General Convertido En Consorte De Tres Alfas Superiores

Un año luego de casarme con mis 5 concubinos uno de ello vino a mis aposentos y dijo:

-hoy serás mio.

Él era Fei Yu, quien era uno de los más duros y difíciles de domar, me tomó un tiempo el estar con él, pero luego de estar una sola vez en sus aposentos no volví y cuanto fue a mi habitación me enojé y sorprendí, pero antes de que todo esto sucediera contaré la historia desde el inicio

Yo naci en un mundo donde existen Alfas Betas y Omegas con diferentes clasificaciones, el basico, el promedio y el superior, cada genero tiene un don dependiendo de su clasificacion, por ejemplo los generos con clasificacion basica pueden manipular la naturaleza, los omegas las plantas, los Betas las rocas y los Alfa los animales, los de clasificacion promedio son alquimistas inatos, que pueden manipular cualquier sustancia del mundo sin esfuerzo, obviamente los Alfa y omega son mas habiles con su don habiendo una clara diferencia de superioridad, en cuanto a la clasificacion superior, los Omega son capaces de manipular la alquimia, las plantas y a los animales, los beta la alquimia y las rocas y los Alfa son capaces de manejar magia ilimitada, manipular las sustancias y controlar a la naturaleza sin límite ni restricción.

Ya mencionado eso, dire que mi nombre es Fang Shue y mi vida siempre fue privilegiada, ya que fui el primogénito del decimoquinto príncipe que fue proclamado como el gran general del norte y del hijo más amado del primer ministro que era conocido por su belleza e inteligencia, ellos eran la pareja más popular y querida de la época, por lo que en cuanto naci fui admirado y adorado por plebeyos y nobleza, mis padres amorosos siempre estuvieron al pendiente de mi y dejaron que yo decidiera mi futuro sin imponerme nada, por eso cuando yo tenia 7 años y todos se dieron cuenta de que aún no había despertado mi segundo género le dije a mi padre que quería ser general como él, en cuanto mis padres escucharon lo que yo queria hacer, dudaron un poco ya que aun no se sabia si seria beta, alfa u omega, pero aun asi ambos hicieron lo posible para educarme y entrenarme para que cumpliera mi sueño, mi padre Alfa me enseñó el manejo de la espada y entrene con él innumerables veces para que así me hiciera más fuerte, mientras que mi padre Omega me transmitió su sabiduría y me enseñó estrategia y el arte de la guerra, además me explico como hacer que la mente del enemigo sucumba ante mi y como ganar el apoyo de mis aliados mediante palabras alentadoras y consolandolos, mis padres me enseñaron que en el campo de batalla no necesitaría de mi fuerza física, sino que también de agilidad mental e inteligencia, los años pasaron y pase de ser un pequeño niño a un adolescente, a la edad de 11 años acompañe a mi padre a una batalla y esta fue la primera vez que vi en directo lo bestial y sanguinaria que era la guerra, allí tuve que matar a muchos hombres para cumplir con la ley de la naturaleza, la cual es que el más fuerte gana, si no matas, morirás.

Luego de mi primera experiencia en el campo de batalla decidi que deseaba ser como mi padre, ya que al verlo en acción decidí que quería ser un orgullo para él, así que segui entrenando y acompañando al gran general del norte, a la edad de 12 años, de manera tardía despertó mi segundo género y resulte ser un Alfa básico, mi poder fue el de la alquimia y también manejaba magia básica, en cuanto se supo mi segundo género, todos se alegraron por mi, hicieron una gran celebracion, luego de aquello mi cuerpo cambio mi voz se hizo mas grave, creciendo siendo casi igual de alto que mi padre Alfa y mi fuerza era descomunal, aunque no se comparaba con la de mi padre, ya que el era un Alfa superior. el era un Alfa único ya que eran pocos los alfas superiores en el imperio, la mayoría de ellos son de la familia imperial.

Luego de mis 12 años y todo lo ocurrido, mi vida era pacífica y muy tranquila, mi padre había vencido a sus enemigos y mi padre Omega estaba a la espera de un bebé, a mis 15 años se supo que unos bárbaros irrumpieron en los límites del reino, todos los soldados tuvieron que ir a la batalla, mi padre preocupado por mi padre Omega y mi pequeña hermana que a penas tenia dos años, me dejó en la mansión, antes de irse, se acerco a mi y me dijo:

-Hijo, sabes bien que en la guerra puedo morir o ellos pueden derrotarnos y entrar a la ciudad, por eso te pido que cuides de tu madre y tu hermana, no dejes que nadie los toque.

En cuanto escuché las palabras de mi padre me preocupé, pero ya que no deseaba que el estuviera preocupado también, le dije:

-no te preocupes padre, yo los protegeré.

