Teresa es una joven de campo que se enamora del hijo de su patrón, este se tiene que ir a la ciudad por sus estudios y le promete que regresará para casarse con ella...
Su corazón se rompe cuando él llega y no lo hace solo, sino con una joven modelo, quien llama su prometida y les dice que está embarazada...
Unos días después ella decide casarse con su mejor amigo quien está enamorado de ella desde niños, pero sucesos terribles la hacen quedar viuda a poco tiempo, al quedar sola y a cargo de la herencia de su esposo, su determinación la lleva a convertirse en una fiera para defender su honor y no bajar la cabeza ante nadie. ¿Quién fue el asesino de su esposo? ¿Quién es el que quiere verla arruinada?
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Mudanza.
Teresita se encontraba con sus padres recogiendo sus cosas para mudarse a casa de Pedro Emilio, ya le había contado a sus padres lo sucedido, por un lado Doña Florencia se sentía indignada de no poder hacer nada, por otra parte, Don Teófilo se sentía feliz de dejar esa Finca y enojado por las ofensas del patrón hacia su querida hija.
Don Teófilo: no te mortifiques vieja, algún día teníamos que irnos de este lugar (le dice al verla triste)
Doña Florencia: son tantos recuerdos en este hogar, viejo no sé cómo vamos a conseguir una casita para que vivamos cómodos, que Diosito nos ayude.
Teresita: les prometo que no pasará mucho tiempo para que tengamos una casita, una que sea nuestra de verdad (les dice dándoles un abrazo con pena, sabiendo que todo es por su culpa)
Doña Florencia: no te culpes mijita, todo tiene su solución (suspira)
Teresita: Vámonos, Pedro Emilio nos está esperando afuera.
Salieron con sus bolsas de ropa y algunas cajas con retratos y utensilios, sus expresiones no eran de felicidad, pero mantenían la calma, Pedro Emilio les ayudó a montar todas las cosas en la carreta que siempre utilizaban para llevar las mermeladas y otros artículos de los negocios de su familia.
Pedro Emilio: ya todo está listo, pueden ir subiendo para irnos.
Don Teófilo: gracias muchacho, eres una bendición para nosotros.
Pedro Emilio: no hay nada que agradecer Don Teófilo, lo hago con gusto.
Doña Florencia: Dios te bendiga siempre Pedro Emilio.
Pedro Emilio: Amén Doña Florencia.
Los ayudó a subir para luego voltear y ver qué Teresita se estaba preparando para subir con sus padres, él la detiene tomando su mano y ella alza la mirada esperando algún comentario.
Pedro Emilio: siéntate a mi lado.
Teresita: ¿quieres que te haga compañía mientras conduces? (él asiente)
Ella mira a sus padres quienes les hacen gestos de que vaya tranquila, suspira y antes de que diga algo una voz confundida desde atrás la sobresalta, todos miran hacia aquella figura que no esperaban encontrarse.
Señora Margaret: ¿se puede saber a dónde van? (los mira confundida)
Teresita: Señora Margaret, disculpe usted por no despedirnos, nosotros nos vamos.
Señora Margaret: ¿Cómo que se van? ¿A dónde? Este es su hogar Teresita, tus padres han vivido mucho tiempo en la Finca, aquí se conocieron, se casaron, te tuvieron y te criaron en este lugar.
Teresita: Lo sabemos y estamos agradecidos, pero ha ocurrido algo que...
Se queda en silencio al ver la figura imponente de Luis José aparecer junto con su prometida quien tiene una cara de pocos amigos al ver que todavía no se ha ido esa gentuza.
Señora Margaret: ¿Qué ocurrió? Dime muchacha no te quedes callada, no entiendo por qué tienen que irse de esa manera, ¿Acaso alguien les hizo algo? ¿Les han amenazado dentro de mi propiedad?
Teresita se pone nerviosa, no sabe qué decir, mira de Luis José a la Señora Margaret, su garganta se cierra sin querer pronunciar ninguna palabra.
Luis José: ¿qué pasa madre? ¿Por qué estás tan alterada?
Señora Margaret: Luis José, hijo, la familia Machado se está yendo sin despedirse, no sé por qué se marcha, Teresita dice que ocurrió algo….
Luis José: ¿¡que!? (interrumpe exaltado por los nervios de que esa mujer dijera algo de lo que pasó en el establo) de seguro no es nada serio madre, no te preocupes (trata de disimular)
Mientras los demás estaban en silencio viendo y escuchando todo lo que sucedía, Teresita quería contarle todo a la Señora Margaret, pero sabía que si decía alguna palabra Luis José la iba a tomar en su contra.
Pedro Emilio: Señora Margaret, no se angustie, no es nada malo, lo que pasa es que Teresita y yo nos vamos a casar...
Todos: ¿¡Cómo!?
Hasta los padres de Teresita estaban asombrados por lo que dijo aquel joven hombre, la verdad lo dijo para que Teresita no se negara y Luis José la dejara en paz de una vez por todas, era el momento de ponerle un límite y asegurarse de que Teresita no sería de nadie más que suya, así de posesivo se sentía en ese momento, <
Señora Margaret: ¿es cierto eso Teresita?
La mencionada no sabía donde meter la cabeza, como se le ocurre a Pedro Emilio decir algo así delante de sus padres, sabía de la reprimenda que le daría su padre una vez estuvieran solos.
Teresita: Si, Señora Margaret, así es, Pedro Emilio y yo estamos comprometidos (dice con una sonrisa forzada)
Pedro Emilio: es por eso que le pedí a Teresita que se mudara conmigo junto a sus padres, ya que formaremos lazos, no es necesario que sigan trabajando para usted, no es que sea una mala persona mi Señora, es solo que quiero darle lo mejor a mi nueva familia.
Todo eso lo dijo tomando la mano de Teresita y mirándola con adoración, lo cual sorprendió a la Señora Margaret, en cambio, Luis José estaba que se dislocaba la mandíbula de lo apretada que la tenía.
Señora Margaret: ¡Ah! Comprendo, muchas felicidades entonces, me alegra tanto por ustedes, también me alegra por tus padres, ya era hora que la suerte les premiara por tanto esfuerzo y trabajo, espero que les vaya bien, les deseo mucha felicidad y un feliz matrimonio, Dios les bendiga grandemente.
Pedro Emilio y Teresita: muchas gracias.
Así sin más se despidieron dejando un sabor amargo en la boca de Luis José, una grata sorpresa en la Señora Margaret y una sonrisa triunfante en Samantha, por otra parte, los padres de Teresita estaban en silencio, ambos pensando en lo que dijo Pedro Emilio, pero no se quedarán con la duda, una vez lleguen a la casa del joven, les exijiran respuestas.