NovelToon NovelToon
Quiero Amarte - Libro 2

Quiero Amarte - Libro 2

Status: En proceso
Genre:Romance / Venganza / Traiciones y engaños / Reencuentro / Donde hubo fuego cenizas quedan / Triángulo amoroso
Popularitas:103
Nilai: 5
nombre de autor: Corinne Palmer.

Un viejo enemigo altera la paz y tranquilidad que Bonnie construyó cuando se mudó, ella y su madre están más unidad luego de saber que su hija estuvo apunto de morir. Los amigos de Bonnie, están en constantes discusiones para saber si la buscan o no. Theo y Jia se encuentran con Bonnie e intentan sabotearla. Samantha (Samuel) esta decidida a buscar de nuevo a Bonnie y ganar de su confianza, no quiere volver a perderla.

NovelToon tiene autorización de Corinne Palmer. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

1 año.

1 años después.

(Música)

When did become so numb?

When did I lose myself

All the words that leave my tongue

Mensajes:

—Hola, ¿Cómo has estado? –

—¿Quién eres? –

Feel like they came from someone else

Mensajes:

—¿Quién te dio mi número? –

—Solo quiero hablar contigo. —

I’m paralyzed

¿Where are my feeling?

I no longer feel things

I know I should

I’m paralyzed.

1.1, 1.2, 1.3, 1.4… Así sucesivamente, hasta encontrar el resultado que buscas. En mi defensa no pensé en los resultados, solo pensaba en el ejercicio que conlleva todo lo que hice. Durante 1 años me mantuve quieta y sanando física y mentalmente, de nuevo me siento entre la espada y la pared.

Me mudo a Corea del Sur, para comenzar con mi pasantía, en una empresa Pixel Perfect Photography & KY en donde, la CEO Kuan Yin, todo una mujer. Mantiene el imperio de toda su familia, pero lo único que quiere mantener es su relación, con su amante. Kuan Yin fue comprometida a la edad de los 16 años, cuando ni siquiera había experimentado, nada sobre el amor. Siempre pensó que sería mejor, no decir nada sobre sus pensamientos impuros a su familia, ya que sería juzgada.

El trauma que me genero el secuestro de Jia, no me deja sanar correctamente. Durante varios días en donde me despertaba agitada y gritando, empapada en sudor, pidiendo ayuda. Mamá, entraba a mi habitación para ayudarme y evitar que me autolesionara. Luego de mi último episodio, decidí por mí misma en ir a terapia. Eso ya es un paso más de sanación.

Durante ese año, seis meses en donde no tuve contacto con los chicos, mamá me contaba lo que pasaba, y que era lo que hacían, era gracioso porque ellos no se daban cuenta de la existencia y el motivo de mi madre en el set, pero ella aun así los protege.

En cuanto a mi padre, él no tenía mucho de qué hablar con mamá, pero me cuenta que por las noches, luego del trabajo, suele llorar si está en silencio, mientras se aferra a mi foto de pequeña, y algunas otras noches vuelve ebrio y pidiendo perdón. La última sesión de terapia, que hago con un psicólogo poco famoso de la ciudad. El terapeuta Quang Lan Fen, un hombre de aproximadamente de unos 27 o 28 años, complexión musculosa, 1.85 de altura, ojos rasgados con todo un asiático, labios carnosos, besables, lindas, más un poco delicadas como si fueran de porcelana, pero con venas marcadas, debajo de horrendo saco color beige, se nota su torso marcado. Supongo que este hombre es sacado de algún comic o kdramas, o algo por el estilo, siempre viste un estilo reservado, a simple viste tiene poco atractivo, pero solo necesita ayuda y para finales del año ya estará casado.

Mientras pienso tirada en la cama, miro la televisión, pero termino por disociarme de mi campo de visión, el sonido de la televisión se escucha a lo lejos, el sonido de la puerta siendo golpeada, se escucha. Me levanto, entre pasos, acomodándome la ropa para poder llegar.

—¿Quién? - Me acerco a la puerta y observo por el ojo de esta.

Por a través del ojo, veo el rostro de mi madre. Con apuro abro la puerta, y la observo con bolsas que contiene comida.

— Bonnie, se supone que saldría temprano. — Dijo con voz molesta.

