RENACÍ EN LA DUQUESA VILLANA

Esa mujer según su investigación había sido una de las ilusas que pensaba que por el cargo de su padre como ministro tendría con solo pedirlo un matrimonio con uno de los duques.

La realidad fue distinta a lo que pensaba, ya que Benjamín rechazo esta propuesta porque por este tiempo había conocido a Celia y planeaba tener un matrimonio con ella.

El cargo que tenía como marquesa era porque había estado casada hace 5 años con un marqués y con su muerte un año después de su matrimonio y por falta de herederos había heredado el título.

Como poseía un cargo más elevado que el de los padres de Celia creía que ella sí merecía el puesto como duquesa y cada que tenía oportunidad le hacía perder el control lo que provocaba malos rumores en su contra.

Ella era una de las personas que difundía rumores sobre la relación de los duques era tanto su cinismo que hasta afirmaba que estaba cerca su divorcio y que sería la próxima duquesa.

Obviamente, todo era mentira, pero sus "amigas" que eran unas interesadas le creían y le obedecían todo con tal de obtener beneficios cuando se case con el duque.

Al momento en que leyó esas estupideces lo único que pudo hacer Celia es reír hasta que el oxígeno le falte no podría creer que existían mujeres así en cualquier época, con tan poco amor propio que se interesan en hombres casados.

El día había llegado la querida duquesa llevaba un vestido negro con adornos en rojo sin demasiado maquillaje, pero lo que si atraía atención era el escote que aunque no era muy grande sus voluptuosos pechos resaltaban otro detalle era que tenía una abertura en la pierna izquierda que ha pedido de ella solo llegaba un poco más arriba de su rodilla.

También llevaba un anillo que en realidad eran dos piezas uno tenía una amatista y el otro un rubí que al unirlos se veía de una manera preciosa tambien se notaba que era de oro puro y tenia pequeños diamantes, era claro que había sido personalizado para ella.

Desde su boda la anterior Celia no lo usaba porque detestaba recordar el momento en el que perdió a su amor, ya que el que llevaba la amatista era su anillo de compromiso y el del rubí el de bodas por lo que se debían llevar juntos cosa que ella no hacía, porque se negaba a usarlos.

Pero ella no era la misma así que lo combinó con unas joyas parecidas regalos también de su esposo.

Al recibir los halagos de sus doncellas que ahora se animaban a bromear con ella decidió ir bajando, porque casi era la hora de irse.

Justo por ese momento y como si fuera una coincidencia Benjamín iba llegando y al encontrarse de frente no le quedó otra que saludarlo y fingir que no le temblaban las piernas.

Mientras ella trataba de tranquilizarse él sin ninguna pena la agarró de la cintura y le dijo <> y le dio un casto beso en los labios además de susurrarle algunas cosas que provocaron más espasmos en ella y se fue sonriendo como si nada pasó.

Celia ni siquiera podía caminar y está sumamente avergonzada, porque algunos empleados habían visto la escena.

Así que prefirió tragarse la pena y salir rápido para subir al carruaje