Después de llevar una vida de mafiosa, Camila Núñez muere en su mundo y despierta en otro diferente, siendo una mujer que está destinada a morir joven.
Cómo ya sabe el destino que le espera, ella no se quedará a esperar que la muerte le llegue por segunda vez.
Si en su primera vida no se dejó intimidar por alguien, en ese mundo menos, que cuenta con el poder y la magia.
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Yadira Lombardi
En otra dimensión
Una mujer con apariencia demacrada estaba huyendo.
Detrás de ella las ramas y hojas en el suelo crujían, en claras señal de que quienes la seguían estaban cerca.
Con la escasa fuerza que le quedaba, aquella mujer trataba de escapar de su destino, pero por más que corría, ese destino estaba más cerca.
Estaba corriendo con todo el aliento que le quedaba, con el objetivo de salvar su vida, pero para su mala suerte, una rama seca se atraviesa en su andar, la cual le hizo caer. La caída la lastimó aun más.
Pronto quienes la perseguían la alcanzaron, y ella con la poca magia de fuego que le quedaba, se trató de defender.
Pero sus ardientes llamas no sirvieron de nada, ya que de todo modo la atraparon.
—¡Ya ríndete villana!— le grita unos de sus perseguidores. Ese era el capitán de la guardia imperial. Quien se supone que su trabajo era defender a los inocentes.
—Capitán, no soy culpable de lo que me están culpando, yo no maté al hijo del emperador— dice la mujer mientras lloraba, el capitán le da una bofetada que le hizo sangrar los labios.
—No es mi problema, yo solo sigo órdenes— dice él con malicia, y su compañero toma con violencia a la mujer, quien se sentía muy débil, y a la vez dolorida por la caída.
Los demás guardias que andaban con el capitán, salieron al encuentro, y entre todos llevaron a aquella mujer al palacio imperial, en dónde la esperaba el emperador, sus concubinas y también los nobles de la corte imperial, entre los allí presentes, una mujer lloraba por su hijo.
Cuando la llevaron a presencia del emperador, este fue hasta la mujer y la quitó de manos de quienes la tenían sujetada.
Con violencia la tomó por el cabello y la arrastró hasta tenerla en medio de la sala.
—Hoy la emperatriz Yadira Lombardi será enjuiciada por el crimen de eliminar a un miembro de la familia imperial, su castigo es recibir la muerte con mi espada— dice el emperador y todos jadean, la concubina madre del hijo fallecido del emperador, lloraba aún más alto.
La acusada trata de defenderse.
—Esposo, no soy culpable de matar al pequeño príncipe, investiga bien por favor — suplica aquella mujer a la que todos llaman emperatriz.
El emperador enojado saca su espada y apunta a su cuello.
—No tienes como negarlo, en el lugar del crimen se encontró como evidencia tu broche favorito, eso solo significa que tú fuiste quien mató a mi hijo, ahora te toca a ti morir como pago por su vida— dice el emperador muy enojado.
Acto seguido con su espada traspasa el delgado cuerpo de la emperatriz, quien al momento de ser traspasada siente como si su cuerpo se quemara por dentro.
Al ver eso, el emperador se aleja de ella y retira su espada.
La emperatriz cayó al suelo retorciéndose de dolor, y de su boca salía sangre.
La herida recién hecha en su cuerpo, dolía menos que la de su corazón, el cual aunque nadie lo veíra, estaba herido.
Lágrimas de tristeza salían de sus apagados ojos, y sin poderlo evitar, aquella mujer muere, y de su cuerpo sale una niebla oscura, en ese mismo instante todo termina para ella.
Al ver el final de la emperatriz, el emperador manda a su gente a que tiren su cuerpo al bosque, para que las gárgolas se lo coman, y exactamente eso hacen los guardias.
Al no tener más que hacer allí, cada quien se va a hacer lo suyo, complacidos se que por fin aquella mala mujer muriera. Hoy la villana tuvo su merecido final, por fin aquella mujer recibió lo que merecía.
Pero ¿Quién es esa mujer?
Aquella mujer no era otra más que Yadira Lombardi, emperatriz por derecho del imperio de Lumia.
Ella recibe su título de emperatriz, a los 13 años, cuando sus padres murieron en un ataque orquestado por mercenarios, cuando estos salían a pasar tiempo en familia.
La única sobreviviente a ese ataque fue Yadira, y lo hizo porque sus padres le escondieron en un escondite secreto del carruaje.
La muerte de aquellas personas trajo dolor al pequeño corazón de Yadira, quien era muy apegada a sus amorosos padres.
