NovelToon NovelToon
“La Cristiana Del Harén”

“La Cristiana Del Harén”

Status: Terminada
Genre:Casarse por embarazo / Traiciones y engaños / Esclava / Sirvienta / Amor-odio / Completas
Popularitas:12.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Luisa Manotasflorez

En los últimos estertores del Reino Nazarí de Granada, cuando el esplendor andalusí comenzaba a desvanecerse ante el avance implacable de los Reyes Católicos, se tejió una historia olvidada por el tiempo, pero viva en las piedras de la Alhambra.

Isabel de Solís, hija de un noble castellano, nunca imaginó que la guerra la arrebataría de su hogar para convertirla en prisionera en el corazón del mundo musulmán. Secuestrada por soldados nazaríes y llevada a la Alhambra, se convirtió en esclava de una princesa que la humillaba y despreciaba por su origen cristiano. Vista como una extranjera, una infiel y una mujer sin valor, Isabel vivió sus días bajo la sombra del miedo, cubierta por velos que no solo ocultaban su rostro, sino también su libertad.

Pero todo cambió el día en que los ojos del sultán Muley Hacén se posaron sobre ella.

Conocido por su poder, su temperamento y su lucha contra los cristianos, Muley Hacén vio en Isabel algo más que una cautiva. La belleza de la joven,

NovelToon tiene autorización de Luisa Manotasflorez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

prologo

“Fui hija de un noble cristiano. Fui esclava entre muros dorados. Fui reina en un trono ajeno. Y, sin embargo, nunca dejé de ser una mujer en lucha con su destino.”

Me llamo Isabel de Solís, y antes de convertirme en leyenda, fui simplemente una joven andaluza que soñaba con días de campo, bordados en los patios floridos y procesiones tranquilas por las iglesias de mi niñez. Era hija de don Sancho Jiménez de Solís, alcaide de Bedmar, un hombre firme, leal a la corona y enemigo declarado del islam. En mi hogar, la fe era rígida como el hierro, y la honra se defendía con la espada. Fui educada para ser sumisa, devota y útil. Como tantas otras, mi destino parecía ya trazado: un matrimonio pactado, hijos varones, y morir envuelta en lino y rosarios.

Pero el destino, ese viejo embustero, me arrancó de ese sendero con violencia.

Aquel día, el sol quemaba sin misericordia. Venía de regreso del palacio de la reina Isabel, con el permiso de mi padre para volver a casa. Era joven, hermosa, inocente. Nunca imaginé que los caminos que cruzan campos y aldeas podían transformarse, de un segundo a otro, en senderos hacia la perdición. Emboscados por guerreros moros, mi escolta cayó rápidamente. Los gritos, el hierro, la sangre. A mi padre lo asesinaron sin piedad. A mí me tomaron como botín, sin importar que gritara o que rezara.

Me cubrieron el rostro con un velo que no era mío, me ataron con cuerdas que oprimían como serpientes y colocaron una pieza de hierro en mi boca para silenciarme. Fui despojada de mi nombre y arrastrada hasta Granada, ese reino que los míos describían como nido de infieles, pero que, al llegar, descubrí que también tenía belleza, grandeza y misterio.

Fui entregada como esclava a una princesa del harén. Me recibió como si fuera peste, mirándome como un animal salvaje. Mi lengua, mi piel, mis ropas, todo en mí resultaba extraño. En los pasillos me llamaban "cristiana vulgar", “indigna”, “enemiga de Alá”. Me despreciaban por lo que era, pero también me temían por lo que representaba: una extranjera que aún conservaba su orgullo.

Durante semanas no hablé. Me negué a llorar. Y en ese silencio forzoso, empecé a observar, a escuchar. La Alhambra era una jaula de mármol, sí, pero también era una sinfonía de secretos: fuentes que cantaban al amanecer, muros que hablaban con caligrafías vivas, jardines que florecían en mitad del desierto. Y entonces, un día, él apareció.

Muley Hacén, el emir. Mi enemigo. El señor del reino que había destruido a mi padre. Entró en mi vida como una tormenta que no pide permiso. No traía armas ni amenazas. Solo una mirada profunda y una voz que parecía tallada en piedra. En lugar de condenarme, me preguntó por mi nombre. En lugar de juzgarme, me escuchó.

Volvió al día siguiente. Y al otro. Al principio, pensé que era juego de poder, una táctica para humillarme. Pero sus visitas se tornaron en conversaciones. Y las conversaciones en confesiones. Yo hablaba de mi infancia en Martos, él de su soledad como rey. Yo le hablaba de los Evangelios, él del Corán. Dos mundos enfrentados, pero nuestras palabras no chocaban: se entrelazaban.

Un día me trajo flores. Otro, me dejó un verso árabe escrito en un papel. Yo aún no sabía leerlo, pero entendí que era un poema de amor. Y entonces, sin querer, algo en mí cedió. No por debilidad, sino por la fuerza con la que ese hombre miraba mi alma. Su poder no me sometía: me invitaba a renacer.

Acepté su religión. No por obligación, sino porque sentía que si el Dios que adoraba me había dejado caer, quizás otro me estaba tendiendo la mano. Tomé el nombre de Zoraida, “Lucero del Alba”, y con él, un nuevo lugar en el mundo.

Me convertí en su esposa favorita. En su reina. Me dio un palacio en la Alcazaba, me ofreció joyas, y me regaló algo aún más precioso: sus pensamientos, sus temores, su amor. Tuvimos dos hijos, Nasr y Sa'ad, herederos de una Granada que ya empezaba a resquebrajarse.

