucho que me atrae, no es que usted me provocara de forma consciente, fui yo quien se sintió atraído — Tome su mano, apoyada junto a la almohada y su expresión se relajó — ¿Por qué se siente tan fea? Es una preciosura.

— Es por la forma en que crecí — Dijo, su garganta se agitó, distrayendo un poco mi atención — El físico no importa mucho en el ámbito religioso, mientras más te cubras, menos incitarás al demonio a provocar las mentes. Un cuerpo cubierto significa pureza...

Me reí y me observó desconcertada.

— No creo que la ropa nos diga como somos o lo que queremos expresar — Dije y se quedó pensativa.

— Llevaba hábitos y eso... — Guardó silencio y me desconcerté — Lo que quiero decir es que huí buscando libertad, me sentía encerrada en esos muros y privada del mundo.

Sonreí — Es cierto, aunque hay cosas malas en este mundo, también hay muchas buenas y yo puedo ser una de esas cosas buenas en tu vida, solo si me lo permites — Toqué su mejilla y me observó.

— ¿En verdad quieres qué yo sea tu esposa?

— Por supuesto ¿Por qué no querría?

Necesitaba que me dijera cual era la razón por la que se sentía tan poca cosa, no me creía que fuese por la forma en que se crió y por el adoctrinamiento que recibió.

— Tal vez en un futuro te arrepientas de tu decisión. Puede que si me terminas de conocer ya no sientas las mismas ganas...

— Eso solo depende de ambos, estoy casi convencido de que no me arrepentiré, te aceptaré con todo y defectos — Volví a besarla — Seré paciente con tu respuestas, pero por favor, que tu objetivo no sea irte, guarda todas las piezas, pero no pienses en eso, no hasta que tengas la respuesta a mi proposición.

Asintió con la cabeza — Lo haré.

— Gracias — Me acomodé un poco y trepé sobre ella, colocó sus manos en mi pecho.

— ¿Qué haces? — Gruñó ¿Por qué se tornaba tan alerta cada vez que me acercaba?

Fruncí los labios, un poco disgustado por su forma de tratarme.

— Solo quería darte cariño.

Se quedó observando, considerando empujarme, dejó las manos a los lados, dándome acceso.

— No hagas cosas atrevidas.

— Soy un poco pesado, así que no puedo apoyarme del todo en ti, te aplastaría, eres demasiado delgada — La evalué.

— ¿No y qué te parecía bonita? — Elevó una ceja.

— Claro que sí, pero puedo notar que este no es tu peso normal — Apoyé cada brazo al lado de su cabeza — ¿Qué comías en ese convento?

— Avena y papas, en las tres comidas y agua.

Me sorprendí.

— ¿Solo eso?

Asintió con la cabeza.

— ¿A caso querían matarte de hambre?

— El voto de pobreza...

— Patrañas — Gruñí y se sorprendió — Solo son excusas para dejarte morir de hambre — Pensé en la comida que llevé — ¿Si comen avena solamente, entonces qué hacen toda la comida que repartí?

— No lo sé, son para las de mayor rango.

— Me sorprende el grado de estupidez, debería ser todos por igual, siempre los de mayor poder tienen más lujos.

No volvería a ese lugar, no me importaba perder un cliente. Ese convento estaba lleno de corrupción y al ver su cuerpo tan delgado, ella tan apagada, me llené de más rabia.

Sabía que estaba escapando porque ese lugar era un infierno, nadie huiría si fuese un paraíso.

— No quiero hablar de ese lugar.

— Te alimentaré siempre — Juré y sus mejillas se tiñeron más — Conmigo jamás vas a pasar hambre, no te negaré nada.

Sus ojos se cristalizaron y elevó una mano, tocó mi mejilla.

— Gracias por ser tan lindo conmigo.

— Yo solo quiero que seas felíz, quiero ver una sonrisa en tu rostro, que me sonrías siempre y rías — Dije y suspiró — Que el motivo por el que ya no muestras alegría, se vuelva cenizas y desaparezca.

Rodeó mi espalda y me abrazó.

Tuve que inclinarme un poco más.

Eso provocó que mi dureza se apretara contra mi abdomen.

Se estremeció.

— ¿Crees qué podrías cocinar algo para mí? — Preguntó contra mi oído — Dijiste que me alimentarías, tengo hambre.

— Claro, puedes quedarte en la cama si gustas.

Me levanté y se quedó debajo de las mantas.

Abrí la ventana para el día, estaba nublado y frío.

— Es un día propicio para permanecer en casa — Volví a cerrarla cuando el frío se adentró.

— ¿No tiene trabajo qué hacer? — Preguntó, sentándose.

— Adelante mucho ayer, creo que podríamos tomar el día para mis lecciones y descanso.

— Podemos empezar después del desayuno.

Le sonreí y salí de la habitación, descalzo.

Empecé a cocinar mientras Tiffany se quedaba en la habitación, me emocionaba cocinarle.

Desde que mamá murió aprendí a valer por mi mismo, mi padre me enseñó a hacer de todo un poco, ya que después de eso, no hubo otra mujer en casa.

Freí varios huevos, piqué el pan en rodajas y también les unté mermelada, volví a hervir un poco de leche y llevé todo en una bandeja a la habitación.

— Planeaba ir a buscar la comida — Dijo ella, sentada al borde de la cama.

— Estoy a su servicio, señorita, eso incluye llevarle el desayuno hasta sus aposentos.

— ¿Estás hablando como un sirviente?

— No, no se como hablan — Dejé la bandeja sobre la cama.

— Cumples tu juramento de alimentarme mucho — Observó el plato.

— Siempre cumplo con lo que digo.