Luego de escuchar que yo los cuidaría, subió a su caballo y se alejó rápidamente de mi vista

Los días pasaron y estos se convirtieron en semanas, semanas en las que no habían noticias de él, hasta que un día llegó un soldado muy preocupado con una carta en las manos, en cuanto lo vi fui rápidamente hacia él y luego él me dijo:

-joven señor, su padre ha sido capturado por los bárbaros y exigen que el emperador entregue el poder para que no lo asesinen.

En cuanto escuché eso fui rápidamente al palacio imperial, me arrodilló frente a los aposentos del emperador y le dije:

-su majestad, por favor le ruego salve a mi padre, su hijo, quien ha luchado para mantener el reino a salvo y tranquilo.

Luego de ello hice tres reverencias y me quedé allí por casi 4 horas, cuando el emperador abrió las puertas me preguntó qué sucedía, yo tembloroso le dije:

-su majestad, mi padre ha sido capturado por los bárbaros, ellos exigen que usted entregue el poder, sé que usted no hará eso, pero al menos gane un poco de tiempo para que yo pueda rescatarlo, se lo ruego su majestad.

El anciano me miró con lástima y acepto ayudarme, el convocó a la realeza de los bárbaros y mientras ellos hablaban, yo sin decirle nada a nadie fui al campo de batalla, me infiltre en el campamento enemigo y cuando lo logre hacer, vi como unos bárbaros tenían atado a mi padre, uno de ellos reía y brindaba alegremente mientras torturaba a mi padre, luego de un rato bien que aquel tipo ya ebrio sonrió y con su voz asquerosa dijo:

-que tontos son todos esos idiotas de la capital, de verdad creen que podran liberar a este imbécil, si supieran que le quite sus glándulas y que le arranque la marca de su omega, además tiene un veneno potente en su sistema, este bastardo no sobrevivirá aunque lo deseen y lo más entretenido de todo es que deje el vínculo mágico que los une para que su pareja muera luego de él.

Cuando escuché eso me enoje, tomé mi espada y furioso me abalance sobre el tipo, utilice mi magia básica y logre acabar con ese tipo, luego de asesinarlo más bárbaros se abalanzaron sobre mí, mi furia era tal que arrase con todos ellos y aunque me hirieron eso no me importo, luego de acabar con esos bastardos tomé a mi padre del brazo, lo guíe hasta las afueras del campamento bárbaro, él parecía un muerto viviente, sus ojos no tenían brillo alguno, caminaba por reflejo, pero sus pasos eran torpes y lentos, al llegar al bosque mi padre ya sin fuerzas cayó al suelo, con la poca fuerza que le quedaba me miró, acarició mi cabeza y luego dijo:

-hijo mío, esos malditos no solo me han dañado a mí, también a tu madre, si yo muero tu madre también lo hará, por favor rompe el vínculo que nos une, haz lo necesario para romperlo.

-papá, pero como pudieron derrotarte si tú eres un superior?

-hijo, ellos han creado una droga mágica que los hace inmunes a la magia superior, son más fuertes y rápidos, capaces de esquivar cualquier ataque ya sea humano o mágico, además de eso el veneno que tengo es algo creado por ellos, este veneno hará que mi cuerpo se destruya desde el interior, al parecer no tienen mucho de este veneno y me usaron a mi para probarlo, este veneno acaba lentamente con cada pizca de magia que hay en el huésped y sin mis glándulas y marca mis habilidades de Alfa se fueron, no se como caí en esa trampa, pero ahora lo único que deseo es que tu madre, tu hermanita y tu estén bien.

-pero...

-escúchame, debes deshacerte de la marca de tu madre, haz lo necesario para quitársela, porque si muero él también lo hará, esa marca nos une en vida y muerte.

Luego de eso se desmayó, yo lo acompañe un rato y cuando recobro el sentido seguimos caminando, pero antes de llegar al campamento militar apareció un asesino, yo intenté detenerlo pero ya que estaba agotado y lleno de heridas que me volvian lento, no pude detenerlo y al final ese desgraciado apuñaló a mi padre y de paso a mí, pero mí herida no era tan grave, el tipo al ver que había acabado con su trabajo no terminó conmigo ya que no me veía como rival, así que se fue y cuando solo quedábamos mi padre y yo, mi padre me miró y dijo con sus últimas fuerzas:

- no te culpes por lo ocurrido hoy, recuerda que yo moriría de todas formas, solo te pido que cuides de tu madre y tu hermana y rompas el vínculo para que no le pase nada y recuerda hijo que te amo, dile a tu madre y hermana que lamento no estar con ellas y que también las amo.

Luego de decir aquellas palabras dio su último aliento y vi como la vida se iba de sus ojos lentamente, él se fue y yo aún siendo un joven no pude soportar lo que estaba sucediendo y comencé a llorar como un niño pequeño, abracé a mi padre y le pedi muchas veces que no se fuera de mi lado, pero él ya no me escuchaba, ya se había ido, luego de un buen rato dejé de llorar, tomé a mi padre, lo puse en mi espalda y lo lleve al campamento.