—Sí, pero me gano la pereza y Mei-Mei, me llamo diciéndome que no fuera porque Kuan-Yin, no iría a trabajar hoy. — Respondí, mientras la ayudo con las bolsas.

Mi madre, una mujer que, por muchos años, tuvo que soportar a la familia de mi padre, solo que es extranjera y no pertenecía a su alta sociedad. Pero en mi experiencia ellos no pertenecen a la realidad de mi madre. Desde que tengo memoria siempre pensé que a mi madre le vendría bien un gran cambio en su vida.

Pero hasta ahora tampoco se me paso por la cabeza, un cambio que a ella, le podría llegar a ayudar, para bien. Desde que dejen mi hogar, mis abuelos, por parte de mi padre, no me han contactado en ningún momento.

Las únicas llamadas del día que espero con ansias son las de mi abuela materna, que ya no parece reconocerme, y no la culpa el ACV, deja secuelas. Mi madre decidió internarla en un asilo en donde dos de sus mejores amigas están ahí.

—Mamá… — Y de nuevo disocié.

—¿Bonnie? – Ella pasó su mano por enfrente de mi cara. — ¿Estás bien? -

—Sí, es solo que estaba pensando… pero cuéntame, ¿Qué compraste? – Pregunte, divaga.

—Cariño, tu padre te mando esto. — Dije ella entregándome un sobre. — No sé… si debería dártelo. —

No dije nada, toma el sobre y me fui, capas que si algo por un momento me haga bien. No deje que mi madre se diera cuenta de que estoy dolida por mi padre, pero no puedo hacer más. Suspiro.

Me quedo apoyada sobre la puerta esperando a que mi celular sonora y leer, una notificación con el nombre de Brandon en ella. Luego de algunos minutos, me cambie de ropa para salir directo a la empresa, en donde trabajo.

Luego de algunos minutos, me cambie de ropa vote por vestirme con un jean negros rotos en las rodillas, una musculosa bordo, una chaqueta de cuero negra y borcegos negros, para salir directo a la empresa, en donde trabajo.

Voy hasta la puerta, agarro las llaves del auto y demás, y salgo del edificio.

En el estacionamiento, busco mi auto y al encontrarlo me subo, escuchando como alguien pronuncia mi nombre la imagen de Theo apareció en mi cabeza y acelero para salir de ese lugar.

Salgo del estacionamiento, para perderme en el tráfico. Luego de casi una hora, llego a la empresa, dejo el auto en el estacionamiento y subo al último piso, reviso mi celular si hay algún mensaje, aunque Mei-Mei me dijo que hoy no trabajara.

—¿No te avise que hoy no trabajas? – Dijo una chica, con vestimenta de oficina. — ¿Qué haces aquí, Bonnie? –

—Lo siento, Mei-Mei, pero me olvidé algo en mi escritorio. ¿Tú qué haces aquí? – Dije respondiendo con otra pregunta.

—Está bien, te acompaño. Tengo que supervisar, la empresa y mañana es mi día libre. — Dijo con una gran sonrisa.

—Está bien, entonces nos veremos el martes. — Le devuelvo la sonrisa.

Ella se fue cuando llegamos a la puerta de mi oficina, cuando entro escucho mi nombre.

—¡Ah Bonnie! Hoy el correo entrego una caja para ti, la puse sobre tu escritorio. — Luego de avisarme se marchó.

La puerta se cerró sola, y me siento en la silla para abrir aquella caja

Sin antes, buscar en mi celular el número de mi madre y marcándole para llamarle. Pero corto la llamada cuando veo que el lugar de donde proviene es de Italia, en ese momento recordé a Samuel, pero el nombre de Theo me llego a la mente.

Abro aquella caja en donde, solo trae foto, pero no son cualquier foto, son fotos mías tomadas desde un punto de vista que sabía, fotos mías en donde me veo en distintos lugares con mi madre, con mi psicóloga, incluso con Mei-Mei. No sé por qué, pero el miedo no me invadió, es más como incomodidad, lo que me provocaron las fotos.

—¿Qué demonios es esto? – Saco una foto.

La dejo caer dentro y cierro la caja, para tomarla en mis manos y guardarla dentro de unos de los armarios que está enfrente de mi escritorio.

