Melanie Harper quiere disfrutar de unas merecidas vacaciones antes de enfrentar su dura realidad y tomar una decisión que afectará, sin duda, el resto de su vida, sin embargo, no contaba con que Conor Sullivan apareciera en su vida, y la hiciera vivir todas las aventuras que alguna vez soñó con experimentar.
Conor Sullivan guarda un secreto, es el Capo de la mafia Irlandesa, pero no dejará que Mel se aleje de él por su trabajo, antes peleará con la misma muerte de ser necesario.
Porque si encuentras a la persona que te hace feliz tienes el derecho a hacer lo que sea para conservarla a tu lado, incluso si aquello implica que sangres.
NovelToon tiene autorización de Yesenia Stefany Bello González para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cielo
Conor
Sonrío con suficiencia mientras observo a la pequeña mujer frente a mí cocinarse en su propia salsa. Es una de las cosas que más satisfacción me da en la vida; deleitarme con el sufrimiento ajeno.
–Estoy aburrida –empieza, pero niego con mi cabeza.
–Inténtalo de nuevo.
–Siempre he querido conocer Ginebra.
–Vamos, puedes hacerlo mejor –la animo.
–Quizá tienes razón respecto a Lenny y debería buscarme un nuevo marido, uno con mucho dinero.
Me rio. –Tú no eres de esas mujeres.
Su rostro se ilumina con una hermosa sonrisa. Maldita sea, me encantaría besarla en este momento.
–Gracias.
–Mientes fatal.
–No lo hago –replica y comienza a jugar con sus dedos sobre la mesa, haciéndolos caminar alrededor de la copa de vino–. Quizá quiera una oportunidad para escapar.
–No te sigo.
–De Lenny y su papá.
–Te dije que no te preocupes por ellos.
Pone los ojos en blanco. –Es fácil para ti decirlo, que vives al otro lado del atlántico, pero del otro lado –dice apuntando haca el oeste–. Ellos son Dios, y no se puede ir en contra de Dios, no si quieres seguir con vida. ¿Has leído el antiguo testamento? –pregunta moviendo todo su cuerpo, como si estuviera temblando–. Los genocidios que ocurrieron en esa época no serán nada comparado con lo que Miller hará conmigo.
–No dejaré que nada te pase.
–Es lindo que pienses eso, pero no conoces el alcance que tiene en mi tierra. Todos le besan el culo, es asqueroso –me explica y vuelve a temblar, acompañándolo de una adorable mueca en su rostro–. Y no quiero besar culos. No el de él al menos –termina.
Mi mente de inmediato reproduce escenarios de Mel en mi cama usando su lengua en mí.
Contrólate, me ordeno.
Supongo que recuperar mi libido no es completamente una bendición. También tiene momentos dolorosos como este.
–¿Por qué Adam Nowak? –pregunto tanteando terreno.
Abre la boca y luego la cierra sin decir nada. Vuelve a abrirla y luego masculla algo que no alcanzo a escuchar bien.
–¿Perdón? –pregunto intrigado.
–Su orden –nos interrumpe un mesero con nuestra orden. El olor de la comida es tentador y promete satisfacción inmediata, lo mismo que siento alrededor de Mel–. Que lo disfruten –dice antes de dejarnos solos nuevamente.
Mel prueba los ostiones y gime suavecito.
Ese sonido.
Me muevo en la silla, incomodo.
–Están deliciosos –dice aplaudiendo y moviéndose en la silla, incapaz de estarse quieta.
Juro que puedo sentir esos movimientos en mi polla.
–Prueba esto, Conor –dice y mete en mi boca un par de ostiones con ayuda de su tenedor–. Saborea la salsa –pide.
Tomo su mano, impidiendo que se aleje de mí, y saboreo la salsa del tenedor con mi lengua, consciente de que los ojos de Mel están clavados en mí.
Su boca cae abierta y me deleito con el gruñido suave que sale de su garganta.
–Muy delicioso –digo antes de soltarla.
Sus ojos, ahora oscuros, siguen fijos en mis labios.
Coloco un dedo debajo de su barbilla y cierro su boca.
–No queremos que una mosca vuele hacia tu garganta, ¿no?
–¿Garganta? –pregunta todavía ida–. Eso suena delicioso.
–¿Una mosca en tu garganta? –pregunto divertido.
–¡No! –exclama antes de reír–. Disculpa, estaba concentrada en la comida. Está muy, muy sabrosa.
–Sabrosísima –concuerdo guiñando un ojo en su dirección–. ¿Adam Nowak? –insisto.
–Sí, claro, Adam. El polaco –musita tratando de enfocarse. Mira el plato de ostiones como si la respuesta estuviera ahí–. ¿Son amigos?
Hago una mueca.
