ETERNO AMOR DEL VILLANO

Mientras tanto en el castillo del Conde, llega una mujer con aires de grandeza.

Habrán las puertas exije el cochero. Esto desconcierto al guardia que cuidaba la entrada, ya que casi nunca ingresaban visitas a la propiedad.

Otro guardia llega y hace una reverencia después de permitirle la entrada.

Mi lady dice el cochero una vez detiene el carruaje y abre la puerta.

La mujer observa la fachada del imponente castillo por unos minutos antes de ingresar la propiedad y una sonrisa se dibuja en sus labios.

Mi lady Bienvenida dice el mayordomo, pero la mujer pasa de largo ignorando al pobre Tomás.

—Su majestad donde se encuentra, pregunta ella una ves que da media vuelta.

—Su majestad el Conde no se encuentra mi lady, pero me ordenó que cuando llegara te llevara al ala norte del palacio.

—¡Cómo!…Acaso no sabes quién soy... Como se atreve a faltarme al respecto. Yo soy la sobrina de la gran adivina Soraya y soy la nueva integrante del concejo.

—(Solo eres una intrusa más en la vida de su majestad) Mi lady, yo solo sigo órdenes del Conde y él me ordenó, que la instalará en el ala norte. Habla Tomás.

—Llama a mi tía, dile que la espero en la que será mi habitación, además quiero a mi disposición a varias sirvientas.

—(Quién se cree esta mujer arrogante para darme órdenes, no sé en que estaba pensando su majestad al dejarla quedar en el palacio) piensa Tomás.

—Es que acaso no me escuchaste empleado de pacotilla llama a mi tía y necesito que estén a mi servicio varias sirvientas.

Varios días habían transcurrido desde la llegada de la invitada al palacio y su estadía ya estaba perturbando la tranquilidad de varios sirvientes y también la del mayordomo.

El conde Estefan por su parte no tenía deseos de lidiar con esa mujer, ya que el propio consejo quería que la convirtiera en la Condesa y eso jamás pasaría, pero como él siempre respetaba las leyes acepto que ella viviera en el palacio y formara parte del consejo, pero lo que él no contaba era que esa mujer se estaba tomando atribuciones que no le corresponden y por eso convocó una reunión.

En la sala del trono se encuentran reunidos varios vampiros incluido el Conde quien da la orden a los guardias para que dejen ingresar a la invitada.

—Su majestad y respetado consejo es un honor para mí estar ante ustedes el día de hoy (hace una reverencia).

—Bienvenida Lady Sandra, habla uno de los ancianos y los demás se unen con el saludo.

Sandra al conocer personalmente al Conde queda fascinada por su poder y su aura de misterio que transmite, ya que al ser ella una híbrida tiende a predominar su parte Bruja.

Ante la mirada interesada de Sandra, el Conde toma la palabra. Señores, como pueden ver ya cumplí con mi parte del trato, solo espero que la señorita aquí presente no interfiera en mis asuntos y desde ya declaro que ella tiene estrictamente prohibido estar en el ala oeste del castillo, de lo contrario atente a las consecuencias.

¡Que!.. Grita Sandra con sorpresa y ante la mirada de desconcierto de algunos nobles vampiros, ella se disculpa con timidez.

—Su majestad no cree que se está precipitado. Habla uno de los nobles.

—Su majestad a caso está amenazando a Lady Sandra. Habla otro noble.

Pueden pensar lo que quieran, pero algo les aseguro, este lugar es mi territorio y el hecho de que aceptara sus absurdas peticiones fue para evitame conflictos inecesarios. ¡Quedo claro!. Habla el Conde en tono amanezante.

Los vampiros en la sala se veían bastante molestos, pero permanecieron en silencio después de que sintieran la mirada fija del Conde sobre ellos, haciéndolos extremecer.

Espero que entienda cual es su lugar Lady dice el Conde mientras da la señal de que la reunió llego a su fin.

—Por.... Por supuesto majestad. Habla Sandra mientras sostiene fuertemente la falda de su vestido.

Ese mismo día en horas de la tarde Estefan se percata de un intruso en los límites de su rerirorio y rápidamente ordena a su perro fiel que se haga cargo. Quince minutos después Brayan ingresa a la sala del trono en compañía de un hombre alto, ojos azules y cabello negro.

—Me honrra estar en su presencia majestad.Habla el sujeto con arrogancia.

¿Que hacías merodiando mi territorio?.

—Ah eso... Contesta con desdén.

Sé perfectamente que eres tu.... Bruno. Por más que te ocultes bajo esa nueva apariencia de buen samaritano, no dejas de ser un vil traidor.

—No su majestad... Yo.... Nunca lo traicione.

Negarlo no hará que tu castigo empeore. Te daré tiempo para que recapacites de lo contrario utilizaré mis recursos para aplastarte cuál serpiente. Tu orgullo no puede ser más valioso que tu vida.