Pero nada fue fácil. Su otra esposa, Aixa, madre del príncipe Boabdil, no me perdonó jamás. Ella, altiva, astuta y cruel, movió a los nobles en mi contra, despertó odios dormidos y provocó intrigas que acabarían por devorarnos a todos. Yo era la extranjera. La cristiana. La intrusa que le robó el corazón a un rey.

Las guerras se intensificaron. Castilla avanzaba. El pueblo se dividía. Y yo, en medio, intentaba proteger a mis hijos, al hombre que amaba, y al nombre que me había sido dado.

Cuando Granada cayó en manos de los Reyes Católicos en 1492, ya todo lo había perdido. Muley había muerto. Aixa había vencido. Y yo, Zoraida, volví a ser solo Isabel, pero una Isabel distinta, rota y reconstruida, fuerte y frágil a la vez.

Escribo estas líneas para que el mundo recuerde que detrás de cada guerra hay una mujer que sufre. Que más allá de los nombres, los reinos y las religiones, todos amamos, todos sangramos, todos queremos ser libres.

Yo fui Isabel. Fui Zoraida. Fui reina, esclava y amante. Y esta es mi historia.

1
Nancy
excelente historia, gracias escritora ☺️
May-san
Simplemente hermosa, super intensa, increíble como resistió todo Isabel. un amor aprueba de todo.
Y a pesar que a sus hijas no las dejaron vivir, sus nietas hicieron. perdurar su legado.
Totalmente recomendada
Maria Briceño De Barreto
interesante historia gracias autora me gustó mucho felicidades 👏
Maria Briceño De Barreto
zoraida has sufrido mucho tus dos hijas han muerto pero tienes él consuelo que te quedan dos hijos varones
Maria Briceño De Barreto
aixa el amor nace no se obliga
Maria Briceño De Barreto
todos son unos traidores solo quieren poder
Viviana Acosta
este enredo no lo entiende ni la escritora
Luisa Manotasflorez: pero en qué señorita
total 1 replies
Maria Briceño De Barreto
zoraida tienes mucha paciencia para soportar ese nido de víboras
Yusmery Liscett Orozco Tovar
Excelente
Viviana Acosta
es la tercera vez que está embarazada desde que nació el niño sin nombre, es muy reiterativa las descripciones, eso la torna estresante, perdón por mí humilde opinión
Luisa Manotasflorez: ellos se llamaban Juan de granada y Hernando de granada eso fue sus nombre cristianos por qué sus nombres en musulmanes eran muy difícil y recordar después jajaja y le coloque otro nombre
Luisa Manotasflorez: ellos se llamaban Juan de granada y Hernando de granada eso fue sus nombre cristianos por qué sus nombres en musulmanes eran muy difícil y recordar después jajaja y le coloque otro nombre
total 2 replies
Viviana Acosta
es la tercera vez que está embarazada desde que nació el niño sin nombre, es muy reiterativa las descripciones, eso la torna estresante, perdón por mí humilde opinión
Luisa Manotasflorez: No te preocupes es que si estaba 2 varón si pero no sabía cómo colocarle bien el nombre 👀por qué no buscaba bien como se llamaban en su en la vida real y le coloque un nombre que me gustó pero ese no es su propio nombre del bebé es otro el se llamaba su primer hijo se llama Juan de granada y su segundo Fernando de granada pero le decía Hernando
total 1 replies
Maria Briceño De Barreto
excelente novela
Maria De Jesus Martinex
hay porque no le dejaron una de sus niñas que tristeza 😔 lloré con este capítulo es muy doloroso!!! ya no le pongan tanto sufrimiento a Zoraida🥺
Mirta SUSANA Barbera
QUE FANTÁSTICA TODAVIA, QUEDAN DESCENDIENTES DE ESA GRAN MUJER. EJEMPLO DE VALOR Y SABIDURIA. QUE FUÉ PILAR DE UN SULTÁN Y SUFRIO EXILIO PERO FORJO DESENDENCIA SERIA Y FIEL
Luisa Manotasflorez: gracias por tu lectura, me agrada que te gustará el libro gracias por todo
total 1 replies
Mirta SUSANA Barbera
FELICITACIONES ESCRITORA. Y ME ENCANTÓ LA CRONOLOGÍA FAMILIAR PUES ES PARA TENERLO EN CUENTA. GRACIAS, GRACIAS, ❤️
Mirta SUSANA Barbera
QUE HERMOSA HISTORIA. ME APACIONE CON ELLA. LA VIVÍ. ME METÍ Y LUCHE CON ZORAIDA Y LUEGO LA ACOMPAÑE EN SU DESTIERRO.
MUY HERMOSA 💗 FELICITACIONES
Mirta SUSANA Barbera
QUE HISTORIA POBRE ISABEL/ZORAIDA.
AL FINAL ES AJENA EN SU PROPIA TIERRA.
TODO LO QUE PASÓ TODO LO QUE SUFRIÓ
VEREMOS QUE LE ESPERA
Mirta SUSANA Barbera
LAS VUELTAS DEL DESTINO. LA PRIMER HIJA, MUJER Y MURIÓ, Y LA ÚLTIMA MUJER Y NACIÓ MUERTA. ES EL ESPANTO MAS GRANDE PARA UNA MADRE
Mirta SUSANA Barbera
OJALÁ AIXA, PENSARA VERDADERAMENTE DE LA FORMA QUE HABLÓ. SI FUERA ASÍ. PODRIAN VIVIR EN PAZ. PERO CON ESA MUJER. ES COMO DORMIR CON SERPIENTE
Mirta SUSANA Barbera
QUE MUJER INTELIGENTE ES ZORAIDA.
UBO UN MOMENTO QUE DIJE COMO ??
PERO ESTABA TODO BIEN TRAMADO..
GRACIAS ESCRITORA FELICITACIONES
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play