AHORA SOY ISABELL La Fría Y Olvidada Emperatriz

Nos dirigimos hacia el campo con ayuda de los guardias para la gente que le costaba moverse él campo era enorme más estaba todo opaco y sin vida después de conseguir unas mantas y colocar a toda la gente enferma en ellas caminé hasta quedar en medio de todos, ver tanta gente muriendo niños, adultos y gente mayor como antigua enfermera me partió el alma no me di cuenta cuando lágrimas caían como cataratas de mis ojos se tornaron blancos ,el cielo se empezó a llenar de nubes grises empezando a llover, la lluvia caí sobre la tierra y a su paso las plantas empezaron a crecer la gente empezó a levantarse al sentir su enfermedad marcharse, sentí que perdí la fuerza de mis piernas y cuando estuve a punto de desmayarme mi padre me sostuvo.

-Duque- no debes preocuparte mi pequeña nosotros nos encargaremos del resto tú descansa.

asentí lentamente mientras cerraba mis ojos.

......................

Al despertar estaba en mi habitación en el palacio me levanté rápidamente y sentí un mareo me senté en la cama cuando Luna entró en la habitación.

-Luna- su majestad ya está despierta que alegría espere llamó a los señores estarán muy felices de verla bien.

Antes de poder decirle algo salió rápido de la habitación me recosté otra vez porque me sentía muy cansada, cuando estaba a punto de dormir mi familia entró de golpe por la puerta apenas abri los ojos y ya tenia a mis tres hermanos sobre mi.

-Duquesa- Mi niña por fin despertarse estábamos preocupados por ti.

-Duque- mi pequeña nos tenías muy asustados.

-Isabell- que fue lo que paso?

Dije después de reincorporarme cuando mis hermanos se quitaron bueno mi madre los obligó a quitarse porque me estaban asfixiando sin darse cuenta jaja.

-Duque- hija hay una cosa que debemos explicarte, en el linaje de la familia Lombardo solo nacen hombres más tú fuiste la excepción, cuando tú naciste la familia se volvió loca te convertiste en nuestra adoración nuestra pequeña princesa.

-Isabell- pero si es así como nació mi prima?

-Duque- uno de mis hermanos se casó con la mamá de tu prima cuando esta ya estaba embarazada ,ella era el amor de su vida así que no le importo hacerse cargo de el bebé cuando el padre la abandono cuando supo que estaba embarazada.

-Isabell- ohh ya entendí

-Duque- bueno, tus hermanos nacieron que la misma magia que yo y yo con la de mi padre y así sucesivamente nuestras emociones fuertes pueden hacernos invisibles, cosa que nos ayudó mucho en la guerra, más tu madre es una ninfa del bosque su magia está conectada con la naturaleza, tu eres la combinación de ambas magias.

-Isabell- eso significa que puedo controlar la naturaleza?

Me quedé sorprendía no tenía ni la menor idea de eso.

-Duquesa-si mi niña de pequeña fue todo un reto que aprendieras a controlar tu magia

-Duque- muchas veces hasta casi destrozas el Ducado con tornados, rayos y fuertes lluvias cuando te ponias triste o e enfadabas por que no te compraba el juquete o el vestido que querias.

-Isabell- lamentablemente eso.

-Aron- era divertido ver como hacías volar con el viento los sombreros de las mujeres que se acercaban coqueteándole a papá cada vez que nos llevaba por el Ducado.

Aron notó como el Duque le hacía señas para que se callara hasta ya muy tarde.

-Duquesa- Así que mujeres coqueteandote, ami nunca me dijiste sobre eso o no c-a-r-i-ñ-o.

Dijo mi madre mientras se volteaba con una mirada sombría hacia mi padre el trago grueso nervioso yo y mis hermanos nos volteamos a ver y no pudimos evitar reír de ver al gran y poderoso Duque Lombardo el guerrero más temido de todos los imperios siendo regañado mientras bajaba la cabeza como niño por nuestra pequeña madre.