El Deseo Prohibido De Los Hermanos Sined

Parcialmente. Algo así... algo así. ¡Sabía ALGUNAS cosas al menos! Y no había sentido la chispa... incluso si los dos hubieran sido muy guapos.

Thomas tarareó, estaba pensando en algo pero no insinuó qué era.

"Lo miraré."

"No tienes que..."

"No, no, lo haré. Estamos hablando de tu seguridad y si los hombres lobo te molestan, quiero asegurarme de que no será algo recurrente. Solo... haz lo mejor que puedas para quedarte". lejos de ellos. Tampoco deberían querer problemas, y mientras estés en un área poblada, no intentarán nada".

"Sí, estoy bien. Lo haré". Realmente no había mucho más que pudiera hacer en esta situación excepto perseverar.

Si decía algo, sabía que Thomas vendría hasta aquí para resolver algo, que enviaría a su personas que me protegieran, pero mi padre lo sabría, y entonces se enojaría con Thomas y yo NO lo pondría con Thomas solo porque estaba un poco inseguro y confundido acerca de lo que estaba pasando.

Estaría bien, mientras tuviera cuidado, nada saldría mal, los hombres lobo me dejarían en paz y seguiría asistiendo a la universidad y no desperdiciaría los esfuerzos de Thomas.

"Gracias, Thomas, y lamento haberte dado más trabajo".

"Está bien, Ellie, además, me vendría bien el descanso. Todavía tengo un poco de tiempo antes de mi próxima reunión, ¿por qué no me cuentas cómo te han ido las clases?"

"Bueno... en arquitectura, nos dieron plantillas para practicar la escritura de letras".

"¿En serio? Eh, no sabía que hacían eso".

"Sí, y a pesar de eso, ¡el mío todavía no se parece en nada al de mamá!"

"¡Jaja! Ella tuvo algunos buenos años contigo, Ellie, con un poco Con práctica, llegarás a donde ella estaba en poco tiempo".

"Eso espero, es increíble estar aquí".

Hablamos sólo veinte minutos antes de que Thomas tuviera que irse, pero me sentí más ligera y segura después de hablar con él.

Thomas tenía razón, probablemente estaba pensando demasiado en la situación y preocupándome demasiado por ella. Espacios públicos y distancia, me recordé. Eso sería suficiente para evitar que el problema se agrave.

Y funcionó. Los días siguientes, mientras asistía a mis cursos y comía en el café, los dos hombres lobo no volvieron a aparecer.

Los veía de vez en cuando en el rabillo de mi visión, pero estaban haciendo lo suyo, y eso aflojó algo de la tensión que había estado cargando.

Simplemente había sido un malentendido. El hermano del señor Hombre Lobo simplemente era protector y había estado preocupado, tenía que ser eso. Con todo aclarado y yo manteniéndome al margen, mi vida universitaria volvió a la normalidad.

"Oh, oye, ¿ese es el trabajo del curso de Introducción a la Arquitectura y el Diseño? Estaba pensando en tomarlo el próximo semestre. ¿Cómo es la clase?"

Levanté la vista de mi trabajo, me había sentado en una de

las mesas de la biblioteca, un área bastante pública. A pesar de lo

sucedió con el hermano del Sr. Hombre Lobo, fue una buena

lugar para estudiar y siempre y cuando no fuera en las horas libres,

Sería difícil acorralarme otra vez.

La persona que había hablado era un chico con rizos rubios dorados cortados cerca de las orejas y ojos azules brillantes. Tenía una sonrisa alegre y curiosa en su rostro.

"Hola, es un poco diferente de lo que imaginaba. Estamos haciendo menos trabajo práctico de lo que esperaba, pero los conceptos básicos también son fascinantes. Trabajaremos en planos un poco más adelante en el semestre y construiremos dioramas cerca. el fin."

"¡Ajaja! Lo siento, me adelanté un poco. Soy Gael".

"Eleonore."

"Sin embargo, parece mucho trabajo de curso para la primera semana".

"Tal vez un poco, pero no me importa. Es fascinante para mí. Creo que algunos de mis compañeros de clase no sabían en qué se estaban inscribiendo y no esperaban la cantidad de trabajo que tenemos".

"Estoy empezando a pensar que no sé en qué podría inscribirme. Si tienes algo de tiempo, ¿puedo hacerte algunas preguntas más sobre el trabajo del curso?"

Bueno... no era como si tuviera un lugar donde necesitar estar. Ya había terminado todas mis clases y la mayoría de mis tareas estaban terminadas, solo estaba estudiando.

"Claro, no me importa." No había logrado hablar mucho con mis compañeros de clase, estaban ocupados con sus otros cursos y todavía no habíamos tenido ningún proyecto asociado, así que sería... bueno hablar con alguien que pareciera interesado. "¿Qué te gustaría saber?"

Gael era... brillante. No estaba muy seguro de cómo describirlo. Guapo y encantador, mantenía la conversación con tanta soltura y contaba chistes que me hacían reír tanto que temí que los bibliotecarios vinieran a regañarnos.

Él... él me recordó cómo era yo antes de que mi madre falleciera, antes de que sólo estuviéramos Thomas y yo atrapados con nuestro padre.

Solía ​​amar a la gente y estaba tan entusiasmado con las cosas que sentía que nada en el mundo podía derribarme, pero luego las cosas cambiaron.

Para mí, Gael era melancólico en cierto modo, familiar. Quizás por eso le resultaba tan fácil llevarse bien con él.

"Oh, vaya, ya es tarde." Gael se dio cuenta, revisando su teléfono, y yo miré por encima de su hombro, sorprendida. Ya era tarde y el café iba a cerrar pronto. No me había dado cuenta de que habíamos estado hablando durante tanto tiempo. Si no me daba prisa, me perdería una comida caliente y me quedaría sin nada más que agua y una barra de granola para la cena.

"Si no me apresuro a regresar, mis compañeros de cuarto comerán de todo y no creo que quiera comenzar la dieta universitaria de comidas en el microondas y refrigerios de cerveza todavía".

"¡Jaja! No, no creo que nadie necesite eso", dije divertido.

"Oye, ¿quieres intercambiar números? Ha sido divertido hablar contigo y siento que realmente nos hemos unido a través de columnas griegas, no todos tienen el gusto de disfrutar la simplicidad de una columna iónica" dijo casi en broma, y ​​yo No pude evitar reírme y en poco tiempo estuve de acuerdo.

Tener uno o dos amigos mientras estuve aquí no estaría de más... ¿verdad?

"Aquí está mi teléfono, agrega tu número".

Tomé su teléfono, nuestros dedos se rozaron y agregué mi número, envié un mensaje de texto a mi propio teléfono y me sentí extrañamente mareado. Había pasado un tiempo desde que tenía un amigo y, aunque no había sido un gran peso sobre mis hombros, había creído que existía la posibilidad de que no hiciera ningún amigo, pero me alegré de que se demostrara que estaba equivocado.

"Envíame un mensaje más tarde, ¿de acuerdo?"

"Está bien", estuve de acuerdo, viendo a Gael salir corriendo. Supuse que se estaba haciendo tarde y yo también estaba empezando a tener hambre, así que hice las maletas y me dirigí a la cafetería, debatiendo cuál debería ser mi primer mensaje de texto para mi nuevo amigo.