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The Dark Sky: El Trono De Oro

The Dark Sky: El Trono De Oro

Status: Terminada
Genre:Acción / Aventura / Completas / Demonios / Ángeles / Venganza de la protagonista / Viaje a un mundo de fantasía
Popularitas:2k
Nilai: 5
nombre de autor: Acxel_Sanz

Después de un año de lo sucedido todo sufrió un cambio. Emily tratará de detener una inminente guerra entre ambos mundos, pero antes tiene que revelar secretos que le dirán quién es en verdad, pero no será la única que buscará respuestas en esta lucha.

NovelToon tiene autorización de Acxel_Sanz para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 10 — Hanabi

Emily y Rommel seguían caminando por el árido desierto, bajo el Sol que quemaba cada vez más dando a entender que era ya el medio día. La pareja llegó a los límites de la ciudad, sólo eran unos cuantos pasos para volver a entrar, pero los Templari lograron llegar al igual y los rodearon.

— ¡Alto! — Exclamó Lexa.

Rommel y Emily solamente miraban a su alrededor tratando de no perder de vista a aquellas personas con armas.

— ¿Quiénes son ustedes? — Cuestionó Rommel mientras se colocaba frente a Emily.

— Venimos por ella — Respondió Lexa.

— No dejaré que se la lleven — Dijo Rommel.

— Nos mandaron a ayudarla así que mejor quítate — Dijo Lexa en un tono autoritario.

— ¿Ayudarme? ¿En qué? — Dijo Emily.

— Sabemos que quieres destruir a esas criaturas y nosotros también, somos la resistencia y fuimos creados para destruir a esos... seres — Respondió Lexa mientras avanzaba a la pareja.

Lexa avanza hasta estar frente a la pareja, pero Rommel no confiaba en ella, era un desconocida y aún menos le daba confianza aquellas personas armadas. De la nada un helicóptero apareció volando por el cielo despejado alertando a los Templari que sin dudar apuntaron sus armas, pero sin disparar.

El helicóptero descendió y de él bajo aquel sargento que sonreía al ver a los Templari de nuevo.

— Son rápidos, pero no astutos — Dijo él con una sonrisa.

— ¿Quién es él? — Preguntó Rommel.

— Sólo un hijo de puta que al parecer no tiene nada mejor que hacer — Dijo con sarcasmo Lexa.

— Veo que tienes nuevos amigos cazadora — Respondió el capitán.

Emily lo miro fijamente y a su cabeza le vino una serie de recuerdos de ella y de... aquel viejo amor de escuela.

— Ha-Hanabi — Dijo en voz baja, pero de igual forma la lograron escuchar.

El capitán abrió los ojos y quedó sin habla después de lo que dijo Emily. Su rostro cambio a una incredulidad ya que hace mucho nadie lo llamaba por su nombre real.

— ¿Eres tú? — Preguntó Emily.

— Emily... — Respondió el hombre — Tanto tiempo sin verte —

— Desde... — Susurró ella.

— Desde aquel día — Respondió él con frialdad.

— ¿Lo recuerdas? — Preguntó Emily ante la mirada atónita de los demás presentes.

— Claro que lo recuerdo... recuerdo cada maldito segundo ese maldito día —

— En verdad lo lamento mucho Hanabi —

— ¿Lo lamentas? Ese día no sólo me rompiste el corazón sino también mi cuerpo — Respondió mientras quitaba su playera y dejaba ver una enorme cicatriz que dividía su pecho y su abdomen — Ese golpe destrozó varias de mis costillas del lado derecho y varios huesos, al igual que varios de mis órganos —

— Hanabi, yo... —

— Y ¿Sabes? Siempre añore el día de volverte a encontrar para regresarte el favor —

Hanabi avanzaba lentamente y firme a donde estaba Emily, pero Rommel se volvió a colocar frente a ella con una mirada retadora.

— Un paso más y te mato — Exclamó Rommel.

— No me hagas reír... — Hanabi hizo una pausa y olfateo el aroma de Rommel — Demonio — Agregó sonriente.

Lexa se puso entre Rommel y Hanabi con una mirada más desafiante y segura de si misma.

— No esperaba que una cazadora ayude a un... ser como él —

— ¡Porqué no mejor vas a lamer el trasero del presidente! — Exclamó Lexa.

— Y tú ¡Porqué no vas a que te follen los pederastas que están en ese convento! — Replicó Hanabi.

— ¿Por qué no te mato? — Respondió Lexa mientras apuntaba su arma.

— Házlo — Dijo, retador Hanabi.

— Tú, lárgate de aquí y ve con dirección al noroeste y ahí espérame — Dijo Lexa mientras miraba a Emily.

Rommel tomó de la mano a Emily para salir de ahí, pero un fuerte golpe fue impactado en el rostro de él haciendo que cayera de golpe. Al levantar la mirada Hanabi estaba a un lado de Emily que no podía creer lo que sus ojos veían.

Hanabi le sonrió a Emily para después golpearla fuertemente en el rostro; al ver esto Lexa quiso interferir, pero los soldados de Hanabi la sujetaron y encañonaron a todos los miembros de los Templari.

— ¡Qué bien se siente hacer esto! — Exclamó.

Hanabi pateó el estómago de Emily seguido del rostro de ella, la sangre no se hizo esperar y empezó a emanar del rostro de la chica.

— No eres tan fuerte ahora —

Hanabi siguió golpeando a Emily sin descanso a tal punto que sólo ella lograba escupir sangre, pero en un momento Rommel se levantó y atacó a Hanabi sorpresivamente.

— Te dije que no la tocarás — Mencionó un enojado Rommel.

Hanabi tocó su rostro y limpio la sangre que salía de su boca para posteriormente sonreír.

— El príncipe azul al rescate — Dijo con sarcasmo.

Hanabi golpeó de regreso a Rommel, pero este respondió rápidamente.

— Eres duro, pero también un imbécil — Dijo Hanabi para después sacar su arma.

Emily sin aviso golpeó a Hanabi logrando que cayera. Todos miraron a la chica que tenía los ojos y el aspecto de aquel día que escapó de prisión; Lexa al ver esto sintió una gran emoción, por fin encontró la llave para entrar a aquel castillo donde se encontraba el famoso trono de oro.

— Aléjate de aquí o te mataré — Dijo Emily con una voz que hacía eco al hablar.

Hanabi sólo río y disparó su arma; la bala perforó el pecho de Emily para salir por el otro lado dejando un pecho agujero que fue cerrando y sanando poco a poco.

— Está es la última advertencia Hanabi... ¡Largó! —

Emily tomo del cuello a Hanabi y lo levantó unos centímetros del suelo para después arrojarlo contra su helicóptero; los demás hombres armados se retiraron y llevaron a su capitán al helicóptero para posteriormente salir de la zona. Tras esto Emily volvió en si y cayó rendida, pero Rommel rápidamente logro detener su caída colocando sus brazos para salvarla.

Lexa en el exterior parecía estar en seriedad, pero en el fondo su deseo estaba más vivo que nunca, pero ahora tenía que idear un plan para poder llegar a ese ansiado tesoro.

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