EL TRATO DE NUESTROS PADRES

Dabuc dejó salir un leve suspiro. dejando que la comisura de sus labios formara en una sonrisa.

 —¿Samanta?,¿ ese es tu nombre?. — habló preguntándose. — ¿debería ir a verla?. no, eso me haría quedar como un acosador.. — un aliento frustrado salió de el. Mientras reposaba sus codos sobre el borde del escritorio.

Tocaron a la puerta, su guardaespaldas pedía permiso para ingresar. dabuc, con una voz neutra le permitió entrar a su oficina. el guardaespaldas entró inclinando un poco la cabeza, como muestra de respeto. le dio un mensaje del club nocturno.

— está noche parece que será interesante. — dijo mientras tomaba el arma de vuelta.

El Guadaespalda se mantuvo rígido y sereno. Esperando una orden de su jefe. mientras que Selina regresaba a casa, con bolsas de shopping. había ido a comprar algunas cosas que necesitaría para entrar al club nocturno. llegada la noche. selina estaba muy bien arreglada. divina. Con una actitud positiva se dirigió al club nocturno. En el club nocturno ella estaba parada tras un cartel, esperando la oportunidad de atrapar una buena presa para hacerla su boleto de entrada al club. en cuestión de segundos un tipo con pinta de gánster llegó, paresia una persona bastante aterradora, el era acompañado por una chica, el hombre tenía un aspecto un poco desagradable, no era para nada guapo pero tal vez sería un buen pasé. El hombre bajo del auto, y con su acompañante camino dirigiéndose a la entrada del lugar. Selina apresurosa intento llamar la atención del tipo. En base a molestar al guardia.

— suelta me!. — hablo altanera — ¿acaso no soy digna de estár en un lugar como esté? — habló escandalosa

— ya le dije que se valla — molesto, señaló a su compañero — saca a está mujer de aquí.

— si.

— espera.

Una voz pesada se escuchó de fondo. Era el tipo que tenía aspecto de gánster. Se acerco asta ella y pregunto que es lo que sucedía. El guardia le dijo el por qué no la dejaba pasar al club. En ese momento el tipo la miró de manera morbosa, inspecciónandola de pies a cabeza. Su mirada lasiva que se clavaba sobre ella, era un tanto incómoda. Pero no sé atrevía a darse el lujo de mostrar ni la más mínima inquietud, pues no podía fracasar, no está vez.

El hombre la terminó de inspeccionar y se dio cuenta que ella era una extranjera. pero parece que no le importo mucho eso y procedió a preguntar, que si quería entrar al club, por supuesto ella le dijo que si. en el rostro del tipo, la comisura de sus labios se arquearon formando una sonrisa llena de morbo. Ante tal situación no le importaba nada más que entrar a dentro del club, ya estando ahí buscaría una manera de deshacerse del hombre y lograr acercarse al heredero del estado Z. El tipo la tomó por la cintura, al mismo tiempo le dedicaba una mirada de superioridad al guardia.

— está belleza viene comigo.— habló tan autoritario y feroz— supongo que no ahí problema con eso o si?.

— perdón, no me atrevo a mirarlo a los ojos jefe de la sona oriente. — gacha la cabeza mostrándose sumiso.

el hombre aún sostenía a Selina por la cintura, camino hacia adelante encontrándose con su primer acompañante, a la cual también la tomó por la cintura. y así ingresando al club. al entrar al lugar todo parecía un simple club, sin nada irrelevante. nada sospechoso a simple vista. Había bailes para el entretenimiento femenino, y chicas bailando para el entretenimiento masculino.