–Odio al tipo –digo antes de meterme otro par de ostiones a la boca. El chef, como siempre, se superó a sí mismo.
–¿Sabes a qué se dedica?
–Importaciones y exportaciones –contesto, pero la observo atentamente. Me pregunto si Melanie sabrá a qué se dedica realmente Adam y sus secuaces.
–Sí, por supuesto que eso hace –dice incomoda–. Es solo que…–suelta un pequeño grito de impotencia y luego vuelve a mirarme–. Creo que puede haber más. Creo que quizá sus importaciones estén relacionadas con niños y mujeres jóvenes.
Mierda. Lo sabe.
Debería buscar una excusa en este momento y desaparecer de su vida, y pedirle que lo haga de la mía. Una mujer como Mel no puede estar cerca de mis contactos y mis amigos, porque averiguará eventualmente qué es lo que hacemos.
Todos estamos en peligro con ella alrededor.
Es verdad, que muchas veces hemos querido matar a Adam y a su socio. Las cosas que hacen con esos niños y esas mujeres hacen que no pueda dormir bien por las noches, pero todos somos criminales. Si uno habla, todos lo harán y caeremos como fichas de dominó.
El silencio es la Ley que todas las organizaciones respetamos.
Miro sus inocentes ojos celestes y pienso que quizá ella es la pieza que mis amigos y yo estábamos necesitando. La persona que puede acusar a Adam y desmantelar su asqueroso negocio.
Quizá Mel es la respuesta a la pregunta que todos nos hacemos.
Tendré que usarla.
Tendré que usarla y esperar que no descubra mis secretos. No si eso la alejará de mí.
–He escuchado rumores –empiezo con cuidado–. Pero son solo rumores.
–No lo creo, Conor. No es un rumor de pasillo. Es un secreto a voces –se inclina hacia mí y mira a su alrededor antes de hablar–. Varios directivos de televisión están involucrados.
–¿Miller?
Hace una mueca y vuelve a temblar, como si quisiera deshacerse de un recuerdo desagradable.
–No lo sé, pero no me sería difícil imaginarlo. El tipo es un cerdo. –Vuelve a su silla–. Me sentiría más cómoda si conversáramos esto en tu casa.
Asiento.
Tiene razón. Las paredes tienen oídos. Y un hombre como Nowak tiene tentáculos largos, que llegan a todas partes.
Mientras comemos pienso en cómo podremos hacerlo. Melanie no pasará desapercibida. Varias personas del medio la conocen y no sería bueno si sospecharan que ella está detrás de ellos.
La matarían de inmediato.
Un escalofrío recorre mi cuerpo al imaginar el cuerpo de Mel tendido en el piso.
Sobre mi cadáver la tocaran. Antes me vería obligado a ejecutar una masacre, como lo hice hace años con los putos turcos.
Y al diablo las consecuencias.
–Gracias por la invitación. La comida es realmente deliciosa –dice cuando ambos terminamos.
Me levanto y camino a su lado para ayudarla.
–¿Te queda cómoda? –pregunto mirando la bota ortopédica, que la dueña de la farmacia nos recomendó cuando pasamos más temprano por medicina.
–Sí. No combina muy bien con el vestido, pero ya no me duele.
Sonrío. –Me da mucho gusto escuchar eso.
–¿Dónde pagamos? –pregunta.
–Soy socio –respondo–. Nos llega la cuenta una vez al mes.
Asiente mientras caminamos hacia fuera del restaurante.
Mel se detiene cuando estamos saliendo.
Se gira con el rostro pálido.
–Cúbreme –ruega.
Miro a mi alrededor, esperando ver a un monstruo, pero solo se trata de Tonny, quien va caminando por la calle del frente. Sin embargo, no pienso perderme una oportunidad así.
–No dejes que me vea –me pide sujetando mi camisa con sus pequeñas manos.
Me giro con ella, afirmándola contra la pared de ladrillos, y escondo su cuerpo con el mío, pegándola de tal manera que puedo sentir cada centímetro de su cuerpo tocando el mío.
–Mi cabello –susurra asustada e intenta esconderlo dentro de su vestido.
–No te preocupes –digo y cojo su barbilla en mi mano–. No podrá verte –agrego antes de besarla.
Su boca se abre en un grito de sorpresa y aprovecho para meter mi lengua.
Gruño extasiado al sentir su dulce sabor.
Maldita sea. Su boca es el puto cielo.
VENDETA VENDETA
Jajajajaja me encantan las mujeres poderosas y mel tú lo eres
MUJERES AL PODER
Es mejor enfrentar las cosas jajajajaja
Pero tb recibisteis un beso de connor jajajajaja
Se te vio el plumero jajajajaja
Que pasará en esa fiesta ?
Espero que connor no tenga problemas por el anillo
Somos dos cochinotas por pensar en cosas sucias jajajajaja 😂