En el corazón de una vibrante ciudad, un centro cultural. Fundado por Claudia Romero, Martínez y Laura Gutiérrez, el centro ha transformado la vida de muchos. Sin embargo, la paz y el éxito del centro se ven abruptamente interrumpidos por un incendio devastador que arrasa gran parte de sus instalaciones.La revelación de que el fuego fue intencional añade una capa de traición a la tragedia.
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En la boca del lobo feroz!!
Autor; Oronguin-sensei
Título: En las Sombras del Fuego
Capítulo 1: En la boca del lobo feroz!!
La lluvia caía sin parar sobre la ciudad, una cortina gris que parecía absorber todo rastro de luz y esperanza. En un rincón solitario del barrio viejo, donde los edificios antiguos se arrugaban bajo el peso del tiempo, se encontraba un pequeño taller de reparación de relojes. La luz de la farola cercana parpadeaba intermitentemente, proyectando sombras inquietantes sobre las paredes.
Dentro del taller, un hombre de unos cuarenta años trabajaba con una paciencia meticulosa. Se llamaba Alejandro Salazar, un hombre que no se destacaba por nada en particular en la vida cotidiana. Su apariencia era común: cabello oscuro, desordenado y barba de unos días. Sin embargo, la apariencia a menudo engaña.
Alejandro levantó la vista de su trabajo y miró el reloj en su mano. Era una pieza antigua, de oro y cristal, con una fina grieta en la esfera. Con movimientos precisos, comenzó a desmontar el mecanismo, como si desmantelar el reloj le diera una satisfacción especial. El reloj no era solo un objeto; era un símbolo de su habilidad, de su paciencia. Pero para Alejandro, también era una metáfora de lo que él estaba construyendo en secreto: un rompecabezas más oscuro y macabro.
Fuera, la lluvia seguía su curso, limpiando las calles de cualquier huella visible. La policía había estado buscando al asesino en serie que había estado aterrorizando la ciudad durante meses, un criminal que siempre parecía desvanecerse antes de que pudieran atraparlo. Alejandro sabía que el temor que él generaba estaba muy bien justificado, pero también sabía que su habilidad para escapar a la justicia era una obra maestra en sí misma.
Alejandro se acercó a la ventana del taller y miró hacia afuera. La lluvia se estrellaba contra el cristal, difuminando la vista de la calle vacía. Había algo de belleza en el caos, en la forma en que el agua barría todo lo que quedaba a la vista. Era un reflejo de su propia vida: un caos meticulosamente ordenado, donde cada acción tenía un propósito oculto.
Se giró hacia una mesa en la esquina del taller, donde había varios objetos dispersos: cuchillos, pinzas, y otros utensilios que no parecían encajar con la imagen de un relojero. Alejandro tomó un pequeño frasco de cristal y lo observó con atención. Dentro, había una sustancia viscosa de color rojo. Era una pieza más de su macabro rompecabezas, una prueba de su último “proyecto”.
Su teléfono móvil vibró sobre el banco de trabajo, rompiendo el silencio. Alejandro lo tomó y miró la pantalla. Era un mensaje de un número desconocido: "Estamos cerca de ti. El juego está a punto de cambiar."
Una sonrisa torcida se dibujó en su rostro. La policía estaba cada vez más cerca, y la intriga solo aumentaba su placer. Alejandro sabía que no se dejaría atrapar tan fácilmente. Había planificado cada detalle con precisión, y cada movimiento que hacía estaba diseñado para dejar pistas falsas y confundir a las autoridades.
Alejandro guardó el frasco en un compartimiento secreto de su mesa de trabajo y apagó las luces del taller. Salió a la lluvia, donde la ciudad parecía aún más desolada. La tormenta arremetía con furia, como si la misma ciudad estuviera intentando limpiar las huellas de sus pecados. Pero para Alejandro, la tormenta era solo otro elemento en su juego.
Se internó en la oscuridad, seguro de que su siguiente movimiento mantendría a la policía a la zaga. La lluvia no solo limpiaba las calles; también limpiaba los rastros de un asesino que sabía cómo mantenerse en la sombra.
Así comenzaba la siguiente fase del juego, y Alejandro estaba listo para jugar hasta el final.