LUZ DE LUNA

Lorenzo, luego que me ve beber el líquido de la pequeña botella, me sonríe y cierra sus ojos para no abrirlos jamás, eso me causa tristeza, este anciano me causo mucha ternura, sentimiento que no he sentido jamás, bueno excepto el amor que siento por Octavio, Pero ahora rendiré cuentas con ese mayordomo que sé que tiene mucho que ver con la muerte de Lorenzo.

Salgo de la habitación y veo al mayordomo a pocos pasos de la puerta de la habitación de Lorenzo, me acerco muy lentamente.

_ Señor mayordomo ¿Podemos hablar en privado?

_ No tengo nada que hablar con usted, usted solo es una intrusa en este lugar.

_ Lo tomo del braco y le doblo hacia su espalda haciéndolo una llave, para luego arrastrarlo a un lugar solitario de la casa.

_ ¡Fuiste tú el causante de la muerte de Lorenzo! ¡Habla! _ Le grito para que hable.

_ ¡Si fui yo quien mando golpear al viejo estúpido! ¡él se pudre en dinero y porque no compartirlo conmigo! ._ Grita enloquecido el mayordomo.

_ ¡Eres un maldito desgraciado! Pero ahora te haré sentir, lo que es el verdadero sufrimiento. _ Le digo mostrando mi rostro de venganza, de un solo golpe al lado de la nuca, duermo al mayordomo, lo acuesto en una vieja cama que encontré en el sótano, lo ato los pies y manos, luego espero que despierte.

_ Qué bueno que despertó mi estimado mayordomo, ahora iniciaré a darle mis cariñitos, así como lo hizo sentir a Lorenzo, espero que sea de su agrado y me diga de una puta vez a qué grupo criminal contrato para asesinar a Lorenzo.

_ Una mujer como tú que me puede hacer, debes ir a tu casa a cocinar y no jugar en ser una villana. _ Me dice el desgraciado mayordomo.

_ Jajajaja, ¿juegas a ser una villana? Te demostraré que villana soy. _ Cojo su mano derecha y empiezo a cantar.

🎵 dedo meñique, dedo meñique dónde estás, dónde estás. _ Empiezo a cantar y jugar con su dedo meñique. _ ¡Nunca lo encontrarás porque no existirás! _ Grito cortándole el dedo, el mayordomo grita de dolor

_ ¡Te duele! ¡Dime que te duele! _ Le grito al mayordomo.

_. ¡Si! ¡Si me duele!_ Contesta gritando de dolor, el maldito mayordomo.

_ Cada golpe que recibió Lorenzo, también sufrió igual que tú, eres un maldito traidor, mordiste la mano a la persona que te dió de comer.

_ Por favor duele mucho, no sé quién eres, ni tampoco sé que parentesco tengas con Lorenzo, solo dime qué información quieres que te dé.

_ Dime a quienes contrataste, para asesinar a Lorenzo, si me lo dices morirás dignamente. _ Contestó sin pelos en la lengua, un perro traidor menos en este mundo, hace mejor a esta humanidad llena de hipócritas.

_ ¡Está bien! ¡Está bien! Te lo diré Pero no me mates, tengo hijos y nietos a quien proteger, sin mí ellos estarán desprotegidos. _ Eso hubieras pensado antes de ambicionar lo que no es tuyo, tu familia será la perjudicada por tus sucios pecados.

Ahora dime ¡Quienes son!

_ Son las malditas Sangres, ellos me cobraron cinco millones para hacerme el trabajo. _ Contesta el mayordomo resignado de su suerte.

_ Ja, ja, ja esas sanguijuelas débiles, yo misma me encargaré de ellos, no saben con quién se metieron. _ Pienso yo misma.

_ Muy bien perro, ahora te quedarás a esperar tu muerte, pronto alguien vendrá por ti. _ Le digo dejándolo en el sótano de la casa.

Ahora a rendir cuentas con esas lacras, mataron a un anciano sin tomar en cuenta su edad, llego al escondite que es un sucio barrio de la ciudad puerto viejo.

Llegó a esa vieja casona que meses atrás la teñía de sangre, al parecer les dará gusto volverme a ver.

¡Chicos donde están! ¡Vengan a saludar a su querida amiga! Sonrio de forma maléfica, eso hace salir al vigía que con arma en mano sale para atacarme, Pero se detiene al verme.

_ Melissa que, que hace acá, nosotros no la hemos ofendido, ni violado su territorio. _ Dice el vigía.

_ Así que piensan que no me han ofendido, no han tocado lo que es mío, entonces dígame ¿Por qué asesinaron al anciano Lorenzo? _ Pregunto con rostro de odio.

_ Melissa nosotros no sabíamos que era una persona importante para ti. _ Dice el vigía con mucho miedo.

_ Ese hombre era como mi padre, ustedes lo asesinaron, así que en este mismo momento los acabaré a todos, saben que no pueden huir, así que ríndete.

_ Por favor no me mate, soy un simple vigía, no participe en ese atentado.

_ Ese estúpido vigía ruega por su vida, lo primero que aprendí en mi entrenamiento es no confiar en nadie, mi única familia son Octavio y Laura, Laura es una buena amiga que rescate cuando iba a ser ultrajada por un grupo de proxenetas, ahora ella vive con nosotros.

_ No espero a que el vigía reaccione, saco mi arma y le disparo, de un solo tiro en la frente elimino al estúpido vigía, enseguida se hacen presente los demás individuos con arma en mano me empiezan a disparar.

Como si fuera una gata me escabullo entre los andamios, eso me da tiempo de preparar mi preciosa arma.

Muy bien preciosa, ahora te toca acabar con estas lacras. _ Converso con mi preciosa amiga, mi rifle francotirador SP-X 80, con ella no falló en ningún disparo, ahora jugaré al gato y al ratón.

Minutos después todo está cubierto de sangre, no soy partidaria al derramamiento de sangre, Pero estos sicarios llevaban sobre sus hombros sangre derramada de muchos inocentes, no hicieron caso omiso a mis advertencias.

Salgo de esta mugrosa casa dejando todos los cuerpos regados, solo dejo una nota en dónde digo los cargos y asesinatos de estos sicarios, también las pruebas en dónde doy fe a los cargos ya mencionados.

Más tarde llegó a casa y encuentro a Laura junto a Octavio cenando a la luz de las velas, eso me causo incomodidad, Pero como puedo desconfiar de mi amado novio y de Laura ella es como una hermana para mí.



_ Melissa amor, no pienses mal tú sabes que Laura es como una hermana para mí. _ Me dice Octavio, muy nervioso, Pero jamás desconfiaría de él, crecimos juntos y sé que él daría su vida por mí.

_ Amor amamos a Laura como si fuera nuestra hermana, confío en ustedes sé que jamás me traicionaron.

_ Claro Melissa, solo que pensé que ibas a malinterpretar la situación, como Octavio quería darte una sorpresa, llegué en ese mismo momento y me senté a conversar con él mientras te esperaba.

 _ Me dice Laura, Pero no sé porque tengo este nudo en mi garganta, que me sofoca y hace que me vengan en mente cosas y situaciones que no quiero pensar ¿Será mi instinto que me pone en alerta? No, no puedo desconfiar de ellos.