Llévenlo y enciérralo en la mazmorra un tiempo, para que aprenda. habla el Conde.

—Camina, agradece que el día de hoy su majestad esté de buenas de lo contrario ya estarías muerto. Habla Brayan.

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A varios kilómetros de distancia del Conde se encontraba la mansión de Lord Antonio quien es un elfo amante de las batallas y en esa propiedad se encontra Elena, aunque todavía permanece dormida debido al cansancio ocacionado por el viaje y en su sueño observa como sus manos son rodeadas por una especie de energía de varios colores las cuales rodean rápidamente todo su cuerpo hasta formar un gran destello de luz permitiendole teletransportarse al único lugar seguro que su Subconsciente conocía. Ella comienza a caminar hasta llegar al umbral de las ruinas. La oscuridad del bosque a su alrededor se volvía más densa, el aire se volvió más pesado y una sensación extraña de apoderó de Elena, apesar que conocía muy bien el lugar.

Al bajar las escaleras y llegar al pasaje donde se encontraba el espejo incrustado en la pared se percata como este se convierte en un portal y comienza a proyectar la imagen de un hombre alto, de pelo negro y aunque no pude distinguir su rostro si puede apreciar completamente su sexi cuerpo, bien tonificado qué sobresalía bajo su camisa medio abierta.

—¿Quién eres?... ¿Como entraste en mis dominios? Habla el Conde con voz fuerte, que hace extremecer a Elena y lejos de tenerle, sentía la necesidad de acercarse a él, de abrazarlo como si lo conociera, pero su presencia se desvanece de un momento a otro y en su lugar aparece una mujer de cabello plateado y ojos claros quien sonríe y se presenta como la gran bruja blanca, esto desconcierta a Elena y procede a hacer una reverencia, pues su tía ya le había hablado de ella.

— La descendiente del gran hechicero ya se encuentra en la espera de tu llegada, debes prepararte, porque cuando el velo entre los vivos y muertos se volverá más tenue. Será el día cuando el destino de tu ser amado y el tuyo se crucen, pero ten cuidado ya que los antiguos secretos saldrán a la luz y los lazos entre el pasado y el presente se desataran trayendo de paso una guerra mística entre el bien y el mal.

Al finalizar su prediccion, la gran bruja blanca desaparece lo que ocaciona qué Elena salga del sueño en el que se encontraba y comience a despertar.

La luz que se proyecta atrevés de la ventana hace que cerrar nuevamente sus ojos.

—Hija como te sientes, me preocupe al ver que no despertabas. Habla Adrián con melancolía mientras depocita un beso en su frente.

¿Qué fue lo que sucedió papá?... pregunta Elena a la vez que se acomoda en la cama y observa la hermosa habitacion en donde se encuentra.

—Te desmayaste en el pueblo, fue debido al cansancio supongo que el viaje fue un poco largo para ti.

Papá, lo siento yo...

—No mi niña, la culpa es mía, debí utilizar otro medio de transporte, quizás un portal, que es más rápido.

Eso ya no importa, estoy bien, por cierto donde estamos pregunta Elena con curiosidad observando a su alrededor.

En la mansión de Lord Antonio, pronto lo conocerás. De verdad estás bien hija, te noto un poco pálida.

Si papá estoy bien.

Ese día Elena permaneció en la habitación. La noche llego y ella todavía sentía la ansiedad de haber olvidado algo impórtate, pero no recuerda exactamente que es así que decide salir al mirador y es cuando se percata de una sombra que se mueve ágilmente sobre el techo de la mansión así que decide salir y seguirlo, pero lo pierde de vista cuando esté se mezcla con la oscuridad del bosque qué rodeaba la propiedad.

Ya de regreso en su habitacion se encuentra con una sirvienta de nombre Brenda qué le informa que pase al comedior, pues la cena ya esta servida y la sirvienta muy amable te la guia hasta allí.

Elena agradece a Brenda y procede a saludar a los presentes.

—Hija, te presento a mi amigo Antonio, el acepto en entrenarte y a su esposa Mariana.

Es un gusto conocerlos sr y sra Duran, (hace una reverencia) mi padre me hablado muy bien de ustedes, muchas gracias por permitirme quedar con ustedes una temporada.

Bienvenida querida. Habla la sra Marina

Bienvenida mi Lady. Habla lord Antonio.

De impedíato proceden a cenar en medio de una cálida platica. Al siguiente día, Adrian debía continuar su viaje ya que al ser él, un comerciante debía entregar los productos solicitados por sus Clientes.

La Sra marina se ofreció como su guia para que Elena conociera la mansion y sus alrededores los cuales eran muy buen cuidados y tenían zonas verdes acompañado por un hermoso jardin.

Ya habían trascurrido tres semana desde que Elena inició su entrenamiento y cada día sorprendía más a Lord Antonio por lo rápido que ella está aprendiendo.