Salgo de la oficina y me voy directo a las escaleras de emergencia, mientras bajo saco mi celular de adentro de mi bolsillo del pantalón, y llamo a Brandon que aún tengo contacto. Aunque antes de llamarlo recuerdo que deje de hablar, por una discusión que tuvimos tiempo atrás.

Deje de bajar, pensando que ahora sí estoy sola, que no tengo a nadie aparte de mi madre. Mi comunicación con Hansol fue más que dolorosa hasta los últimos días, él aún no me perdona por lo que paso con Morgan en Sapporo, y yo no sé pedir perdón, prefiero aceptar la culpa y cargar con aquella mochila llena de piedras que dejarla caer al gran, profundo y misterioso océano. Capas que me merezco esta soledad. Hubiera preferido que Jay, no lograra salvarme, o que Jia lograra matarme cualquiera de las dos muertes, lo hubiera preferido, antes de sentir la soledad a mi lado.

Siempre quise ser mejor, ser perfecta ante los ojos de mi padre, pero al final soy la hija no deseada, la que solo ocupa un lugar en la familia. Mi madre siempre fue la mujer que sedujo a mi padre, la que lo saco de su camino, la que rompió con la tradición al tenerme. Y de nuevo vuelvo a caer en aquel pozo que me presiona hacia abajo, sacándome el aire buscando que no pueda volver a la superficie.

De esta manera puedo sentir que recaigo de nuevo en la depresión y ahora, con la llegada con esa caja, me siento paranoica. Caigo de nuevo en la realidad cuando escucho, el sonido de una puerta abriéndose me acerco al barandal y miro hacia arriba y luego hacia abajo, me desespero cuando una persona con un pasamontañas, me mira y comienza a correr hasta mí, entro nuevamente buscando a alguien más, pero no encuentro a nadie y busco en las oficinas. Y encuentro una de las puertas que no está cerrada, bajo las persianas y me escondo debajo del escritorio, en mi celular busco en mis contactos el nombre de Brandon y en vez de llamarlos, decidí mandarle mensaje con cada palabra mis lágrimas caen, pero en eso escucho cuando esa persona abre la puerta, de golpe.

El miedo me llevo a dejar de respirar por algunos segundos, esperando a que se vaya. Aquel suspenso que me está matando, se cortó cuando escucho la voz del hombre de seguridad, asomo mi cabeza por el costado del escritorio y no veo a nadie, me levanto disimulando que estaba durmiendo y me acerco a la puerta.

—Señorita Stuart, ¿Qué hace? – Pregunto, alumbrando mi rostro.

—Nada, estaba… me quede dormida y al parecer mi compañero acomodo la oficina para que durmiera. — Aclare nerviosa.

No dijo nada y se marchó, con miedo camino a su lado, fingiendo que no nada sucede, hasta que subimos al ascensor y esté baja. El silencio ayudó a calmarme, las puertas se abren y veo a Mei-Mei, parada con dos carpetas, una azul y la otra roja.

Me acerco a ella, y le sonrió.

—¿Encontraste lo que estabas buscando? – Pregunto.

—Sí, ya lo encontré. ¿Te ayudo? – Estiro mis brazos.

—No, pero tu carpeta es la azul. — Agarro la carpeta. — Nos vemos el martes, hermosa. —

No me percate que el guardia estaba hablando con otro hombre, mientras que ambos me miran, no deje que se movieran y salgo corriendo del edificio hasta llegar a mi auto y salir del lugar.

------ Por otro lado, >>>>

—No creo que sea tan fácil ahora. — Expresó una mujer de cabello negro sentada en una silla.

—No creas todo lo que te dicen de ella. — Exclamó aquel joven con un tablet en sus manos. — Puede ser, haya pasado por cosas horribles, pero eso no le permite luchar por el gramo de orgullo y honor que tiene. —

—Tu obsesión por ella, te nubla el juicio Theo. — Cuestionó la mujer. — Ya debiste que vas a hacer cuando, la encuentren. —

—No, pero pienso tener una idea, fastidiarle la vida a Samuel, le hare pagar por todo lo que me ha hecho. — Afirmó golpeando la mesa.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play