Cómo Si Fuéramos Novios Vol.2

Luego del incidente vergonzoso del cine, la perspectiva de tener un futuro al lado de Lían cambio, aún lo amaba, pero tenía muchas dudas e inseguridad en mi mente.

Entre tanto que mi tía Helen, recibe una inesperada noticia, mi mamá había sufrido un accidente de tránsito de regreso de su viaje y se encontraba grave en el hospital, me invadió el nerviosismo y la angustia, mi tía trata de calmarme, pero tampoco podía evitar preocuparse y llorar, la más sobria de nosotras era Hannah.

Llegamos al hospital y se encontraba en terapia intensiva, afortunadamente no estaba en peligro de muerte, pero si en una condición muy crítica, por un tiempo requeriría de cuidados especiales.

Pasamos una semana en el hospital, en todo ese tiempo estuvimos muy unidos como familia y Lían me consola cuando me ponía triste por mi mamá.

Fue un alivio, cuando nos permitieron ver a mi mamá, aún con muchas heridas y huesos rotos en recuperación, ya podía pronunciar palabras, y pudimos conversar unos minutos.

Un gusto verte hija, espero te estés portando bien—Dice Mamá (Lisa)

—Me da gusto, que estés viva mamá (con lágrimas en los ojos), y si me porto muy bien en casa de mi tía, sabes que ella es muy amable y buena conmigo.

—Si ella te consiente mucho, sabes hija, reconozco que no te he prestado la suficiente atención, perdóname.

—No digas eso, perdóname tú, porque no he sido una buena hija.

—No tengo nada que perdonarte, ven dame un abrazo, pero ten cuidado de no romperme otro hueso (con una sonrisa).

Después de mi entro a verla mi tía Helen con mi tío, luego hablaron conmigo.

—Loren tu mamá necesita cuidado especial, y como sabes estoy capacitada por estudiar medicina, ya le hice entender que no sería una molestia, porque es mi hermana, además correremos con todo el gasto del tratamiento y dieta el tiempo que sea necesario—Comento Tía Helen

—Al principio no quería, pero dos pueden, más que uno (con una sonrisa) y logramos convencerla, somos una familia y en estos son los momentos que tenemos que estar más unidos (Tío Davis)

—Si me parece muy bien.

Me abrase con mis tíos y un día después, pudimos sacar a mamá del hospital para seguir con su recuperación en el apartamento mi tía.

Volvimos a reunirnos como una sola familia, ya más tranquila, pero me generaba cierta tristeza ver a mi mamá postrada en una camisa, pero me auto consolaba, al pensar que pudo ser peor, pues unas de sus compañeras si murió en el accidente, todo eso por conducir y estar ingiriendo alcohol, por eso le pedí a ella, que dejara la bebida y las fiestas y respondió: ´´Te lo prometo hija que voy a cambiar´´. Yo esperaba que cambiara de verdad esta vez.

Una noche pasado las 12:00 am, ciento una mano en mi hombro y rápidamente volteo, se trataba de Lían quien me hizo una seña para que no hablara y me hablo con voz baja cerca de mi oído: ´´Necesitaba verte´´.

—Estás loco, si te ve mi mamá.

—Dame un beso y me voy.

—No es el momento ni el lugar.

—No seas mala conmigo, solo uno.

—Está bien y te vas.

Nos besamos y nos quedamos pegados entre beso y beso por largo rato, la verdad quería amanecer a su lado, pero sabía que no se podía, después de estar saciado de mis labios, se fue feliz a descansar, mientras de mi parte, quede muy intranquila, estaba juagando un juego peligroso, había un parte de mí, que quería cortar todo vínculo amoroso con Lían, pero me encontraba en una lucha interna.

Al siguiente día, me pidió que nos viéramos en la habitación de Hannah en la tarde con la excusa de ayudarnos con la tarea, porque la tía Helen no quería que estuviéramos los dos a solas, aun así, estaba muy pendiente de nosotros, aun estando con mi prima.

Aprovechamos que la tía Helen atendía a mi mamá, para ir al baño y besarnos, pero la culpa se apodero de mí y le dije a Lían ´´Tenemos que parar, no está bien lo que hacemos´´

—De que estás hablando, que mosquito te pico—Respondió Lían

—Estoy bien, pero no me gusta besarnos a escondida.

—A mí tampoco, pero no hay de otra.

—Lo mejor, es que nos alejemos por un tiempo.

—Nunca pensé escuchar eso de ti.

—Lo siento, pero la realidad es muy cruel para nosotros.

—Si así lo quieres está bien.

Él se fue, y no pude contener mis lágrimas, no sabía si era lo más inteligente que había hecho o lo más estúpido en mi vida.

Pasaron los días, y él me evitaba, y yo no tenía el valor para hablarle, una noche me dio una crisis de ansiedad y fui a la cocina, a ver si comiendo un dulce podría lograr relajarme y me topé con él, buscaba un vaso de agua, automáticamente le dije: ´´Hola´´ y él respondió con un ´´Hola´´, seco y me miro con cierta indiferencia y no pude evitar preguntarle: ´´ ¿Estas molesto conmigo? Se supone que somos familia, por lo menos debiéramos actuar como amigos.

—Es lo más estúpido que he escuchado alguna vez, amigos tú y yo, no lo creo, falta ahora que me pidas que te llame hermana.

—No tienes que ser tan antipático, solo digo que no deberíamos andar por la vida como si fuéramos extraños.

—Tú en verdad no entiendes, lo mucho que te amo o de verdad no te importa, porque eres una persona fría y sin corazón.

—No digas eso, yo también te amo, pero no sé si lo de nosotros tiene futuro.

—Nuestro futuro depende de nuestras decisiones—Afirmó Lían

Se acercó y me arrincono a la pared y me dio un sexual beso en el cuello, en ese momento quede bloqueada, y no me quedo más nada que hacer que huir de la escena, tenía miedo de perder el control ante la pasión.

En la mañana me daba pena con él, pero algo me decía que fue lo correcto, mi tía me había comentado que Lían estaba en una edad muy emocional, donde predominarían sus impulsos sexuales y eso me llevaría a acostarme con él, cosa que no me hacía mucha gracia, pues tener sexo con él, no estaba en mis planes.

Pero el si quería tener sexo, un día estaba con el celular y me llega un texto de él, y me dice que quiere verme que valla a su cuarto urgente, fui a ver que quería, y cuando llego, se encontraba sin camisa y lo tapaba solo una toalla, me sentí un poco intimidada, pero no dude en decirle: ´´Vístete por favor´´ pero el dejo caer la toalla apropósito y quedo en evidencia su pene bien erecto y me sorprendió su proposición: ´´Dame una mano´´

—No, qué te pasa.

—No te gusta el tamaño de mi pene (mientras lo sostenía con Su mano)

—Como se te ocurre preguntarme eso.

—Y si me das una pequeña chupadita—Incistio Lían

Al escuchar sus palabras, ardí de rabia y le solté una bofetada y me fui de allí con insultos para él.

Estaba algo decepcionada, ese no era el Lían de quien me había enamorado, sentía como que ya solo me veía como un objeto sexual, para complacer sus más perversos deseos, luego para molestarme, me mandaba fotos de su pene, videos de él masturbándose y hasta pornografía, tuve que amenazarlo con decirle a mi tía Helen si no paraba.