Melani una chicha que vive en una pequeña ciudad de Ecuador junto a sus padres y su pequeño hermano, ella desde pequeña sueña con ser una modelo reconocida a nivel mundial a medida que ella crece, sus sueños crecen con ella, cuando tiene 17 años, una supuesta agencia de modelaje llega a su ciudad en busca de jóvenes modelos para un casting, la contactan por mensajes, pronto la llevan a un casting a Nueva York donde empieza el infierno para la joven chica, pues todo era un engaño y la agencia en realidad era una red de trata de blanca, entre maltratos físicos y emocionales y sexuales Melani encuentra una luz de esperanza en un hombre que esta investigando estas mafias para salvar a las chicas, juntos tienen que enfrentar muchos desafío para llegar a esta juntos.
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Contando algo de mi vida
El sonido de las radios y televisores encendidos se escuchan siempre a través de las ventanas abiertas, en cada casa parece haber una música diferente entre baladas románticas, salsa, reggaetón, y a veces hasta mariachis, formando una mezcla constante de ritmos que acompaña a los habitantes, los niños corren por las calles, sus risas y gritos de juego llenan el aire, mientras los vecinos conversan desde las puertas de sus casas, intercambiando los chismes o comentando sobre la vida, los vendedores ambulantes también forman parte del paisaje, sus grandes gritos ofreciendo frutas, empanadas, helado, tortillas.
Las tardes suelen ser bien calurosas y húmedas, el sol pega demasiado fuerte sobre los techos de zinc de las casas, esto hace que el aire se sienta denso, allí los vecinos sacan sillas plásticas a la vereda y se sientan a la sombra, aprovechando cualquier brisa ligera que pueda calmar el sofocante sol, hasta los perros callejeros deambulan por las calles, buscando un rincón fresco o algo de comida que los niños les arrojan desde las puertas.
El barrio es humilde, pero tiene su propio encanto, Melani creció aquí ella sueña con salir y ver el mundo, aunque una parte de ella siempre se sentirá conectada a esos colores vivos, a los olores a la comida casera de su madre, a la gente que ha visto durante toda su vida, los vecinos siempre se saludan entre sí, aquí todos se conocen, y se ayudan en todo.
En las noches, el barrio se transforma, las luces amarillas de los focos titilan sobre las calles y los habitantes, aunque a veces, los apagones dejan el barrio en la oscuridad, pero eso no detiene a los vecinos, que sacan sus linternas y siguen adelante con su rutina, el aire se llena del olor a carne asada y maíz tostado, mientras las familias se sientan a cenar.
A pesar de todo, Melani sabe que este lugar no es suficiente para ella, era tiene grandes aspiraciones aunque el barrio le ha dado una infancia llena de buenos momentos, muchos amigos y amigas, pero algo en el fondo de su corazón sabe que ella no pertenece a aquel lugar aquí, ella siente que esa destinada a algo más grande, a algo fuera de ese lugar, ya que ese lugar es muy pequeño para distinguirse como modelo, ella quiere volar a un mundo de lujo y glamour que solo ha visto en la televisión o en las revistas que colecciona, sueña con escapar de ese espacio tan pequeño que ahoga sus sueños y frustra sus ilusiones, pero al mismo tiempo no puede evitar sentir un cariño profundo por el lugar que la vio crecer, porque en este lugar también está su familia, que no es perfecta como todas las familias, pero está llena de amor, compresión y apoyo.
Melani tiene una relación cercana con sus amigas, son inseparables, siempre andan por el barrio paseándose, desde que eran pequeñas ya son conocidas por los vecinos por sus grandes sonrisas que se escuchan en cada cuadro, pero es evidente que su nivel de ambición y determinación es muy grande más que la de sus amigas, quienes no sueñan tan alto, ellas no quieren salir de su hogar, quieren quedarse cerca de su familia, eso distingue a Melani de sus amigas, aunque todas comparten el sueño de ser modelos, sus amigas ven el modelaje más como una fantasía, como un sueño inalcanzable, o una oportunidad de diversión y glamour ocasional, mientras que para Melani es una meta que está decidida a alcanzar a cualquier costo, es su vida entera, ella sabe que nació para eso, y en ese sitio se siente fuera de lugar, aunque ama a su familia le hubiese gustado nacer en otra ciudad una ciudad más grande con más oportunidades.
En su grupo de amigas, Melani suele ser la más enfocada y soñadora, durante las conversaciones, es común que hablen de lo bonito que sería aparecer en una revista o desfilar en un evento local, pero mientras ellas lo toman como un pasatiempo, Melani lo ve como su futuro, como su trabajo de tiempo completo, ella se mira con grandes aspiraciones en altas pasarelas, rodeada de mucho público.
Melani se lleva muy bien con todo el mundo aquí, pero al ser joven tiene algunas amigas de su edad con las que comparte el mismo sueño:
Sara: Imagínate salir en la pasarela del desfile de la feria, sería increíble, pero lo dudo, aunque yo me conformaría con que me dejen modelar en la boutique de mi prima, eso me haría feliz.
Valeria: Yo quiero ser la imagen de una marca de ropa, o zapatos, pero si no lo logro no me daría igual, me conformo con encontrar un buen trabajo que me permita pagar mis estudios.
Melani: ash!! Ustedes tienen tan pocas ambiciones, yo no quiero solo modelar aquí, en desfiles locales o para pequeñas tiendas, mi sueño es ser una modelo de verdad, de las que viajan a París, Nueva York, todas esas ciudades grandes, no se imaginan lo que es pisar una pasarela de alta costura.
Sara: hay Melani, eso suena tan difícil, yo prefiero no hacerme tantas ilusiones y poner los pies en la tierra.
Valeria: Sí, yo también pienso que hay que ser realista, no todas tenemos suerte.
Melani: ¡Por eso mismo quiero intentarlo! No quiero quedarme aquí toda mi vida, imaginando lo que pudo haber sido, yo sé que es difícil, pero debo luchar por ello, debo intentarlo, no me voy a conformar como ustedes.