sin duda había personas de alta clase, de grandes estatus. se dirigieron más al centro del lugar, de pronto unos tipos se acercaron para saludar al hombre que Selina acompañaba. No parecían personas simples, ellos tenían apariencia de pertenecer a una mafia. Uno de ellos tenía dientes de oro, sin duda resaltaban cada que hablaba. Su actitud llena de autoridad y un toque meticuloso se notaba a simple vista, el no era alguien al que se pudiera dar el lujo de ofender fácilmente. El otro paresia más tranquilo y relajado, pero calculador y serio. Un misterio que lo rodeaba, de pocas palabras que solo hablaba si era para responder algo importante. cada uno de ellos llevaba una chica a su lado, los tres junto con las cuatro chicas se dirigieron a una de las mesas reservadas para los de segunda categoría. Selina se sentó aún lado del tipo, mientras que la otra mujer se sentó sobré las piernas de el, mostrándose seductora todo el tiempo. El hombre no perdía oportunidad para tocar partes de ella. Selina por su parte, se mostraba sumisa y coqueta. Mientras que disimuladamente observaba por todo el lugar para ver si tenía la oportunidad de captar al heredero del estado Z. Selina reacciono cuando El tipo la hizo soltar un pequeño gemido en el momento que le apretó un seno, el hombre deslizó su mano hacia su cintura, así atrayéndola y pegando la más a él. así Mostrándose autoritario sobre ambas mujeres. Selina se mostró apenada por haber dejado salir de sus labios tal sonido. Los otros dos hombres fijaron sus ojos sobre ella. esto la puso muy nerviosa sin saber cómo salir de esa situación.

— Balla, ella parece ser muy sensible al más mínimo toque. — habla con suma pretensión.— te doy un millón por qué me dejes dormir con ella está noche.

El hombre no ocultó sus deseos. El tipo con el que se encontraba Selina se rió a carcajadas.

— claro. Toda tuya. — dijo entre risas.

— la disfrutaré al máximo. — dijo pretencioso.

— no te olvides de prestarme la también. — agrego a la conversación.

Narrativa de Selina.

Mi cuerpo tembló por instinto, mi mente empezó a buscar una manera de salir de esa situación, que se estaba saliendo de mis manos. Mi respiración se empezó a agitar por los nervios.

<< pero en qué problema me acabo de meter. ¿Que debería de hacer para librarme de estos tipos?. No, no puedo simplemente desafiar los de una manera deliberada, tengo que pensar rápido. Tengo que encontrar una manera rápida de escapar.>>

Penoso.

el calor de un beso en mi cuello me hizo salir de mis pensamientos. el hombre me miró con una mirada que parecía como si me devorara.

— no te asustes solo estamos bromeando. — dijo con una gran sonrisa en el rostro.— ¿cómo podría dejar que duermas con otro, cuando aún no te he probado yo?.

— ah?.

— jajaja, tranquila. no tienes nada de que asustarte. — habló mientras tomaba su whisky.

el otro hombre simplemente sonríe relajándose en el sofá. olvidándome por completo de buscar al heredero del Estado Z. mi mente solamente pensaba en cómo liberarme de ellos. no podría matar a los hombres directamente. tampoco podría matar a ese hombre para liberarme. ¿qué haría?. ¿cómo escaparía de sus manos, si él quisiera acostarse conmigo?. no medi las consecuencias del porvenir... pero, una voz aterradora me saco de mis pensarés. Alguien se paró frente a nosotros. Levanté la mirada y me quedé perpleja. Era el.. No lo podía creer, el hombre con la máscara y el tatuaje en el brazo estaba frente a mi. En cuestión de segundos, todos se quedaron en silencio y se levantaron brindado una reverencia a el.

— joven maestro. — hablo con los nervios de punta— es un honor tener lo por aquí está noche.

— bienvenido joven maestro. — inclinando la cabeza.

— es un gran honor poder estar en su presencia. Joven maestro. — con miedo y voz temblorosa.

Estaba nerviosa, el hombre enmascarado tenía sus ojos posados sobre mi, no podía ver su expresión pero de cierta manera sentía una gran pesadez en su mirada, como si estuviera enojado por algo, un escalofrío recorre toda mi espalda asiendo que mi cuerpo se tense al miedo. Bajé la mirada para que no se notará mi inquietud.