— ¿Comerás en la habitación también? — Se percató de que eran dos porciones.

— Por supuesto, sería muy mal educado de mi parte no acompañar a la mujer que estoy pretendiendo conquistar — Tomé una rebanada de pan y le di una mordida.

Empezó a comer después de elevar una comisura, estaba emocionado, pronto iba a sonreír, estaba muy cerca de lograrlo.

— Está delicioso — Gimió, sintiéndose bien al comer — Mordió los huevos junto al pan — La explosión de sabor me encanta.

— No eres un caballo para que solo te alimenten de avena.

— Por eso tu me alimentas con comida rica.

— Huevos del gallinero, leche de la vaca, trigo del molino y la siembra — Señalé todo lo del plato — Mermelada de las fresas que cultive hace unos meses.

— Eres un hombre increíble.

— ¿Acabas de hacerme un cumplido? — Elevé una ceja.

— ¿Te suena a insulto? — Dijo, bromeando.

— Oh, la señorita sabe bromear.

— No me conoces, puedo ser bastante bufona.

— ¿En serio? ¿Por qué no lo haces ahora?

Bebió leche y se le quedó manchado por encima de su labio.

— No tenía motivos, pero cierto hombre gorila lo está logrando.

— ¿Te parezco un gorila? — Gruñí ofendido.

— No... No en el mal sentido, es que eres grande y... — Tartamudeó y todo su rostro se sonrojó — Eres... Musculoso...

— Lo sé — Sonreí — Está en la sangre y en nuestro estilo de vida.

— ¿Tu padre es como tú?

— Sí, es como yo, aunque con un poco más de arrugas y el cabello platinado por los años.

— Debe ser igual de agradable que tú.

— Lo es, pero ya casi no hablo con él, siempre en la costa con mi otro hermano y mis sobrinos.

— No te sientas mal, debe quererlo a los dos por igual — Dijo, untando más mermelada.

— Su primer hijo fue de su primer amor puede que eso le dé un toque más especial, puede que por eso lo atesore, no pudo verlo crecer y eso también es el motivo, no me molesta que esté con él.

— ¿Y a tu madre la amó también?

— Nunca la observé triste, siempre estaba animada y felíz, mi padre la amó, tal vez no de la misma forma, pero sí. Ella era curandera y siempre se dedico a cuidarnos.

— ¿Los libros de medicina son de ella?

Asentí con la cabeza.

— Lo son.

Me distrajo la mancha de leche y me incliné.

Le lamí y todo su cuerpo se erizó.

Se quedó abrumada cuando me alejé.

— Lo siento, tenías una mancha — Mi voz se volvió gutural — Tenía que limpiarla.

— Gracias...

Bajé mi mirada, traía un lado del vestido recogido hasta la pierna.

Tenía la piel descubierta y me percaté de unas extrañas marcas en su piel.

Me agaché y la toqué.

Eran marcas de quemaduras.

— ¿Qué rayos te sucedió?

Se apartó y se cubrió de forma abrupta.

1
Stella Maris Santabaya
Excelente
Letizia Mar
yo creo que William si amo a Cari a su manera un amor diferente al que sentía por Celia, el acepta que fue muy especial le devolvió la vida le dio un hijo, compañía y la hizo feliz.
es justo que trate de rehacer su vida y que mejor que con quién dejo una historia inconclusa.
lo que siente Chester es lógico para el su padre era su única familia y compañía se siente desplazado, pero era cuestión de comunicarse y aclarar sus sentimientos
Stella Maris Santabaya
Que lindo Chester 💕
Guadalupe Vargas Casarrubia
El lo que sintió por Carie fue agradecimiento nunca la quiso y tampoco la amo ella vivió bajo la sombra del amor de William por Celia. Triste la vida de la madre de Chester
Guadalupe Vargas Casarrubia
El lo único que quiere es estar con su amor Celia y su amado hijo del amor de su vida
Guadalupe Vargas Casarrubia
Nunca estuve de acuerdo que William volviera con Celia porque el único que está sufriendo es Chester porque el piensa que su padre nunca quiso a su madre y es la verdad ya que Celia es el amor de la vida de William.
Guadalupe Vargas Casarrubia
Que hombre tan cínico y miserable nunca la amo
Guadalupe Vargas Casarrubia
Estoy de acuerdo con Chester por fin se dio cuenta que su padre nunca valoró y quiso a su madre
Katsof Muri
maravilloso capítulo 💝💝💝
Sandra Passano valencia
Esta muy buena
Katsof Muri
jajajajajajja maravilloso la viejuja quedó plop cuando vio a Sebastián.
Katsof Muri
jajajajajajja maravilloso la viejuja quedó plop cuando vio a Sebastián.
Paulina Ruiz
me llegó directo al corazón, y más porque yo no conocí a mi papá 😭😭😭😭
Micaela Alcaraz
/Whimper//Whimper/ay Chester, me siento muy, muy, muy identificada con vos. Error de los padres de pensar que ya no lo necesitamos o que por nuestra personalidad piensan que podemos con todo o que nada nos afecta /Grievance/
Orozco Beatriz
🥰😍 tan lindo Chester necesita a su papi
Olga Ortiz
en el fondo Chester está celoso, se siente desplazado, aunque lo niegue
Melisuga
Me emociona que Chester haya escuchado a su padre. Fue una linda confesión.
Liliana Diaz
los hijos así crezca y hagan su vida necesitan de sus padre
Mara Gamez
la mamá de Tiffany abra pensado: plebeyo pero sabroso
Rosa Lryton Ramirez Leyton
bien escrito ,bien narrado gracias ,por escribir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play