El imperio también sufrió la terrible pérdida de sus monarcas, y pronto se desató una guerra de poder en el imperio, dónde los nobles querían ocupar el puesto del emperador, y se formó un caos debido a eso.
Debido a la situación política que estaba enfrentando el imperio de Lumia, Yadira con tan corta edad tuvo que hacerse cargo de dicho imperio. Cómo también tuvo que tener entrenamiento de magia y combate.
La pequeña se despertaba con el sol y se acostaba más tarde que todos en el palacio.
Con mucho esfuerzo, Yadira logró restablecer el imperio y lo elevó a lo más alto entre todos.
Los nobles ambiciosos no toleraban que quien los gobierne sea una niña y por tal motivo entre todos quedaron de exigirle a Yadira que se case con alguno de sus hijos.
Cuando se le avisó a la niña sobre lo que esos ministros querían, no le dieron oportunidad de negarse en lo absoluto y cómo medidas desesperadas elige entre los candidatos a Aurelio Marqués, hijo del ministro de salud, quien era ya mayor de edad.
Tras elegir al hijo del ministro de salud, aquel hombre se siente complacido por ese hecho, y le pide a su hijo que enamore a Yadira, para luego de eso quitarle todo el poder político que se ha ganado con sus buenas acciones.
Astutamente, Aurelio poco a poco comenzó a acercarse a Yadira, y al poco tiempo la logró enamorar.
Con tan solo 14 años, Yadira se compromete con aquel joven, y unos dos años más tarde, ambos se casaron, y Aurelio es nombrado por Yadira como empleador de Lumia.
Pero algo más pasó ese día, en la noche de bodas, Aurelio pasó su noche con su amante, dejando sola a su recién esposa. Su amante no era otra más que Martina, prima de Yadira.
Al día siguiente de la boda, Aurelio nombra a Martina como primera concubina, cosa que llenó de tristeza a Yadira.
Pero aquel hombre sin importar sus sentimientos, le dejó en claro que solo estaba con ella por poder, y que nunca la ha amado.
Aquella revelación fue una humillación para Yadira y aún más cuando Aurelio llevó unos meses después dos concubinas más al palacio.
Pronto, dentro del palacio y fuera de él se rumoraba sobre cómo el emperador despreciaba a la emperatriz.
Poco a poco Yadira era la burla de la sociedad, y las personas comenzaron a decir que ella tenía algún defecto, el cual hacía que el emperador no la quisiera.
Eso hizo que Yadira se meta en una depresión, y por un momento olvidara sus funciones de emperatriz.
De manera astuta, aquel hombre comenzó a ganar aliados entre la corte y el poder que había ganado Yadira poco a poco se iba desvaneciendo.
Pronto Yadira comenzó a perder poder dentro del palacio, y su prima iba ganando terreno, más aún cuando ella salió embarazada del emperador.
Todo el mundo la trataba como un tesoro, y veían a Yadira como algo sin valor.
Con ayuda del emperador, la prima de Yadira comenzó a hacer ver a la emperatriz como una villana despreciable.
Cómo castigo a sus acciones, el emperador le quitó su sello real.
Delante de muchas personas, aquella mujer mala se llegó a hacer daño, y Yadira era culpada y tachada como la mala, aquello hizo que la imagen de la pobre Yadira se vea empañada, y para evitar problemas, Yadira dejó de hacer aparición en las reuniones con nobles, mientras que su prima iba y le contaba a todo lo mala que era Yadira con ella.
Cuando el hijo del emperador nació, todo el mundo estaba feliz, y esa celebración duró un mes.
Luego de ese mes algo pasó en el palacio de aquella concubina.
Allí se había originado de la nada un incendio en la habitación del pequeño hijo del emperador, el fuego le arrebató la vida a dicho niño.
Todos culparon a Yadira, puesto que en el lugar de los hechos encontraron su broche favorito, el cual era regalo de su madre fallecida, y más para su mala suerte, su poder de fuego era de conocimiento público.
Inmediatamente el emperador mandó al calabozo a Yadira aún sabiendo que ella era inocente, porque si, tanto él como su concubina Martina fueron los que cometieron el crimen de quemar vivo a ese pequeño niño inocente.
La crueldad de esos infelices llegó a otro extremo, cuando ellos mismos le hicieron la vida a Yadira un infierno en el calabozo. Debilitando su cuerpo, como también su ardiente magia de fuego.
Uno de los guardias sintió pena por ella, y cuando tuvo oportunidad dejó que Yadira escapara del calabozo, pero no pudo ir muy lejos debido a su mal estado.
Al final, ella fue atrapada, y asesinada delante de todos, y su cuerpo fue lanzado al bosque, y allí fue comido por las gárgolas.